Capítulo 5 Llyr (1)

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— ¡¿Un espíritu inútil?! ¡¿Es en serio?! 

¡¡Llevo toda una vida esperando para ser el contenedor de un espíritu y resulta ser el más inútil de todos!!


Lottie lanzó el pesado libro en su cama mientras se paseaba de un lado a otro.


—¿Por qué me pasa esto a mí? ¡Creí que esta vez lo lograría! ¡Pensé que podría ir a la academia y vivir de forma distinta!


Se derrumbó en la alfombra mullida y llevó las manos a la cara mientras suprimía un grito.

Había ojeado el libro de los espíritus de su casa por centésima vez después de escuchar las palabras del sacerdote.

Según su contenido, Llyr era un espíritu mayor, casi una divinidad, el único en su especie que podía conceder absolutamente cualquier deseo que su contenedor pidiera siempre que este le dejara tomar posesión de su cuerpo para obtener "placer".

Hubieron dos palabras en el texto que llamaron muchísimo su atención. "Posesión" y "placer".


—  ¿Qué rayos significa eso? ¿Vas a tomar mi cuerpo prestado y vivir libertinamente cuando menos me lo espere?


"¡¿Por qué no me respondes?!"

Lottie sabía que todos los espíritus que lograban establecer un contrato podrían comunicarse con sus contenedores, lo que no entendía era el por qué Llyr se negaba a contestar sus llamadas.

Teóricamente, si lograba pedir el último deseo que quedaba, el contrato se rompería y probablemente ella sería libre para firmar otro acuerdo con otro ser divino, pero Llyr no acudía a responder sus preguntas.


¡Vamos! ¡Por favor! Tener un espíritu mejor podría ser mi salvación para no morir esta vez ...


Estaba al borde de las lágrimas. Llevaba tres días fingiendo que estaba bien no obstante definitivamente las cosas que le han pasado se le hacían difíciles de asimilar.

La rapidez con que ocurrió todo era lo peor. No había tenido tiempo de aceptar su muerte antes de darse cuenta de que estaba comenzando todo otra vez. Constantemente se preguntaba a sí misma como podría haber muerto y haber despertado siendo una niña de nuevo en un pestañeo.


— ... Al menos ... Podrías escucharme un momento ... Yo ... Me siento tan sola ...


Las lágrimas se derramaron una a una sin que ella pudiera hacer nada para contenerlas.



*******



La carta no llegó hasta una semana después de que abandonaron el marquesado.


—  ¡Hermano!


Liam entró apresurado en la habitación de su hermano mayor.

La única salida es amar al villanoWhere stories live. Discover now