Capítulo 17

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By Asher

Decido que voy a seguir usando mi anillo al menos por un rato, no hay ninguna razón en especial, tan solo me hace sentir mucho mejor cuando lo veo brillando en mi mano, justo como ahora cuando me encuentro recostado en el pasto del gran mirador. Cuando era más joven, mucho antes de irme a la ciudad, me gustaba recostarme aquí durante horas, haciendo nada, solo observando el cielo. Con mi mano extendida cubro al sol y hago que el anillo brille.

Recuerdo perfectamente el día en que Oliver me lo dio, fue un mes después de que yo le pedí matrimonio. Una tarde en la que Oliver no fue a trabajar lo que no me pareció tan extraño porque lo hacía a menudo, lo sospechoso empezó después, cuando insistió en que saliéramos al centro comercial, quizá no habría sospechado nada si no hubiera actuado tan nervioso. Podía escuchar su corazón sin necesidad de usar mis poderes y había estado muy callado, pero no importaba cuántas veces le preguntara si estaba bien, él me respondía que sí.

Recuerdo también que esa tarde comimos hamburguesas en ese restaurante que tenía una pequeña terraza que siempre adoré porque el cielo se veía tan claro y el atardecer era un espectáculo que no tenía ninguna comparación. Después dimos un pequeño paseo alrededor. En la noche, al volver decidimos caminar las últimas calles y fue cuando Oliver me preguntó si recordaba cómo nos conocimos.

—Claro que sí— sonreí, ese había sido uno de los mejores días de mi vida.

—Yo nunca creí que podría conocer a alguien a quien pudiera amar con tanta fuerza y tú te apareciste como por arte de magia...como si fuera el destino— no respondí, sus palabras me dejaban sin aliento y él lo sabía, él conocía todo de mí— lo que quiero decir es que te amo y no hay nadie con quien quisiera pasar el resto de mi vida...

Para cuando pude pensarlo, ya estábamos afuera de la casa apenas alumbrada un poco por un camino de velas que partía desde la reja por la que entramos, hasta la puerta principal. No pude decir nada mientras entraba. También habían lámparas en el techo y todo se veía tan mágico y tan...especial. Adentro el paisaje se repetía y el camino me condujo hacia el comedor donde me detuve, maravillado contemplando todas las luces que poblaban el techo y las paredes.

Me volví hacia Oliver y entonces él ya estaba hincado mostrándome el anillo. No dijo demasiado, solo lo necesario.

—Asher ¿Te casarías conmigo?

Entonces me hinqué frente a él y lo besé con mucha fuerza, sujetando su rostro entre mis palmas. Nunca me había sentido tan feliz ni tan amado como en ese momento. Oliver supo como hacerlo único y sutil porque yo odio todo lo que es llamativo y esa fue la mejor propuesta de todas.

Vuelvo la vista al frente. No me gusta pensar en Oliver porque me hace sentir extraño y aunque tiene dos semanas desde la última vez que nos vimos, sigo teniendo esta sensación en la boca del estómago que nunca desaparece.
Entonces mi celular suena anunciando una llamada de Thomas.

— ¿Qué pasa?

—Se están dividiendo, tres parejas.

—Quédate donde estás— cuelgo y de inmediato salto hacia el río usando la corriente para bajar hasta las cabañas, siguiendo hacia el santuario de los elegidos donde entrenan los demás— Tenemos que irnos. ¡Ahora! Al auto, todos.

—Puedo llevarlos— Me dice Noah.

—Tendrás que guardar tu energía para la batalla. ¡Vámonos!

Todos se acomodan en la camioneta y mientras conduzco a toda velocidad hacia la ciudad, Katherine , sentada en el copiloto habla lo suficientemente alto para que yo pueda escucharla.

[Libro 2] SaudadeWhere stories live. Discover now