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El intenso aroma a vainilla tenía al alfa a merced del omega, Jimin saboreaba los labios de Jungkook lentamente, la mirada penetrante del omega y sus ojos de color ámbar tenían cautivado al alfa, lentamente fue desabrochando botón por botón de su camisa, arrancando de su cuerpo la corbata.

Suaves eran las caricias que dejaba en su cintura, admirando el escultural cuerpo frente a él, a la vista, la brillosa piel del omega estaba tentando al alfa a saborear cada parte de él, mientras tanto Jimin empezaba su camino en descenso probando la piel del alfa sus manos acariciaron su pecho y abdomen haciendo que su piel se erizara ante su toque.

Jimin terminó de quitar su camisa deslizando lentamente de sus hombros la prenda, el alfa empezó a soltar sus feromonas excitado había tratado de controlarse, pero le estaba siendo imposible el omega lo estaba dominando.

Su pequeña mano acariciaba su hombría sobre la tela de su pantalón, logrando ponerlo duro rápidamente, el dulce néctar de sus labios estaba embriagándolo con rapidez, segundos después sus pantalones habían caído hasta sus tobillos al igual que su ropa interior.

El omega lo estaba invitando a su cama y el terminó de deshacerse de las prendas que se encontraban en sus tobillos y se metió en medio de sus piernas, el llamativo aroma de sus feromonas estaban volviendo loco a Jungkook, quien en ese momento solo pensaba en enterrarse en el omega.

La lengua del alfa se paseó por su cuello lentamente haciendo gemir al omega y este le dio total acceso para que Jungkook hiciera lo que se le antojara con él, era su primera vez con un alfa, la primera vez que permitía a uno tomarle.

Jungkook froto su entrada para prepararlo y el omega reacciono a sus caricias con un gemido y un par de lágrimas salieron de sus ojos por la intromisión, el alfa saco sus dedos y le hizo voltear para dilatarlo con su lengua, sus dedos parecían lastimarle y lo único que él quería era ayudarle dándole placer.

El alfa sabia lo doloroso que es pasar su celo sin alguien que le ayudara, por lo que con toda delicadeza lo tomó de las caderas para levantar su trasero y separar sus nalgas para enterrar su lengua en su entrada, logrando sacarle un gran gemido mientras sentía como ingresaba y le hacía emanar más de su dulce lubricante natural.

La dulzura de su lubricante estaba jodiéndole la cabeza y necesitaba enterrarse en él lo antes posible, nuevamente dejo la espalda del omega sobre el colchón y este se abrió de piernas dándole la bienvenida, extendió sus brazos para que él se acercara; un suave roce de labios empezó, el alfa quería ir lento para disfrutar de esto si acaso era otro de sus sueños, había llegado al punto en que no sabía, si esos encuentros eran reales o solo sueños llenos de fantasía donde su adorable asistente era el protagonista.

El alfa lamia y chupaba los regordetes labios con lentitud y el omega jadeaba en deseo por su toque mientras él acariciaba su espalda, su lobo estaba feliz en ese momento había pensado que tal vez esto nunca pasaría por lo que había pasado la noche anterior; la lengua del alfa exploraba su cavidad bucal dominando el beso ardiente de ese momento, el omega gemía en sus labios estaba encantado con su dominio, cuando se separaron por falta de aire el descendió a su mentón donde su magistral lengua se paseaba sin pudor.

El omega gemía y abría más sus piernas ansioso de ser poseído por el alfa y de su entrada salía más de su lubricante natural inundando la habitación de un fresco aroma a vainilla mientras en contraste el aroma a café recién molido se combinaba a la perfección; su lengua siguió su camino hacia el cuello justo en ese punto donde su aroma del omega era más fuerte, Jimin chillo al sentir los colmillos del alfa raspar su delicada piel, su omega ansiaba ser marcado, pero Jimin quería esperar.

_ alfa no me marques por favor. - gimió recuperando un poco de su conciencia y el alfa obedeció.

Las órdenes del omega serian respetadas por el alfa, por lo que solo su lengua se paseó por la zona calmando la irritación que sus colmillos habían dejado, sus labios probaban a chupadas su piel dejando marcas rojizas a lo largo de su cuello hasta llegar a sus hombros, marcas que mañana se tornarían en violetas; Jungkook descendió hasta sus pezones tomando uno y acariciando el otro mientras el seguía gimiendo gustoso ante su tacto.

la lengua jugaba con su pezón derecho, moviéndolo de un lado a otro mientras dos de sus dedos jugaban con su entrada la cual estaba excesivamente húmeda facilitándole el acceso de ambos dedos, los cuales jugaban delicadamente con la fragilidad de su cálido interior, frotando en círculos y simulando suaves embestidas para que se acostumbrara a la sensación.

You stole my heart [KOOKMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora