Capítulo 7 El festival es una bandera roja (2).

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Thomas iba hecho una furia mientras subía las escaleras al tercer piso donde se encontraba la habitación de su hermana. Sus ojos azules echaban chispas, su cabello rosado estaba despeinado y se le pegaba a la frente por el sudor. Corrió por los pasillos refunfuñando y pensando en lo permisivo que era su padre cuando se hablaba de los hijos del duque Green.

Con solo diez años, ya había escuchado suficiente de las bromas de ese par de amigos que se atrevían a apostar sobre el futuro de los niños. Era consciente de que ambas familias deseaban que sus hijos se enamoraran y se comprometieran. Él por otra parte, prefería que se llevaran tan mal como fuera posible. Asi que se sorprendio cuando volvio de su primer año en la academia, y se  encontró con la escena de los niños siendo mucho más amigables que antes, lo que se le hacía insoportable.

Después de correr todo el camino desde la oficia de su padre hasta la habitación de Lottie, se tomó un segundo para tomar aire y golpeo la puerta. Espero atentamente a que su hermana le permitiera entrar y solo entonces se atrevió a ingresar.


Lottie, ¿Puedo saber que estás haciendo?


El chico la miraba con la frente arrugada y los brazos entrelazados.


Oh, estoy eligiendo un vestido para ir con los chicos al festival más tarde.


La niña se encontraba revisando sus opciones que habian sido colocadas cuidadosamente sobre la cama.


— Hermano, ¡llegas justo a tiempo! ¿Cuál crees que me quedaría mejor?


Thomas observó los dos atuendos sobre la cama.


Por supuesto, el azul.

— Hermano, vendrás con nosotros, ¿verdad?


Lottie lo miró con una enorme sonrisa en el rostro y todo su enfado se fue. Con la cabeza en alto le entregó su respuesta.


— Por supuesto que sí. No dejare que mi hermanita vaya a jugar sola con esos niños molestos.



*******



Al caer la tarde, los cuatro niños tomaron el carruaje más lujoso mientras que en otro vehiculo menos llamativo, subieron tres sirvientas y se dirigieron a la plaza de la capital, escoltados por cinco caballeros.

Les tomó veinte minutos llegar a su destino. Dentro del carruaje todo era silencio. Thomas, se había sentado junto a Lottie y miraba a los niños que habían tomado los asientos frente a él, con fuego saliendo de sus ojos, Liam y Raven parecían totalmente acostumbrados a la actitud del niño y por tal motivo no le prestaron mucha atención.

Cuando llegaron a su destino, lo primero que Lottie notó fue el delicioso aroma de la comida callejera. Los hijos del duque la tomaron de la mano y se internaron corriendo entre el gentío. Thomas y los escoltas los seguían de cerca monitoreando todas las acciones de los niños

La única salida es amar al villanoWhere stories live. Discover now