Capítulo 45 Errores.

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— Aghhh...


Las lágrimas mojaban las manos arañadas de Venessa.

Observaba atentamente como el rostro de su hermana mayor se contraía por la desesperación.

Su maquillaje se había estropeado después de que el plan para matar a los duques Green se completó, tras recibir las noticias de que tanto el muchacho como otros treinta soldados habían sobrevivido.


— ¡¿Por qué estaba ese niño ahí?!


Solen había perdido el control cuando supo que el chico casi había muerto.


—¡No se supone que él muera aún!


Venessa la escuchaba sentada rectamente en una silla.

La mujer se paseaba de un lado a otro arrojando piezas decorativas por todas partes hasta que se detuvo en un rincón.


— ¡Se supone que sufra! ¡Así hubiera sido más fácil engañarlo!


Mordió una de sus uñas y giró su cuerpo hacia el muchacho que permanecía arrodillado en el suelo.

Solen se había ensañado castigando al chico cuando le llevó las noticias con cinco días de retraso.

Durante los últimos años, habían comenzado a reunir a algunas personas para que hicieran el trabajo sucio por ellas. No fue difícil por los contactos que aún tenían en el bajo mundo.

La tarea de reclutar, por su puesto, se la llevo Venessa, quien llamó la atención de algunos sucios mercenarios, con grandes sumas de dinero.

El oro prometido jamás existió. Su hermana mayor prácticamente había vaciado las arcas del Conde Lynch, pero eso no lo sabían los hombres reclutados.

Para lograr tenerlos de su parte, Solen realizó una pequeña celebración y envenenó con Luminius a los asistentes. Les obligó a mostrar sus poderes y escogió a los que más podrían ayudar en su plan.

De las diez personas que llegaron a la mansión del Conde esperando obtener riqueza. Solo tres fueron seleccionados y los demás fueron sacrificados, no podían permitir que la información se filtrara.

Una jovencita que podía manipular la tierra, un muchacho que creaba barreras antimagia usando su propia sangre y un pequeño niño mudo que usaba la telepatía para comunicarse.

El plan no era complicado. Encerrarían a las personas dentro de la barrera antimagica y los aplastarían hasta la muerte. Transportar las rocas no fue difícil. La mayoría de los magos podían generar portales y mover objetos a través de ellos. Era un movimiento básico, casi tan fácil como respirar, aunque su utilización solía emplear mucho mana, por ello, necesitaban estar en el mismo lugar en que ocurrirían los eventos y por esta razón, era necesario el chico mudo.

Originalmente, esperaban que el pequeño Duque se derrumbara tras la muerte de sus padres. De esa manera, abrirían una brecha para que Venessa tomara el puesto de Duquesa y obtener un título noble más elevado.

— ¡Tenemos al dios! ¡Tenemos a la chica! ¡Solo había que lastimarlo lo suficiente para que la enfermedad lo volviera débil y terminara de consumirlo!

La única salida es amar al villanoOnde as histórias ganham vida. Descobre agora