Capítulo 21 Nosotros.

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La familia de Venessa había sobrevivido desde entonces, escondidos entre las sombras como ratas.


— ¿Hasta cuando seguirás utilizando ese disfraz?.


La niña parpadeó saliendo de sus pensamientos.


— Agh... no es tu asunto, ¿o si Bemus?.

— ja, ja, ja... Sigues siendo tan molesta como siempre.


El hombre puso sus ojos en blanco y continuo.


— Entonces... Miren lo que conseguí antes de venir aquí.


Sacó tres cajas rojas con feos diseños grabados en las tapas, de entre su ropa y los puso ordenadamente en el suelo.


— Este de aquí, será para el Conde Lynch... Solen, una vez que la abra, tomaras el puesto de condesa. Entonces, esta cosa harapienta y yo, seremos tus hijos.


Humo negro comenzó a cubrir su cuerpo y un segundo más tarde, su tamaño se había reducido hasta tomar la forma de un niño de cinco años.


— "Ojos dorados".


El hombre miró a Venessa mientras sus ojos verdes cambiaban de color.

El color dorado era una característica de la casa Lynch.


— Entonces, una vez que él abra la caja, deberás decir que somos sus hijos. No podrá negarlo y lo que hay aquí dentro...


Habló con voz de bebé mientras señalaba la caja una vez más.


— Hará que el conde nos ame.

— ¿Qué pusiste ahí?

— Es diferente para cada caja y no voy a decírtelo.


Solen gruñó molesta.


— ¿Tendré que fingir que soy la amante de ese tipo asqueroso?

— No... Una vez que tomes el puesto de condesa, le darás "Luminius".


Luminius, era el nombre con el que se conocía usualmente a la droga con la que trabajaban.


Solen sabía a qué se refería su hermano. Había un tipo de poción que se podía fabricar con Luminius que provocaba el adormecimiento de todos los sentidos de quien la bebiera. La infusión era altamente adictiva y el estado mental en que quedaban las víctimas, Los hacía muy susceptibles, lo que era perfecto para plantar palabras en sus cerebros, como marionetas.

La mujer de cabello rojizo sonrió con malicia.


— Ja, ja, ja... ¡Es perfecto!

— ¿Verdad? De esa forma volveremos a ser nobles y estaremos fuera de la vista de las autoridades para seguir trabajando con el bajo mundo. ¡Seremos ricos!


Venessa los contempló pensativa y curiosa.


— ¿Para qué son las otras dos?

— Haaa... Hermanita...


El hombre suspiró con una sonrisa en sus labios.


— Estas son para ti.

— ¿Para mí?

— Sí... Serán para dos personas que nos ayudaran a ganar aún más poder. Cuando seamos los más poderosos del imperio, restauraremos la gloria de nuestra familia y... Obligaremos a que todos los nobles, prueben nuestra grandeza... después de todo, ¡queda suficiente dios para todos!


Venessa observó los ojos codiciosos de sus hermanos mientras reían unos a otros y pensó que no estaría mal seguir el plan para escapar de la horrorosa vida en los barrios marginales.

"No es mala idea salir de aquí después de treinta y cinco años..."

La niña que parecía de diez años sonrió espeluznantemente.

La única salida es amar al villanoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang