Es hora de pasar página, para siempre

41 5 1
                                    


Cuando empecé a volver a ser consciente de que estaba pasando a mi alrededor al principio me sentí muy confundida. Hasta la mas mínima luz me molestaba e igual con el sonido y el tacto. No era capaz de distinguir el lugar en el que me encontraba y ni siquiera estaba segura de lo que me había pasado. Si mi mente no fallaba, una columna del albergue se empezó a caer hacia donde estaba pero después de eso nada, negro. 

Lo mas extraño de todo era que si realmente ese pilar se hubiese caído encima de mi ahora mismo no debería ser capaz de estar siquiera pensando, porque eso era una muerte segura asique algo mas tuvo que haber pasado, sino, esto no tendría sentido alguno. A parte, no recuerdo haberme movido en lo absoluto y aunque lo hubiese hecho, tampoco me hubiese dado tiempo ha evitar que eso me aplastase, así que definitivamente, esta situación no tenia sentido alguno.

Tarde unos pocos minutos es ser consciente de que me encontraba en el hospital ya que. al final había sido capaz de distinguir un pitido constante que indicaba los latidos de mi corazón. Lo mas alarmante de todo era que todavía no había sido capaz de mover un solo musculo ni de ver absolutamente nada, era como si estuviese ahí pero no tuviese el control de mi misma. Estuve así por quien sabe cuanto tiempo hasta que de un momento a otro me pareció oír un montón de ruido. 

Lo primero que distinguí fue el ruido de una puerta al abrirse y lo segundo, una conversación entre, bueno, la verdad es que no estoy segura del todo asique hice el mayor esfuerzo de mi vida para abrir mínimamente los ojos, ya que el oído no me servía para nada. Hice varios intentos seguidos pero nada, no era capaz de mover ni el mas mínimo musculo y al final, para cuando me di cuenta en la habitación parecía que ya solo había una persona. Sentía que me hablaba pero no estaba del todo segura de lo que me decía, algo de despertar y... no se que mas, como ya he dicho, apenas era capaz de distinguir alguna palabra. Aun así, ya era de conocimiento de todo el mundo que era muy tozuda asique me negué a darme por vencido y después de lo que pareció una eternidad fui capaz de mover el parpado, o eso creo.

No parecía que eso fuese a surtir efecto asique cambie de táctica e intente hablar pero en seguida sentí un terrible dolor que ,e obligo a cerrar los ojos con fuerza. La verdad es que el dolor que sentí fue terrible pero por lo menos después de eso fui capaz de abrir los ojos. Tarde mucho en enfocar lo que tenia delante o siquiera de ser capaz de sentir que había alguien agarrándome la mano a mi lado. Intente girar la cabeza pero sentí que había algo que me lo impedía, llevaba un collarín puesto. Fuese quien fuera el que estaba a mi lado, noto mi inútil intento de girar la cabeza y fijo toda su atención en mi. En cuanto se puso frente a mi, pude ver que quien se encontraba junto a mi era mi hermano y al otro lado de la sala, de pie se encontraba Héctor pero... ¿pregunta numero uno ¿cómo había llegado yo hasta aquí? y pregunta número dos ¿qué hacían ellos aquí? me  refiero... que Nakata estuviese aquí tenia sentido pero ¿Héctor? ¿qué había pasado exactamente?

En cuanto desperté, mi hermano se puso de pie y Héctor se acerco a la camilla. Me empezaron ha hablar pero yo no era capaz de entender que era lo que me decían y eso lo único que hizo fue que me asustara, y mucho. De repente los latidos de mi corazón empezaron a ir muy deprisa y de un momento a otro la habitación estaba llena de enfermeras y médicos. No sabia que estaba pasando y odiaba esa sensación con toda mi alma. Siempre me había gustado controlar todo y saber que estaba pasando en todo momento, sino me angustiaba y me ponía muy nerviosa, cosa que estaba pasando ahora mismo.

Si no me equivoco, me inyectaron algo, ya que me pareció sentir una aguja, o a lo mejor solo eran alucinaciones mías, lo único que se es que al poco de eso me empezó a entrar seño y no pude evitar dormirme. Cuando volví a despertar, estaba todo completamente a oscuras por lo que no fue difícil deducir que era de noche ¿pero cual de todas las noches? ¿cuánto tiempo llevaba dormida?. En cuanto hice el mas mínimo movimiento con la mano mi hermano se levanto de una salto de la silla. Por lo menos ahora no había tanta luz y sorprendentemente era capaz de verlo mejor. Hice e, amago de hablar para intentar preguntarle algo pero me hizo el gesto de quedarme callada, asique decidí hacerle caso y empezó a contarme que había pasado sin necesidad de preguntarle nada.

El secretoWhere stories live. Discover now