[Libro 2] Saudade

Capítulo 22

By Asher

Hay muchas cosas que han cambiado desde la última vez que vi a Oliver, supongo que es como debe de suceder todo. Yo sigo tan concentrado en la batalla como me es posible, porque desde que Nathaniel derribó todas mis barreras, no he sido capaz de pensar en otra cosa más que no sea en sus palabras.

Adaptarnos a la ciudad ha sido un poco complicado, yo ya estaba acostumbrado a la gente, a la rutina, al ruido y el bullicio constante, pero el resto de los elegidos no. El único que parece disfrutarlo es Noah, cada noche se transforma en algún animal y sale a recorrer la ciudad. A menudo se pierde así que ahora tiene un celular con el que me llama cerca de la media noche para pedirme que vaya por él.

Las cosas con Katherine han mejorado bastante, no somos los mejores amigos o los hermanos cómplices, pero al menos podemos convivir sin terminar en una pelea o sin que ella termine atacándome de alguna manera. Supongo que es lo mejor para todos, de cualquier modo, seguiremos juntos tanto como dure esta misión.

Y yo procuro ser el líder que ellos necesitan que sea. Procuro siempre estar centrado, ser neutral y mantenerme tranquilo cuando debemos de tomar alguna decisión.

Pero hoy todo es diferente.

Hoy todo parece ser más sombrío. Ya es media noche y yo estoy sentado en el filo de la azotea de un enorme edificio mientras espero a que Noah me llame como lo hace cada noche, y, aunque siempre disfruto el paisaje, esta noche pareciera que la oscuridad se tragó todas las estrellas, porque el cielo se ve como un enorme abismo negro que está listo para absorber todo a su paso.

Miro el anillo que decidí usar de nuevo. Solo por hoy quiero dejarlo puesto. Solo por hoy quiero pensar en Oliver y en lo que teníamos. Si soy sincero conmigo mismo, ya no sé en qué creer. Nathaniel derrumbó todo a lo que me aferré durante este tiempo y siento que estoy navegando sin un rumbo fijo. A mi alrededor no hay nada más que oscuridad y yo estoy de pie en medio del camino aferrado a un faro de luz que es lo único que conozco.

Y ese faro, es Oliver. 

Hoy más que antes, más que nunca antes, necesito verlo. Cinco años atrás, por una mera coincidencia conocí a un humano que cambió mi vida por completo. Mi pensamiento, mis creencias, mis costumbres, mis sentimientos. Como un huracán, Oliver arrasó con todo lo que había a su paso y eso sólo me permitió construir una ciudad nueva, a su lado. Durante cuatro años tomó mi mano cuando la gente me hacía menos por ser un hechicero. Cuando recibía desprecio y culpa, Oliver me sonreía. Simplemente me miraba directo a los ojos y me sonreía y yo sabía que nada más importaba, porque Oliver estaba conmigo.

Y, aunque necesito verlo, sé que es mejor para ambos que no me acerque a él. Lo sé, pero no puedo tolerarlo. Secretamente he deseado que haya una batalla más, que ocurra algo cerca de él para que yo pueda mirar su rostro una vez más. Es lo único que pido. Tal vez no lo merezco, tal vez es la forma en la que el llamado destino me dice que perdí la oportunidad.

El celular se enciende marcando la 1:15, es hora de ir a buscar a Noah. Cuando me da la descripción del lugar donde se encuentra y cuelgo la llamada, mi mirada se pierde en el paisaje que es el fondo de pantalla del celular. Extraño mi antiguo celular que tuve que darle a los elegidos porque es mucho más sencillo y pueden manipularlo de otra manera. Y quizá lo que más me duele fueron los recuerdos que tuve que eliminar de él. Tantas fotografías, tantos momentos junto a Oliver que ahora ya no están.

— ¿Cómo llegaste tan lejos? —Le pregunto cuando lo encuentro sentado en una glorieta apenas alumbrada por las luces de la calle. Reconozco este vecindario, Oliver ahora está tan cerca de mí.

—Tenía muchas ganas de volar, como solía hacerlo en los bosques. Pero me cansé y no hay nada lindo que descubrir por aquí.

—La casa de Oliver está cerca— tan pronto lo digo, me sorprendo de mí mismo. ¿Por qué se lo dije? Tal vez espero que Noah me insista en ir y yo no tenga más opción más que encontrarme con Oliver.