Génesis

𝐇𝐨𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐟𝐢𝐞𝐬𝐭𝐚

"¡BUENOS DÍAS, HERMANA PEQUEÑA!" Gabriel se abalanza sobre su hermana, sus alas se abren de par en par mientras prácticamente toca a su hermana en su cama y los hace rodar a ambos al suelo.

"¡GABRIEL!", Génesis se dispara en su cama, casi se cae de la cama y se enreda en sus sábanas. "Por padre , lo juro... voy a matarte... O pondré miel en tus alas..." Génesis mira a su hermano, logrando liberarse de sus sábanas.

"¡Me amas, cariño!" Gabriel rebota en la cama de su hermana.

"¿Qué pasa? ¿Papá te dejó demasiadas veces como un novato?" Pregunta Génesis, dándole a su hermano una mirada exasperada.

"¡Vamos a tener una fiesta!" Gabriel anuncia.

"¿Qué?" Génesis pregunta estupefacto.

"¡Una fiesta!" Gabriel canta con entusiasmo.

"Creo... que comiste demasiados dulces, Gabe." Génesis señala.

"Eso no es posible, cielo." Gabriel lo niega con un movimiento de cabeza. "Pero una fiesta... Sí, invité a todos tus amigos. Esas bellezas de Salvatore... Tu nuevo gatito... Parece un aburrido, pero lo que sea. Y el resto de los Mikaelsons. Oye, tal vez, puedes engancharme con la rubia, Original, sexy..." Ante eso, Gabriel mueve las cejas.

"Ummm... Primero que nada, Nik probablemente te matará por mirar a Bekah, si Bekah no lo hace primero." Ofrece Génesis. "En segundo lugar, no la objetives, eso es de mala educación. Y por último, Finn es agradable, así que, no hables así de él. Gabe, ¿necesitamos establecer algunas reglas básicas?" Génesis simplemente suspira un poco.

"Bien, trataré bien a tu 'hijo' más nuevo..." Gabriel pone los ojos en blanco. "Pero sabes, el pequeño Castiel no se alegrará de que mami haya traído a casa un niño nuevo y lo haya echado del nido".

"Castiel estará bien, ha estado solo durante siglos. Sabe que es mi Patito".

"Eso, hermanita, te va a morder el trasero". Gabriel responde, señalando con el dedo a su hermana.

"Oh, muérdeme." Genesis responde.

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"¿Qué estamos haciendo aquí, Elijah?" Niklaus pregunta mientras conducen hacia la lujosa mansión de Gabriel y Genesis, que era mucho más grandiosa y elegante que la de los Mikaelson. Niklaus no estaba envidioso ni resentido, no, en absoluto.

"Bueno, Niklaus, cuando los dos seres más viejos, más letales y más poderosos se muden a la puerta de al lado, les das la bienvenida con una sonrisa". Ofrece Elijah.

"Bueno, al menos sabemos a quién estamos pidiendo prestada esa taza de azúcar". Niklaus gruñe poniendo los ojos en blanco mientras ambos salen del coche y caminan hacia la puerta principal.

"¡Hola, bienvenidos a nuestra humilde morada!" Gabriel florece dramáticamente, abriendo la puerta para dar la bienvenida a la familia Mikaelson, la música ya suena a todo volumen desde el interior de la casa. "¡Adelante! ¡La fiesta ya está animada!"

"¡Hola chicos!" Génesis sonríe, de pie detrás de su hermano.

"Gen." Finn prácticamente vuela hacia Génesis como un cachorro perdido, ignorando a Gabriel para aferrarse a Génesis.

"Hola Finn." Génesis responde con cariño.

"Niño de mamá". Niklaus tose por lo bajo y pone los ojos en blanco.

"Gracias por invitarnos." Elijah ofrece diplomáticamente.

"¡Oye! ¡Parece que llegamos justo a tiempo para la fiesta!" Damon sube los escalones, Stefan justo detrás de su hermano, luciendo un poco melancólico.

"¡Sí! Justo a tiempo." Gabriel aplaude, haciendo pasar a todos, varias personas, incluido la alcaldesa Lockwood y la sheriff Forbes, que ya están allí.

"No pude detenerlo" Génesis ofrece, siguiendo a su hermano de regreso al área principal de su casa, al igual que la mansión Mikaelson, un gran salón de baile.

"Tanto para una pequeña fiesta de inauguración de una casa, ¿eh?" Damon comenta, sosteniendo una canasta de regalo.

"No tienes ni idea", suspira Génesis. "Gabe es como un huracán".

"Oh, un regalo. Sí, ¿por qué no te lo quito? Os doy tiempo para hablar". Gabriel se acerca a Génesis y Damon, guiñando un ojo a su hermana en un gesto exagerado.

Génesis iba a asesinar a su hermano mayor con su propia espada de Arcángel.

Recordó vívidamente la conversación incómoda y franca que tuvo con Gabriel anoche con respecto a los hermanos Salvatore. Primero, su propia incredulidad y conmoción, luego, la explicación contundente de su hermano, seguida de su regodeo y burla.

Génesis se dio cuenta de que en realidad solo podía culparse a ella misma, sin embargo, debería haberlo notado hace días. Ella atribuyó eso al hecho de que su gracia no había estado en pleno poder hasta hace poco, y con todo el caos y eventos que rodeaban a este pequeño pueblo, bueno, obviamente tenía otras cosas de las que preocuparse.

Gabriel nunca la dejaría vivir así, ni en un milenio de años.

"Te apuñalaré con tu propia espada de Arcángel, hermano mayor." Génesis sisea en enoquiano, dándole una mirada.

Gabriel simplemente sonríe y se aleja para ir a socializar en otro lugar.

"Entonces..." Damon silba un poco incómodo, balanceándose sobre sus talones como si intentara iniciar una conversación, pero sin saber cómo.

"Uf. Necesito un trago . O algo... Por favor, dime que hay alcohol." Rebekah entra a la mansión Mikaelson.

"Eres menor de edad, ¿no?" Damon sonríe cuando la rubia Original pasa, acaba de llegar de la escuela con Kol. Hoy había sido un día raro en el que ambos podían fingir ser adolescentes y asistir a la escuela, por supuesto, ambos eran mayores que los adolescentes que pretendían ser, pero eso significaba que podían quedarse más tiempo en Mystic Falls.

"Oh, cállate, Damon." Rebekah responde bruscamente, con la mirada puesta en el champán que pasa en una bandeja.

"¿La escuela es tan mala, Bekah?" Génesis pregunta, genuinamente preocupada.

"Horrible. Esa doppleperra es tan molesta." Rebekah se queja mientras tira una copa de champán antes de tomar otra. "Quiero arrancarle la garganta con los dientes. Es una perra tan remilgada... lo juro, cree que el mundo entero es suyo y gira en torno a ella."

"¿Pasó algo bueno en la escuela?" Pregunta Génesis.

"Sí, bueno... Hay una chica nueva o algo... Ella vino a la ciudad. April... Algo" Rebekah dice un poco despreocupadamente. "Ella es un poco callada. Tiene un gusto de moda horrible. Pero, quiero decir..." Rebekah se apaga.

"Bueno, tal vez le vendría bien un amigo." Sugiere Génesis.

"Los amigos nunca han sido mi fuerte. El último que pensé que lo era, me apuñaló por la espalda. Literalmente". Rebekah comenta con un poco de amargura.

"Nunca lo sabes hasta que lo intentas. De eso se trata ser humano, Bekah. Querías una experiencia adolescente, ¿verdad?" Ofrece Génesis.

"Eso creo." Rebekah responde con duda.

"Y apuesto a que a April también le vendría bien un amigo". Génesis ofrece de vuelta.

"¡Oye, Gen!" Gabriel llama desde el otro lado de la habitación.

"Ugh." Génesis murmura en voz baja. "Será mejor que me vaya antes de que mi hermano haga algo estúpido... Piénsalo, Bekah".

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