Desde las cenizas/Los vengadores/

Capítulo 68

Elizabeth fue abriendo los ojos lentamente, nunca se había sentido tan desorientada como en esos momentos pero aún así se pudo percatar que estaba en una especie de granero, al querer revisar su cuerpo en una busca de una herida grave noto como la tenían amarrada de pies y manos con unas simples sogas.

-Principiantes- se burló Elizabeth para quemarlas con sus poderes y romperlas fácilmente

Se paró a duras penas y empezó a caminar buscando la salida. Cuando la encontró y abrió la puerta de esta justo se encontró de frente con una pareja, quienes al verla rápidamente sacaron sus armas para apuntarle.

-¿Como escapaste?- preguntó el hombre con una pistola en mano

-¿Tan si quiera tienen la mínima idea de quien soy?- Elizabeth estaba despreocupada por las personas frente a ella pues sabía que por la forma en como tomaban las pistolas, no tenían experiencia alguna con estas o con cualquier otro tipo de arma

-Obviamente niña, eres de las más buscadas en cada continente- le respondió la mujer con dureza- Ofrecieron una buena suma por entregarte a las autoridades

-Creo que no entendieron mi pregunta, ¿saben lo qué puedo hacer?- la pelinegra los veía retadoramente a ambos, lista para atacarlos si ellos lo hacían

-No lo sabemos pero no interesa, porque te volverás a amarrar las manos y los pies antes de que hagas algo más- le ordenó la mujer poniéndole la pistola entre ceja y ceja

-Creo que les debió interesar eso primero- Elizabeth de un rápido movimiento desarmó a la mujer para quedarse con la pistola y apuntarles a ambos, mientras con su mano libre se tomaba las costillas pues apenas y aguantaba el dolor- ¿Cuánto cuesta mi cabeza?

-35 de los grandes

-¿35 mil?- preguntó la adolescente sin apartar la pistola de en frente de ella mientras veía como la mujer levantaba las manos- díganme- exigió disparándoles justo a los pies de ambos provocando que ambos dieran un brinco

-35 millones de dólares

-Mierda- Elizabeth estaba sorprendida nunca pensó que su cabeza valdría tanto- suelta tu arma- le ordenó al hombre

-Tu suéltala

-Suéltala maldita sea- exigió Elizabeth mientras encendía sus pupilas en un rojo vivo y cambiaba el color de las venas de su cuellos a un rojo vivo y otras a un azul eléctrico

El hombre soltó el arma dejándola caer contra el suelo y levantó las manos en señal de rendición. Elizabeth se acercó y tomó el arma para meterla en sus pantalones en la parte de su espalda baja, para después volver a levantar la otra en alto.

-¿Donde estamos?-preguntó la pelinegra sin mostrar expresión alguna en su rostro

-Bélgica

-¿Como llegamos?- Elizabeth quería saber lo más que pudiera, pues aun no alcanzaba a comprender como había llegado hasta esa parte del viejo continente

-En un avión de carga- hablo el hombre pues sabían que no la debían de hacer enojar- pagamos para que nos llevaran sin preguntas

-Mierda- se quejó Elizabeth, cruzó dos continentes sin darse cuenta, estaba sin la más mínima idea de donde estarían sus padres. Además que estaba en un lugar donde no conocía a nadie, siendo una fugitiva- ¿Qué día es hoy?