Capítulo 25 Príncipe heredero.

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— Eres un pésimo mentiroso. Entra.


El rostro del chico rubio se sonrojó ligeramente cuando miro la espalda de Thomas que entraba a la habitación.

Dentro todo era un desastre. Había baúles y maletas desparramados sobre las camas sin hacer, el olor a comida se mezclaba con el aire que entraba desde las ventanas abiertas. Un conjunto de artefactos extraños burbujeaba y hacían ruidos raros en un rincón.

"Es el lugar de Miles..."

Thomas se sentó sobre su cama y comenzó a quitarse los zapatos. Caster se sintió inquieto por un momento.


— Si no vas a contarme... ¿Por qué estás aquí?


El niño suspiró. Siempre se sintió frustrado por la apariencia relajada que tenía su amigo cuando estaban solos.

"¿Por qué solo yo me siento así?"

Caster levantó la mirada y notó los ojos azules del chico viéndolo fijamente. Se quedó perdido viendo como sus grandes orbes azulados le devolvían la mirada.

Thomas suspiró mientras ladeaba su cabeza.

"Eres un descarado... ¿Debería burlarme un poco?"


— Hmm... ¿Tanto te gusta mi cara?

— ¿Eh?


El niño frente al príncipe estalló en carcajadas. Caster trató de esconder su cabeza roja lo mejor posible.


— ¡Basta!


Thomas se detuvo mientras intentaba no ponerse a reír de nuevo.


— ¡Siempre te burlas de mí! ¡No sé para qué vine!


El príncipe se puso de pie de un salto y abandono la habitación dando un fuerte portazo.

"¿Qué rayos le pasa hoy?"



********



— Ten cuidado... Si nos ven estaremos en problemas.

— Entonces tómalo con tus manos y ponlo en tu boca pronto.


Había pasado un mes desde que comenzaron las clases. Dentro de uno de los baños vacíos, Thomas intentaba apresurar a Caster para que bebiera el nuevo invento de Miles que lo ayudaría a simular que su espíritu viajaba a su lado.


— Si esto no funciona...

— Si no funciona caerás en la enfermería de nuevo.


Era la quinta vez que probaban los menjunjes del niño desde que empezaron el año escolar. Cada una de esas veces fue un desastre, pero a pesar de que los efectos secundarios eran terribles, pudo simular por unas cuantas horas que Num estaba a su lado.

Thomas recordó como lo había acosado constantemente con su mirada para que le contara lo que había ocurrido y después de algunas horas, Caster había soltado todo por completo.

"Vaya príncipe que es."


— ¡Date prisa! No quiero perderme la paliza que le darán a ese mocoso.


El príncipe lo miró molesto. Thomas había pasado todas las vacaciones solo hablando del hijo mayor de los Green. Sin siquiera conocer al niño, ya se sentía molesto únicamente al escuchar su nombre. 

Los otros niños que se juntaban con ellos, se habían dado cuenta de que cada vez que Thomas hablaba sobre el misterioso muchacho, el príncipe arrugaba el rostro, como si de pronto hubiera olido un montón de basura putrefacta. Así que dejaron de mencionarlo de inmediato, a pesar de que toda la escuela hablaba sobre ello, pero el chico de cabello rosa parecía no darse cuenta.

"¿Lo haces a propósito?"

'Glup, glup'


— ¡Puaj! ¡Qué asco!


Caster bebió todo el líquido del cáliz en sus manos de un solo trago.


— ¿Te sientes bien...?


El niño asintió enérgicamente.


— ¡Entonces vamos!


Thomas tomó su mano y corrió velozmente por los pasillos hasta llegar al "Coliseo".

El "Coliseo", era el nombre con el que los estudiantes habían apodado al edificio donde, de vez en cuando, se realizaban las pruebas prácticas extraordinarias de suficiencia.


— ¡Ven! ¡Vamos más cerca!


El rostro de Caster se volvió del color de las fresas cuando ingresaron al lugar y varios rostros voltearon a verlos.

"¿Por qué no me suelta?"

Trató frenéticamente de que el niño despegara sus dedos que agarraban su mano, pero Thomas únicamente lo soltó cuando estuvieron en los puestos que sus otros dos amigos habían reservado para ellos.


— ¿Todo bien?


Miles le preguntó preocupado al ver su rostro rojo.

Caster asintió y miro al sitio a donde apuntaba el niño de cabeza rosada.


— Mira... ¡Lottie está aquí!


El niño saludó enérgicamente a una jovencita que se parecía mucho a él. El príncipe siguió la mirada y la vio respondiéndole el saludo felizmente.

Unas filas más abajo, Caster vio el rostro de una niña de cabellos pálidos y grandes ojos azules.

"¿Qué es esto?"

El chico de trece años sintió una corriente recorriendo su cuerpo cuando los ojos de la chica se cruzaron con su mirada. De pronto el mundo ruidoso a su alrededor se enmudeció. Era como si una fuerza invisible no le permitiera quitarle los ojos de encima. Jamás había sentido nada como eso, incluso cuando miraba a Thomas.

"¿Es porque es su hermana?"

Por alguna razón se sintió triste cuando ella desvió la vista. No se explicaba por qué, pero quiso que ella continuara mirándolo.

Thomas, que notó hacia donde se dirigía la vista del príncipe, apretó fuertemente las manos cuando observó el gesto en la cara sonrojada de su amigo.

"Acaso... ¿Te gusta Lottie? ¿Te gusta porque se parece a mí?"


— Linda...


Caster lo dijo sin darse cuenta mientras observaba a la niña riendo junto a otro pequeño.

Su corazón se estrujó dolorosamente.

La única salida es amar al villanoWhere stories live. Discover now