Capítulo 30

42 9 0
                                    

By Asher

Cuando abro los ojos no logro reconocer en qué lugar me encuentro, todo a mi alrededor se ve borroso, oscuro. Tan pronto quiero girarme siento un terrible dolor en el abdomen y de inmediato veo mi mano ensangrentada cuando intento tocar esa parte. Poco a poco voy recordando todo y me hago más consciente de lo que sucedió. Vimos las fotografías de los hechiceros y hubo un temblor o más bien, la tierra debajo de la casa se movió y todo se derrumbó, con nosotros en ella.

Intento sentarme tan pronto recuerdo que Oliver estaba aquí también, pero la herida en el abdomen me dice que me lo lleve con calma, porque ese cristal que me está atravesando va a seguir abriendo mi cuerpo con cada movimiento. Exhalo, tengo que calmarme. Primero tengo que recomponerme yo para poder buscar a Oliver, por eso utilizo mi magia para sacar de forma muy lenta, el vidrio de mi cuerpo. El dolor es muy intenso, siento como va cortando la piel que lo rodea, como la sangre comienza a brotar con más fuerza. Aprieto los dientes y lo saco con un rápido movimiento, sintiendo como me desangro. Pero mi mano toca la herida y recoge la sangre que se escurre por ella, usándola para cerrar las aberturas y coser la piel. Aún así, perdí demasiada sangre, no sé cuánto tiempo estuve desmayado aquí, pero cuando me siento, todo entorno a mí se mueve. Concentrarme es difícil, porque me siento débil y mareado.

Uso toda la fuerza que tengo para concentrarme en lo que me rodea. Lo que queda de los muebles, de las paredes, del techo. Todo está lleno de cristales rotos, así que tendré que ser precavido, otra herida cómo esta y no voy a ser capaz de curarme otra vez. Me quedo en silencio esperando captar algún sonido que provenga de mi hermana o de Noah, incluso quiero escuchar el latido de Oliver, pero no tengo ningún resultado. Me digo que están bien, ellos están bien y yo no puedo escucharlos debido a lo débil que me encuentro.

Quizá podría mover todo usando mi magia. Podría simplemente crear una onda que se lleve todos los escombros, pero ¿qué pasa si en esos escombros está Oliver? Los cristales lo matarían. Inclino el rostro, frustrado. ¿De qué me sirve tener magia si no puedo hacer nada en este momento? Cuando sé que mi prometido está muy cerca de mi, pero yo no puedo ayudarlo.

— ¡Oliver! —grito tan fuerte como puedo, sintiendo que mi cuerpo tiembla debido al esfuerzo.

— ¿Asher? —esa es la voz de Kat. Me sorprende lo lejos que se escucha cuando estábamos mucho más cerca antes de que esto pasara.

— ¿Estás bien? — pregunto intentando percibir de dónde viene su voz.

—No estoy tan mal, ¿y tú?

—Creo que podría estar mejor. ¿Estás sola?

—Sí, pero creo que puedo ver a Noah. ¡Hey! ¡Noah! —ambos esperamos en silencio, pero no hay ninguna respuesta— ¿y Oliver?

—No puedo verlo—admito lo más calmado que puedo— no podremos mover los escombros hasta encontrarlos a ambos.

— ¡Asher! ¡Katherine!

— ¡Nayeli! —gritamos a la par, me siento aliviado de saber que está bien, casi me había olvidado de que ella estaba afuera de la casa.

— ¡¿Están bien?!

— ¡Nayeli, ¿puedes ver algo?! —escucho sus pasos ligeros caminando sobre los escombros, encima de nosotros.

— ¡Veo a Noah! ¡Pero está inconsciente!

— ¡¿Puedes ver a Oliver?! —pregunta mi hermana. Escucharla tan preocupada por Oliver me hace sentir mejor, sé que aunque yo no esté cerca, él estará a salvo.

— ¡Lo veo! —siento que el aire vuelve a mí— ¡Tampoco se mueve!

— ¡Nayeli, dime exactamente dónde están! —me pongo a cuclillas intentando agudizar mi oído para escuchar sus latidos.

[Libro 2] SaudadeOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz