CAPÍTULO 69

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El joven de cabello negro lo miró fijamente hasta que Bai Yang desvió la mirada. Se encogió de hombros y dijo: "Ya te dije cómo ayudarlo. El Gran Hermano Rey Demonio conoce este método específico desde hace un tiempo. En cuanto a si lo haces o no, eso depende de ti."

El joven de cabello negro abandonó la cámara lateral, dejando a Bai Yang parado donde estaba, completamente perdido.

La puerta se abrió y el Rey Demonio, que había estado esperando afuera, dio un paso adelante. "¿Como estuvo? ¿Se ha curado?"

El joven señor de la ciudad de cabello negro asintió con la cabeza. "Todo curado. No habrá más problemas."

Los labios fruncidos del Rey Demonio se relajaron ligeramente.

"Está adentro", señaló el joven señor de la ciudad hacia el pasillo lateral.

Justo cuando el Rey Demonio estaba a punto de entrar, el joven Señor de la Ciudad de cabello negro le tocó el hombro y dijo: "Te dije que te compensaría. Solo espera."

El Rey Demonio estaba desconcertado por sus palabras, pero el Señor de la Ciudad solo sonrió y no habló más, no estaba dispuesto a revelar más información.

Al Rey Demonio no le importaba nada más y se dirigió a la cámara lateral a grandes zancadas.

Long Hai no lo siguió. Se quedó rígido a un lado; su rostro frío. Sus ojos estaban desprovistos de emoción, como vidrios de colores. "Señor de la ciudad, ¿por qué hiciste eso? Debes saber que Xie Ze Tian fue mi persona elegida."

"¿Oh? ¿Es eso así?" preguntó el joven con una amplia sonrisa. "Es exactamente porque lo elegiste por lo que no te dejaré tenerlo."

"Señor de la ciudad", el tono de Long Hai era tranquilo. "Fuiste demasiado lejos."

"No actúes como si no supieras que soy así". El joven de cabello negro se acercó hasta que las puntas de sus narices casi se tocaron. Con una voz tan suave como el susurro de un amante, dijo: "¿Pensaste que te dejaría ir? Sigue soñando."

Se movió detrás de Long Hai hacia donde el otro hombre no podía verlo. La oscuridad en sus pupilas se extendió de repente, cubriendo el blanco de sus ojos hasta que se convirtieron en dos charcos oscuros. El aura alrededor de su cuerpo también se volvió demoníaca y extraña, como la de una bestia demoníaca en la oscuridad.

"Siempre has estado buscando a alguien que te ayude a salir de Ciudad Espina de Fuego", dijo con frialdad. "¿Cómo puedo dejar que tuvieras éxito? ¡Estaremos juntos por siempre!"

Mientras decía la palabra "para siempre", se inclinó sobre la espalda de Long Hai, con la cabeza casi llegando a la oreja. "Mi querido Long Hai, no dejaré que te vayas. Además, Xie Ze Tian y Ji Zi Xuan se aman. Tarde o temprano terminarían juntos. Incluso sin que yo me interpusiera entre ellos, no habrías obtenido lo que querías."

Long Hai no movió un músculo y solo dejó escapar un suspiro. "El Señor de la Ciudad es verdaderamente testarudo."

El joven de cabello negro se rió entre dientes y la oscuridad en sus ojos se desvaneció hasta que solo quedaron sus pupilas.

El Rey Demonio entró en la cámara lateral y vio a Bai Yang parado en el medio de la habitación con una mirada angustiada en su rostro. Se acercó a él y le preguntó: "¿Te sientes bien?"

Bai Yang escuchó su voz y levantó la cabeza. "Su Alteza."

El Rey Demonio se acercó a Bai Yang, le agarró la cabeza y expuso su hermoso cuello. Luego sondeó el lugar donde el insecto lo había picado con su magia. Después de unos momentos, lo dejó ir y dijo con una pequeña sonrisa: "El gusano del renacimiento se ha ido".

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