Desde las cenizas/Los vengadores/

Capítulo 33

Todos los vengadores al llegar a la bodega donde habían rescatado a los adolescentes entraron rápidamente tratando de buscar a Elizabeth, ya que Visión les había dicho que los llamaba al parecer con urgencia. El androide los empezó a guiar por el pasillo en el que se fue la chica, en su camino encontraron a varios soldados de HYDRA tirados en el suelo hasta que empezaron a ver en la pared indicios de que la castaña vengadora había generado diversas explosiones. No veían indicios de ella en el lugar hasta que escucharon un gruñido por lo que empezaron a acelerar su paso por el lugar, cuando dieron la vuelta en un pasillo la encontraron en el suelo. Estaba recargada en la pared con varios golpes en el rostro, una pequeña cortada en la ceja, se veía que estaba resistiendo las ganas de gritar ya que se movía incómodamente en el suelo respirando profundamente.

-Elizabeth- gritaron Natasha y Steve para arrodillare al lado de su hija

-Creo que- gruño del dolor la chica- me disloco el tobillo- señaló su pierna derecha

Cuando la pelirroja se acerco al tobillo de la chica y descubrió la zona pudo ver como su hueso se asomaba por la piel, en el momento que todos lo vieron hasta a ellos les dolió.

-Lo tengo que acomodar- le dijo su madre volteándola a ver con algo de pena

-Solo hazlo- pidió con urgencia, Steve le dio la mano para que la apretara cosa que ella acepto al instante

-Okey, a la cuenta de tres- empezó Natasha- 1,2...- solo se escuchó como el hueso se volvió a acomodar en el lugar, el quejido de Elizabeth y el de todos los presentes

-No contaste hasta tres mamá- se quejo la castaña- pero gracias

-¿Qué paso aquí Eli?- le preguntó Steve

-Todo iba bien, ya no había más soldados hasta que sentí la mirada de alguien, cuando voltee lo vi- los volteó a ver a los ojos- el soldado del invierno

-¿El te hizo esto?-preguntó Natasha generando la confusión del resto ya que no sabían de quien hablaban

-Si, ¿lo conoces?- Elizabeth tenía curiosidad

-Hace cinco años escolte a un ingeniero nuclear fuera de Irán, dispararon a mis neumáticos cerca de Odessa. Perdí el control caímos por un barranco apenas salimos, pero vi al soldado del invierno, yo protegía a mi ingeniero así que le disparó a través de mí- aclaró la viuda Negra, mientras veía como su hija negaba con la cabeza- ¿tú como lo conoces?

-El en un momento me entrenó, además que me enseñó a controlar esta cosa- levanto su brazo de metal- desde que tengo memoria lo llevaban conmigo una vez al año a enseñarme combate cuerpo a cuerpo, usar las armas, cuchillos, usar mi brazo como un arma. Pero nunca pude con él, es como pelear contra un espejo- se empezó a levantar sin apoyar su tobillo derecho en el suelo- por eso los llamé, no podía yo sola contra él

-¿Y que pasó?- preguntó Clint

-Lo trate de detener en lo que llegaban, pero no fue suficiente así que huyo- comentó la chica mientras Steve la tomaba en brazos para dirigirse a su transporte- es lo más letal de HYDRA

-¿Hay forma de encontrarlo?- preguntó el rubio

-Es inútil perseguirlo- le contesto Natasha- lo intente

-¿Cómo están los chicos?- preguntó Elizabeth

-Están bien, lograron hacer un antídoto para los sueros antes de pasara lo que tenía que pasar- le dijo Sam- los salvaste mini- así es como el moreno llamaba a la chica, ya que le decía que era como la versión pequeña de sus padres aunque no fueran biológicos

-Corrección, los salvamos- sonrió abiertamente la chica

Cuando llegaron al complejo hicieron el papeleo correspondiente de la misión y que había salido con éxito a pesar de la huida del soldado del invierno, felicitaron a los vengadores por haber logrado su objetivo y haber salvado a los chicos. Todos ya estaban en sus habitaciones después de haber cenado, Elizabeth estaba en su cama con una férula en su tobillo mientras lo mantenía elevado sobre una almohada. Estaba leyendo uno de los libros que Bruce le había recomendado cuando escucho que tocaban a su puerta.