28| Todo un sábado con los Keyvan

99 15 23
                                    

Mientras intento terminar un cuadro comparativo de biología, la noche se hace presente.

Y si la doctora Cooper se llega a enterar de que he vuelto a desvelarme, sin duda me esperará con un regaño.

Tengo como propósito dejar de exigirme demasiado, después de tanto, merezco descansar.

Y comenzar ahora sería bueno.

Decido ir a servirme un trozo del pay de limón que Katherine le envió a mi madre.

Mencionando a esta en mi mente, justo viene entrando.

Y eso basta para instalar un nudo de nervios en mi estómago, ya que hoy era el día en que recibiría finalmente el acta de divorcio.

Mamá ha sabido sobrellevar todo esto de una manera admirable, y se ha asegurado cuidadosamente de que sus palabras o acciones al respecto me afecten lo menos posible.

Justo después de dejar sus cosas en la pequeña barra, se acerca y me apretuja entre sus brazos.

Sin decir nada. Simplemente lo hace.

Y no sé decir cuál de las dos lo necesita más.

—Se acabó.

Esa pequeña frase causa un efecto significativo en mí.

No solo significa que el procedimiento del divorcio ha terminado, sino también... todo lo que eso conlleva.

Terminó aquella relación que por mucho tiempo unió a mis padres. A dos personas que quizás y solo quizás en un principio se amaron.

Sin embargo; una relación padre-hija nunca podrá romperse. Pase lo que pase, él siempre será mi padre, y yo siempre seré su hija.

Al contrario de como debería ser, no siento bonito.

Ese hombre es, por lejos, la persona menos ideal que me gustaría para ser mi padre.

Como no puedo cambiarlo, me quedo con la esperanza de que un día, superaré el hecho de que por años, sentí que la persona que más debía quererme y cuidarme, nunca supo hacerlo.

 🌷 🌷 🌷  

Alguien da unos delicados golpecitos en la puerta.

Mi señal para cortar la llamada.

—Mami tengo que irme, te quiero.

—Nos vemos en la noche cielo, te quiero más.

—¡No pelees tanto con mi tía Lisa! —añado antes de que sea ella quien cuelgue.

Fue mi tía quien le pidió ayuda para reorganizar la casa entera, esa fuga de agua le ha dado problemas la semana entera, y ahora que tiene que desalojar el cuarto de invitados... no puede hacerlo sola.

Iría a ayudarles, pero ya tengo planes y aunque soy experta en inventar excusas para cancelar, no puedo hacerle eso a los Keyvan, quienes amablemente me invitaron a un almuerzo familiar. Además de que la humedad, el olor a moho, los hongos y yo no podemos convivir.

No hay nada que me cause más temor que las bacterias y los gérmenes.

Sin dudar, voy corriendo a abrirle al pobre chico con lentes que espera del otro lado de la puerta.

—Siento mucho que la tarde de chicos se haya cancelado —comento mientras me lavo las manos.

—Meh... Igual no iba a ser lo mismo sin Toby.

Luego de tomar la planta que le prometí a Gracie, y el ponerle a Clifford el arnés, emprendemos camino.

Puede que no lo aparente, pero sé la ilusión que le hacía ver a los chicos. Pasaron casi toda la vida juntos, y luego ya no más.

Tulipanes para GinaWhere stories live. Discover now