Capítulo 55 Te espero.

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— Por favor entra.

— Mmm...


Liam se removió entre las sabanas por el ruido pero no despertó.


— Buenos días, señorita. La carta llegó con carácter de urgencia, entonces...


El hombre extendió dos sobres, uno dorado  con el sello del emperador y junto a él otro, un poco menos lujoso en el que se mostraba el estampado de cera con la cresta de la casa Green, firmado con la letra de Raven.

Lottie abrió primero el sobre sencillo. Dentro, se encontraba solo una hoja de papel con algunas letras escritas desordenadamente.

"Pareciera que lo escribió rápidamente."

En la nota estaba escrito que el emperador había decidido la fecha para la celebración solicitándoles que se quedaran en la mansión en la que se estaban alojando para evitar que la fiesta se arruinara por la temporada de lluvias. Debido a eso, el niño les estaba pidiendo que se pusieran en marcha hacia el palacio real ese mismo día.

{¿Hoy?}

"Tal vez está demasiado emocionado."

Ella sonrió y comenzó a mover suavemente el cuerpo del niño a su lado.


— Liam despierta... Debemos ir con Raven.


El niño que estaba luchando por abrir los ojos termino abriéndolos de golpe cuando entendió lo que la niña decía.


— ¿Qué ocurrió?


Sus ojos morados mostraban preocupación extrema.

Ella le mostró el papel para tranquilizarlo y lo vio sonreír feliz cuando termino de leerlo.

Liam fijo su mirada en el hombre que aún permanecía dentro del dormitorio y le hablo ansioso.


— ¡Derak! ¡¿Escuchaste?! ¡Mi hermano está bien!


El niño parecía más aliviado que feliz.

Derak le sonrió mientras hacia una pequeña reverencia.


— ¡Prepara todo! ¡Saldremos de inmediato!


El niño saltó de la cama y tiro de la cuerda para llamar a las sirvientas.


—¡Tu también hermana!


Ante las órdenes del joven maestro, todos los sirvientes del castillo Green comenzaron a moverse. El lugar se volvió bullicioso y con mucho movimiento debido a que los empleados corrían de un lado a otro tratando de cumplir con las demandas del pequeño niño.

Ella había salido al jardín para escapar del pequeño tirano que permanecía en el castillo dando órdenes a quien se atravesara en su camino.

Gracias a eso, pudo oler la tierra mojada en sus pies. El ambiente lucio claro y sin obstrucciones visuales. A la distancia podía ver como el viento movía la copa de los árboles, haciéndole cosquillas en las mejillas descubiertas mientras el calor del sol no bastaba para calentarla por completo.

La única salida es amar al villanoWhere stories live. Discover now