El secreto

Bienvenida a casa

A la mañana siguiente nos tuvimos que levantar temprano ya que aunque hoy tampoco les dejaran entrenar el entrenador no dejaba que perdieran las buenas costumbres así que a penas a las 8:30 de la mañana ya estábamos todos en la mesa desayunando. Después de esto tenía pensado irme a casa y empezar con las maletas ya que realmente no me sobraba tiempo y aunque me gustaría haber podido pasar todo el tiempo restante con ellos. En cuanto a todos los demás, supongo que los del equipo acabarían contándolo pero tampoco era plan de irme y que algunos ni siquiera lo supieran así que por lo menos les iba a mandar un mensaje.

Para las 9:00 mas o menos habíamos acabado de desayunar asi que ya tenia pensado empezar a irme ya que la gente se tenia que poner en marcha por aqui (aunque todavía no sabía muy bien qué pretendía el entrenador con lo que estaba haciendo) pero antes de eso tenía una conversación pendiente con Celia, Silvia y Cami asi que me puse a dar vueltas por todo el edificio hasta que las encontré en la cocina fregando las cosas del desayuno.

Yo: oye chicas, ¿por alguna casualidad no tendríais pensado de antemano que me quedara ayer para hablar con los chicos ¿verdad?

Silvia: ¿que? puff, que va, seran cosas tuyas.

Celia: pensaba que habíamos acordado que tu no dirías nada, mientes horriblemente mal.

Yo: así que si estaba planeado.

Celia: ¿que? ¿quién ha dicho eso?

Yo: ¿es en serio?

Cami: lo sentimos... es solo que creíamos que a lo mejor no te vendría mal una ayuda...

Yo: vamos no me lo digas asi, ni que estuviese enfadada, realmente os amo por haber planeado eso.

Celia: entonces supongo que saldría bien ¿no?

Yo: claro que si.

Silvia: ¿entonces no te vas?

Yo: ¿eh? ¿como que no me voy?

Celia: bueno... es que pensamos que a lo mejor hablando con Axel o Jude... cambiarias de opinion y te quedarías con el Inazuma Japón.

Yo: pues no... solo que ya no están molestos por la repentina noticia.

Celia: a bueno, pues entonces supongo que te tendrás que ir a hacer las maletas ¿no?

Yo: si... la verdad es que debería irme.

Silvia: bien... pues espero que nos volvamos a ver pronto.

Yo: lo mismo digo...

Y sin más que decir simplemente me fui hacia mi casa. La verdad es que ahora me sentía culpable cuando realmente no se si deberia de sentirme así, me refiero, nos volveremos a ver y supongo que las cosas podrán volver a lo que eran antes ¿no?, o a lo mejor solamente tenía demasiadas expectativas.

El resto del día no hice más que recoger todo en maletas y revisarlas como 4858 veces para que no se me olvidara nada aunque mañana las volvería a revisar. Después, lo único que hice fue salir a pasear después de cenar para pensar un poco de todo e intentar en cierta medida escaparme de la realidad pero la verdad es que no lo logré demasiado bien ya que acabe en un precioso parque solitario llorando en un banco pero bueno.

Hacia las 12 de la noche estaba ya en casa y por el camino no me pasó nada importante para comentar asique enseguida me fui a dormir ya que mañana hacia las 3 de la tarde salía el vuelo. Sinceramente, me daba más pena despedirme de todos de lo que había pensado aunque en cierta parte también me pareciera ilógico ya que parecía que era una despedida para siempre cuando en realidad no lo era. Aun así decidí dejar de rayarme más y al final pude conciliar el sueño.