You stole my heart [KOOKMIN]

47

Sentado en un sillón arrullaba a su pequeño con mucho cariño, JungMin estaba inquieto, por lo que Jimin abrió su bata descubriendo su pecho, el cachorro tomaba suavemente su pezón succionándolo para alimentarse; entre caricias veía como su bebé se alimentaba, la sonrisa de Jimin era bella cuando ese momento sucedía, él estaba fascinado con su pequeño.

Cuando el pequeño quedó satisfecho, Jimin lo acarició con mucha delicadeza contra su pecho, Jimin amaba el aroma de JungMin, él es su adoración, su centro del universo, su pequeño alfa era la viva imagen de Jungkook.

Jimin no podía dejar de verlo, era el cachorro más hermoso que habían visto sus ojos y su aroma el más exquisito, café con leche y un toque de vainilla.

_ mi amor, perdona la tardanza, pero estuvo difícil el día. - dijo Jungkook dándole un beso.

_ JungMin acaba de alimentarse y está por quedarse dormido. - dijo entregándole el cachorro a su alfa.

_ es muy bello. - dijo llevándolo a su pecho donde con suaves caricias dejó impregnado su aroma para calmar al cachorro alfa, el cual al sentir la presencia de su padre movía la colita eufóricamente mientras mostraba su pancita.

Poco a poco el pequeño alfa se quedó profundamente dormido y poco después fue dejado en su cuna, ambos padres observaban a su cachorrito de ahora ocho meses.

_ señor Jeon que dice si vamos un rato afuera. - dijo tomándolo entre sus brazos con posesión.

_ señor Jeon eso me encantaría, tengo calor comandante. - dijo con voz sensual tomando el monitor del bebé para llevarlo con él para luego dejar caer su bata mostrándose como la diosa lo envió al mundo, emanando su exquisito aroma.

Jungkook veía al omega con la boca abierta su espalda ahora adornada con las fases lunares, le hacían ver aún más sexy.

_ ¿te gusta alfa? - preguntó con voz melosa.

_ luce hermoso cariño. - dijo viéndole entrar lentamente al agua.

Jungkook no tardó en desnudarse para hacerle compañía, él estaba recargado en la orilla de la piscina viendo romper las olas a lo lejos, la luz de la luna se reflejaba en el agua, Jimin la veía agradecido por todas las bendiciones en su vida, empezando por su nueva vida llena de amor, el tener al amor de su vida junto a él y su hermoso cachorro.

Jungkook se acercó a él y lo tomó por la espalda, rodeándole con sus brazos, dejando besos húmedos por su cuello, lamiendo la marca permanente que adornaba su cuello; sus manos acariciando cada parte de él de manera lenta mientras rosaba su falo erecto entre sus nalgas, Jimin gemía bajito ante el suave rose en su entrada, una mano de Jungkook masajeaba su miembro para estimular a su omega.

Necesitaba renovar su marca y su omega estaba más que dispuesto, Jimin se dio la vuelta para apresar sus labios mientras su alfa lo levantaba sin esfuerzo para dejarlo ahorcadas en él, Jimin se aferró con sus piernas a la cintura de su alfa y el empezó a masajear su entrada para que lubricara.

Jimin movía sus caderas disfrutando de la intromisión de los largos dedos que le preparaban para recibir el gran falo erecto y que ya empezaba a doler de su alfa.

_ dámelo por favor. - gimió en sus labios rogando por sentirlo.

Jungkook obedeció, alineó su miembro y se hundió en él con violencia logrando que gimiera fuerte, tres estocadas fuertes hicieron chillar al omega de placer; el vaivén enérgico del alfa le hacía lubricar mucho, su excitación llegaba a niveles muy altos con su destinado, Jungkook le daba contra el muro tan fuerte que Jimin disfrutaba cada embestida siguiendo su ritmo provocándole para que lo hiciera más fuerte y profundo.

Cuando estar en el agua se le hizo incómodo, Jungkook lo llevó al esponjoso mueble cerca de la piscina y lo recostó ahí para seguir con su labor, con la luna de testigo dieron rienda suelta a su pasión; los ojos de ambos brillaban de color ámbar, ambos embelesados uno con el otro, mirándose fijamente, Jimin abrió aún más sus piernas haciendo presión en el falo del alfa para que se corriera con él.

Jungkook cerró los ojos mientras respiraba el aroma de su omega, su lengua preparaba la zona donde estaba su marca y ante la llegada de su orgasmo, su vientre se sentía cálido por la esencia de su omega mientras que él descargaba su esencia dentro llenándolo completamente, atrapado por su nudo a la vez que tenía atrapado el cuello de su omega renovando su marca, transmitiendo por su lazo todo el amor que sentía por él.

Jimin acarició su vientre lleno de la esencia de su alfa el momento era correcto, la diosa luna daba nuevamente su bendición para que en su vientre se formara un nuevo cachorro, un nuevo milagro; Jimin estaba ilusionado de poder hacerlo nuevamente, le había pedido a la diosa por ese milagro porque en su celo anterior no lo había logrado y ambos deseaban a ese cachorro con todo su corazón.