Desde las cenizas/Los vengadores/

Capítulo 88

Peter hace muchos días que no sabía de su castaña amiga, por lo que decidió visitarla, además que May le obligo a llevarle galletas de las que había cocinado. El arácnido al entrar al complejo encontró a Elizabeth totalmente dormida, a su alrededor había varios documentos de algunas misiones inconclusas de los vengadores, libretas con apuntes de la situación actual en la Tierra, información de las gemas, incluso tenía un pizarrón donde tenía anotadas teorías de lo que pudo haber pasado con los que desaparecieron con el chasquido.

-Eli- Peter la movió con cuidado- despierta, te traje galletas que hizo May

-Hola- le saludo Elizabeth mientras abría lentamente los ojos y se encontraba con una tierna sonrisa de su amigo- ¿Qué haces aquí?

-Hace días que no te veo y que no se nada de ti- señaló Peter mientras se sentaba al lado de ella- ¿Qué es todo esto?

-He estado investigando unas cosas- aceptó la chica Rogers- aunque no he llegado a nada

-Pues parece otra cosa- Peter seguía hojeando los documentos- se que han pasado poco más de dos meses desde que ellos se fueron, pero te lo tienes que tomar con calma, quieres hacer todo en una misma noche

-Por eso mismo- Elizabeth se dejo caer sobre la silla con frustración- aunque me mate buscando información o una forma de traerlos de vuelta por horas, no logro nada y si me lo tomo con calma, menos lo haré

-Entiendo- Peter se limitó a apretar los labios- ven- el castaño le extendió la mano a su amiga para la tomara- anda, salgamos a que te despejes un poco

-¿A donde vamos?- preguntó Elizabeth mientras tomaba con una mano la caja de galletas y con otra la de Peter

-Ya lo verás

Tomaron el autobús para poder llegar al centro de Nueva York, una vez ahí, Peter hizo que Elizabeth se subiera a su espalda para después lanzar sus telarañas. Se columpiaron por un tramo hasta estuvieron en la azotea de un edificio, en la que podían ver toda la ciudad y parte del atardecer. Los dos se sentaron en la cornisa, dejando sus pies colgando en el aire mientras comían las galletas de May en silencio.

-Sabes- empezó a hablar Peter después de varios minutos- siempre vengo a este lugar cuando quiero pensar, puedes ver las luces que alumbran la ciudad, sentir el aire fresco dar directo en tu rostro y sobre todo, aquí no se escucha el alboroto de las calles, es como si...

-No existiera nada más- completo Elizabeth por su amigo quien solo sonrió

-Exacto- el arácnido veía el atardecer con fijación- aquí arriba solo estamos nosotros y nuestros pensamientos, porque incluso los problemas se quedan haya abajo, eso era lo que decía MJ. Le encantaba este lugar, me pedía que la trajera para que pudiera dibujar lo que a su mente le venía. Jennifer solo vino una vez porque le dan miedo las alturas y Ned, fue al primero que traje cuando apenas y teníamos catorce- se estaban escapando varias lágrimas por los ojos de Peter- los extraño demasiado

-Lo se- Elizabeth abrazo al castaño por lo hombros, quien solo dejo caer su cabeza en el hombro de su amiga- tranquilo- la chica pasaba su mano por el brazo de Peter de arriba a abajo tratando de calmarlo- ellos volverán Peter, tienen que hacerlo si o si. Volverán y podrás traer a MJ de nuevo, para que dibuje todos los atardeceres, ayudaras a Jennifer a superar su miedo a las alturas al hacerla subir, y traerás a Ned, incluso hasta cuando sean dos viejos arrugados

-Hasta cuando ya no tenga fuerzas de subirlos, los seguiré trayendo- señaló Peter más animado aunque sus ojos seguían cristalinos- gracias Eli, se supone que yo te venía a animar y tu acabaste consolándome

-Nunca me agradezcas por escucharte Peter, porque siempre estaré ahí para ti sin dudarlo- Elizabeth sonrió levemente- y solo dije la verdad de las cosas