CAPITULO 16: VEINTIOCHO.

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Me encuentro recostado en el pecho de Alexander mientras él juega con mi cabello.

—Chicos ¿Podemos pasar? —Pregunta Luisa, se me habían olvidado por completo y también a Alexander porque me mira con risa.

—Claro chicas —les contesta.

Entran Luisa y Caitlyn ambas con los ojos tapados, ridículas.

—No estamos teniendo sexo y tampoco estamos desnudos —les digo y se descubren los ojos lentamente, cuando terminan de hacerlo Luisa me mira como buscando en mi cara algo de lujuria.

—Les creo —dice orgullosa.

— ¿Tan solo con mirarme adivinaste eso? —Pregunto mientras me levanto hacia ella a lo cual asiente—. Quiero ese poder para saber cuándo alguien no tuvo sexo.

Alexander me observa sin entender, después de unos segundos se comienza a reír y mira a Luisa y chocan las manos.

—Parecen niños chiquitos —digo mientras cruzo los brazos.

—Puede que sí, pero aun así me quieres —murmura Alexander mientras me abraza y me da un beso en el cachete, a lo cual Luisa y Caitlyn nos ven con un signo de interrogación.

—Somos ya novios.

Luisa grita al igual que Caitlyn, estoy seguro de que si alguien estuviera cerca escucharía esos gritos.

—Ya se estaban tardando —comenta Caitlyn con un brillo en los ojos, desconozco si eso sea bueno o malo.

—Concuerdo, ya se me hacía sospechoso que estuvieran tan cercas. Como tú eres bien mamon—. Me señala Luisa.

—Concuerdo —contesta Alexander y choca las manos con Luisa.

Me separo de Alexander y me hago el ofendido, pero él no me hace caso y me vuelve a abrazar.

—Aunque seas mamon, así te quiero —me susurra y me da un beso en los labios.

Observo a las chicas y están boquiabiertas, me río un poco ante su mirada y beso más apasionadamente a Alexander, tan solo para molestarlas.

—Si quieren nos vamos afuera —dice Luisa con algo de dificultad, esta sonrojada al igual que Caitlyn.

Después de unos segundos nos separamos del beso con la respiración algo agitada.

—Besas muy bien —susurra Alexander contra mis labios.

—Gracias —respondo con algo de dificultad.

—Esto es incómodo —murmura Luisa y mira a Alexander.

—¿Quieres un beso? —le pregunta Alexander a Luisa—. Ven a mí, bésame —. Alexander se acerca con velocidad a Luisa y trata de besarla, ella se aleja mientras Caitlyn y yo nos reímos.

— ¡Aléjate, que asco! —Comienza a gritar Luisa, pero después de unos segundos también empieza a reírse.

Todos nos reímos en sintonía, Alexander entrelaza mis dedos con los suyos y besa mi mano.

Quién lo diría que se podía ser feliz en un lugar como este que normalmente es un lugar donde muere gente con sueños y metas. La felicidad aparece cuando menos te la esperas y cuando llega la disfrutas más, siempre esperas lo peor pero cuando sucede algo bueno la felicidad aumenta.

Hoy en este lugar junto a Luisa y Alexander he conocido esa felicidad, esperaba lo peor, pero ahora me estoy riendo y a mi lado tengo a una gran persona a la cual quiero y también deseo besar.

—¿En qué piensas? —me susurra Alexander.

—En nada —lo observo y todo de él me encanta—. Te quiero.

ReprobaciónWhere stories live. Discover now