Desde las cenizas/Los vengadores/

Capítulo 116

Elizabeth camino como pudo hasta una pila de escombros, donde se sentó y se recargó en esta totalmente herida. Además de los múltiples golpes y cortes que recibió en la batalla, ahora tenía la mitad de su cuerpo quemado por el poder de las gemas. La quemadura se extendía hasta parte de su rostro, el cual a pesar de saber que estaba en sus últimos minutos de vida, reflejaba una paz que nunca había sentido. Tony veía a todos lados con una inmensa alegría pero al voltear a ver la fuente del chasquido, esta se esfumo tan rápido como la velocidad del sonido, hasta ese instante comprendió lo que Strange le había dicho "Mañana me odiaras por no haberte dicho lo que perderás", y tenía razón, de haber sabido que perdería a dos de sus niños nunca hubiera apoyado su loco plan de traer a todos de vuelta. El pelinegro salió corriendo en dirección de su sobrina y cuando la tuvo cerca, resistió todas las ganas de ponerse llorar ahí mismo.

-No,no,no, ¿Por qué lo hiciste?- el hombre no quería perderla a ella también-Vi...Viernes, signos vitales- pidió Tony quien después de la muerte de Peter, enlazó el brazalete de la mujer a su sistema

-Son graves señor- contestó la IA, pues a pesar de que el brazalete estaba destruido al igual que brazo humano restante de la mujer, seguía funcionando

-Llamitas- Tony apretó sus labios evitando llorar, pero le fue imposible que un par de lágrimas se escaparan- tienes que ser fuerte ¿okey?

-Okey- le dijo Elizabeth en un hilo de voz, pues en la poca consciencia que le quedaba, quería seguir siendo la misma mujer fuerte que ellos siempre vieron

-Vas a estar bien- le aseguró Tony aunque sabía que eso no era verdad y se odiaba a sí mismo por aquello- lo estarás

Tony sintió como alguien lo movía para llevárselo, al darse la vuelta vio a Rhodey quien estaba igual o peor que él al verla así, pues el moreno cada que la veía con una mínima herida, pegaba el grito al cielo y ahora...ahora sentía su corazón ser nuevamente apuñalado después de perder a Peter hace menos de un día. Entendió lo que su moreno amigo estaba haciendo, dejar espacio para que la familia cercana de su sobrina, se pudieran despedir. A lo lejos pudo ver como venían corriendo los padres de la castaña junto con sus hermanos, el rostro de estos aún reflejaba la esperanza de llegar a su lado y que ella estuviera bien, que se podría salvar. Pero estos al tan solo verla supieron al instante que ya no era posible, que inevitablemente perderían a su pequeña niña. Tuvieron que ser tan fuertes como nunca lo habían sido para acercarse a ella y quedarse a su lado hasta su lecho de muerte.

-Mi pequeña- Steve se arrodillo y tomo su mano, la cual aun tenía su escudo en esta- mi pequeña niña, tu no tenías que haber hecho eso, no tu

-Ey, Ey, veme a los ojos- Natasha tomó con cuidado el rostro de la castaña al ver cómo su mirada se perdía cada vez más- veme, por favor- pidió la rusa desesperadamente, pero al ver como está a penas y lo pudo lograr y le sonreía levemente comenzó a llorar, y lo hacía con mayor dolor al ver el esfuerzo de su hija por seguir respirando- No te puedo perder, no puedo hacerlo- con sus pulgares limpio las lágrimas que derramaba Elizabeth, lo que sabía que era señal que le estaba doliendo y le inquietaba el no saber si era física o mentalmente, o ambas

Wanda y Pietro estaban detrás de sus padres viendo a su hermana con completo dolor al no poder hacer nada por ella, querían gritar, llorar o salir huyendo, pero se prometieron a sí mismos que estarían al lado del otro hasta el último de sus suspiros. Pietro se quedó parado como una estatua, pues sentía que acercarse a Elizabeth era aceptar el hecho de que estaba por morir y aún no estaba listo para ver marchar a su pequeña revoltosa. Wanda en cambio sentía que no podía desperdiciar un segundo más lejos de su hermana, por lo que se acercó y se arrodillo a un lado para darle un beso en la cabeza para susurrarle un simple "Yo cuidaré de ellos, te lo prometo", lloró más al meterse a la mente de está y saber que a pesar de estar en graves condiciones se seguía preocupando por su familia.