Capítulo 68 Locura.

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— ¿Cómo es posible que algo así esté sucediendo?


Thomas podía oír la voz preocupada del emperador filtrándose por la puerta destrozada de la habitación del príncipe.

Desde hace un rato que, Cael y Argen, habían estado conversando sobre la condición de la joven estrella del imperio.


— Necesito que vengas un momento.


Argen lo llamó desde la entrada con cuidado.

Él, que había estado sujetando la mano de Caster, despego sus ojos del rostro del chico después de mucho tiempo, y se levantó lentamente, obedeciendo al capitán.


— Eres el muchacho de los Raphelle...


Cael le hablo sin esperar a que el chico saludara.


— Cuéntame lo que viste.

— Yo...

— ¡AAAAARGH!


El grito del príncipe retumbo en la silenciosa habitación, interrumpiendo las palabras de Thomas.

Las personas presentes voltearon en la misma dirección a la vez, congelándose por un instante en sus puestos.


— ¡GAAAHH!


Después de escuchar el segundo grito, tanto Argen como el emperador y el medico, se precipitaron dentro de la alcoba, pero él no pudo entrar, permaneciendo de pie a un lado de la puerta derribada.


— Cariño, cálmate un...

— ¡¿DóNDE ESTÁ?!


El rugido de Caster corto las palabras de su padre.


—... ¿Dónde está...?


Thomas pudo observar la figura del chico sentado en su cama, con la cabeza gacha mientras ocultaba su rostro con sus temblorosas manos, a la vez que repetía la misma pregunta una y otra vez entre susurros.


— Cariño... ¿A quién estás buscando?


Cael deposito una de sus manos cariñosamente sobre el hombro de su hijo, quien guardó silencio tras el contacto.

El chico, que había sentido el calor del cuerpo de su padre, levantó su cabeza lentamente, dejando su rostro al descubierto antes de responder.

'¡Huh!'

Los cuatro hombres presentes jadearon al mismo tiempo, alarmados ante la vista del semblante del joven príncipe, que permanecía con los ojos desenfocados en dirección a Thomas. El chico de cabello rosa sostuvo la mirada mientras el joven frente a él comenzaba a gatear por su cama alargando uno de sus brazos como pidiendo que se acercara.

Él no pudo hacerlo.

Sintió miedo cuando vio los ojos desorbitados del muchacho que parecían seguir cada uno de sus movimientos mientras avanzaba en su dirección.

La única salida es amar al villanoحيث تعيش القصص. اكتشف الآن