Génesis

𝐓𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐦𝐢𝐬 𝐡𝐢𝐣𝐨𝐬

Damon definitivamente no estaba dando vueltas y definitivamente no estaba preocupado. No es que él tenga la obligación de proteger a Génesis... De acuerdo, puede que sí, tenía la obligación de mantenerla a salvo de toda la mierda que de repente cayó en su regazo. Y, maldita sea , Stefan y Elena... ¿Era demasiado tarde para ser hijo único?.

"¡No puedes esconderte, Elena!" Rebekah grita en voz alta, caminando por las cavernas Lockwood, Elena logra escapar en la confusión de Rebekah sintiéndose mal.

"No estoy segura de por qué me siento mal. Deben ser tus chicos tratando de encontrar una escapatoria. Podría perseguirte en mi peor día". Rebekah se burla. "Sabes, estaba teniendo un buen día... De compras con una amiga. Y tuviste que arruinarlo". La voz de Rebekah se acerca a Elena.

"¡Boo!" Rebekah sorprende a Elena, con una sonrisa de suficiencia en su rostro.

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"Entonces, ¿cómo sabemos que estarán en la Casa de las brujas?" Damon suspira, todavía molesto por haber sido incluído en todo este lío, estaba teniendo un buen día él solo. Incluso logró conseguir un libro y buscar algunos videos sobre el lenguaje de señas estadounidense.

"No lo hacemos. Pero si no lo están, entonces tenemos unos diez minutos hasta que Rebekah destroce a Elena". Stefan responde.

"Sabes, si nos sentamos, Esther completa su hechizo, Klaus muere, tú obtienes tu venganza. Es lo que querías todo el tiempo. El único daño colateral es..." Damon se apaga, sintiéndose un poco apático hacia todo esto.

"Elena". Stefan termina.

"Sabes lo que ella elegiría." Damon se encoge de hombros.

"Se dejaría matar para salvar a su amiga". Stefan habla un poco de forma conversacional, francamente, la primera conversación real que ha tenido con su hermano en mucho tiempo.

"Sí." Damon dice.

"Hmmm. Si hacemos esto, la arruinará." Stefan responde en su lugar.

"Bueno, ella nos odiará. La cosa es que solo tiene que odiar a uno de nosotros. Solo uno de nosotros tiene que hacer el acto real". Damon señala. Ella ya dijo que no le importaban sus sentimientos, lo cual dolía escuchar, pero él ya había decidido ser el malo, ¿verdad?.

"Entonces, ¿quién va a ser, hermano?" Pregunta Stefan.

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Génesis se había vuelto curiosa, al menos, esa era una palabra que podrías usar, siempre lo había sido, al igual que Gabriel, uno de sus hermanos mayores, y se había mostrado menos distante hacia las creaciones de su padre que Michael, Lucifer o Raphael.

Ella siempre había buscado protegerlos, nutrirlos y guiarlos. Sus hazañas incluían la formación del Imperio Romano, Alejandro Magno con el Imperio Persa, la formación del Monte Everest y la Aurora Boreal. Por supuesto, nadie pudo probar eso, ella había borrado toda evidencia de sus interacciones en la Tierra.

Por lo tanto, estaba en su naturaleza proteger y ayudar.

"¡Ya vienen, madre!" Finn llama a su madre, sintiendo el acercamiento de sus hermanos.

"No, es demasiado pronto, la luna no está lo suficientemente alta. ¡Iros! ¡Rápido!" Esther insta a Bonnie Bennett y Abby Bennett a que se dirijan a la casa de las brujas.

"Hijos míos, pasar al frente". Esther hace una oferta como un dictador benévolo.

"Quédate a mi lado, madre." Finn advierte.