VI Smile

1K 64 0
                                    

—¡(T/N), Mikasa!- la voz de Eren retumba en mis oídos, volteo con miedo a estar volviéndome loca, pero me sorprende saber que no, y que la silueta del ojiverde agotado acercándose esta llegar al lado de mis pies ¿acaso corrió hasta aquí a pie? No es que hayamos avanzado demasiado, pero tampoco poco.

—Qu-Queria desp-edirme— dice a penas, sin aire, suspiro y acaricio su cabeza con una sonrisa tímida, como suelo hacerlo siempre.

—No vamos a morir, confía en nosotras— se supone que mi voz debía sonar llena de seguridad... pero solo yo capto que tengo miedo, nadie quiere desaparecer por siempre de este mundo y mucho menos de una forma tan cruel y devastadora. A mi mente llega una imagen, Armin tapando su cara con sus manos y Eren mirando un punto perdido, los dos alrededor de una fogata llena de las pertenencias de las personas muertas.

—Sí, Eren— me sigue la pelinegra tapándose con la bufanda, la mía está amarrada firmemente en mi brazo, la levanto y la pongo a la vista de mi amigo.

—¿Ves? Mikasa y yo tenemos algo tuyo, te tenemos a nuestro lado...toma, si llego a regresar me lo entregas o sino quédatelo— me quito mi apreciado collar y se lo paso, presiono suavemente su mano para que sujete el accesorio.

—¡VAMOS!- escucho el grito de Erwin, seguido por el ruido de las puertas, le sonrío a Eren y susurro un ligero "Nos vemos". Cuando salimos de las seguras murallas le agito mi mano en forma de una despedida.

—Estas aterrada ¿cierto?- la miro sorprendida, había perdido de vista a la azabache cuando empecé a formarme según las instrucciones que dieron.

—Claro—digo la verdad, apretando mi puño con las correas del caballo y la observo detenidamente por unos segundos, me preparé todos estos años para ser no solo un soldado, sino una guerrera, una persona dispuesta a dar su vida por una razón.

—(T/N)...El miedo no siempre es negativo, el temor es la voz que previene del peligro y te digo que todos los que estamos aquí tenemos pavor de morir, porque somos seres humanos— me sorprende su fuerza en esas ocasiones, parece un dios a estas alturas, aparto la mirada de su cuerpo para centrarme en el camino, sin antes decirle un corto pero significativo «Gracias». Nos separamos en 3 grupos: El primero de Hanji: izquierda, está Mikasa, segundo de Erwin en solo uno: Al medio y tercero de Levi: derecha, yo me encuentro ahí. Mike se ha quedado en la legión para dejar todo en orden.

A lo lejos diviso el grupo del comandante, eso quiere decir que no estamos tan lejos, aunque rápidamente se mueven, separando los equipos... nosotros somos sus guardaespaldas, o eso es lo que pareciese, yo solo sigo las órdenes de mi superior, que se mantiene al frente, cada formación tiene la figura de triangulo, con los capitanes adelante junto a una persona que es la encargada de dar las señales, la primera «ahí estoy yo» y segunda fila son los novatos y la tercera con los que por lo menos tienen más experiencia.

—¡Hay dos titanes a nuestra derecha !- exclama la que está al lado del capitán, una chica guapa con el cabello hasta el hombro color ocre, sin esperar más lanza una bengala de color rojo y por la lejanía de estos seres seguimos sin mayor problema. Nos detenemos a los pies de un bosque con árboles bestialmente grandes y nos bajamos del caballo.

—Cuídate, señora caballa— la acaricio con cariño antes de subir con el equipo tridimensional al árbol más cercano.

—Los animales no hablan— dice Levi llegando a mi lado con una delicadeza ejemplar, como si volar fuese parte de su naturaleza, algo tan común como levantarse por la mañana. Sonrío amistosamente, pero tensa a la vez.

—Lo sé, pero me hace sentir más relajada— rasco mi nuca, nerviosa. No considero normal entablar una conversación con un capitán de forma coloquial.

—... Tenemos que matar a los titanes de los alrededores— ordena con su voz potente, afirmo las espadas y presiono el gatillo, haciéndome paso por los árboles. Inhalo.

—Derecha, abajo, vuelta, ¡Abajo!- susurro mientras avanzo y mato a dos titanes en el paso— Yahoooooo!- grito, no solo por la emoción que es sentir como el viento choca en mi rostro y peina mis cabellos a la vez que dejo atrás a los enormes troncos, sino también para liberar cada sensación negativa que reposa en mi cique, echando cada síntoma de estrés que acumulé gracias al arduo entrenamiento.

—Arriba, derecha, abajo, abajo, arriba ¡Van 5!-—pasé al lado de un recluta que estaba ocupado deshaciéndose de un titán y al cumplir su cometido se sumó a mi aventura.

—¡¿Cómo te llamas?!- mató 1 titán en el proceso.

—¡(T/N) Tachibana! — grité, ya que las voces se perdían en el viento —¡¿Y tú?!- Asesiné a 3 titanes y lo observé con una pequeña sonrisa burlona, aun en el aire. Su largo «tres dedos más debajo de la oreja» y ruloso cabello en un bello color mostaza se movió bruscamente en un árbol, afirmado por el equipo en el tronco y afirmando su cuerpo gracias a su pierna y brazo, por su repentina acción me detengo en el árbol de al frente, haciéndole cara, y es ahí donde puedo distinguir sus facciones masculinas y detalles que por la velocidad no pude deducir; sus cejas son tan tupidas que me llaman la atención, sin duda es el rasgo que más resalta; tiene los párpados caídos, dándole un aspecto inocente y amable, aun así este rasgo no logra opacar sus deslumbrantes ojos celestes que a pesar que nos separa unos 10 metros; puedo deducir que tiene más de un año en la legión por su cuerpo, que tiene marcado numerosos músculos, lo veo gracias a su camisa algo amarillenta por naturaleza, ya que la capa de la legión de reconocimiento se ha transportado por el viento solo a su espalda; Su piel es canela, parecida a la de Eren y no es hasta que me sonríe que me doy cuenta de una dentadura prolija.

—Miguel Conney— pasa delante de mis ojos sin darme tiempo a reaccionar y sigue su camino por la izquierda, alejándose.

Uno para el otro (Levi Ackerman)Where stories live. Discover now