Capítulo 20

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By Asher

Bajo de la camioneta y atravieso lo que queda el jardín lo más rápido que puedo. Todo está destrozado y solo hay rastros de los girasoles que rodeaban la casa. Ya no hay puerta, así que al entrar veo como todos los objetos alrededor están flotando mientras se acomodan en su lugar. Las piedras se convierten en muro y poco a poco parece que la sala está tomando su forma anterior. En medio del comedor está Matthew, sus ojos brillantes parecen perdidos al tiempo que reconstruye su casa.

—Asher — sus ojos dejan de brillar cuando me ve, los objetos regresan al suelo de forma suave y yo me acerco.

— ¿Cómo está Nathaniel? —él exhala antes de responder.

—Aturdido, el efecto del veneno tarda mucho en pasar. En cuanto a los tuyos, creo que no puedo decir lo mismo.

— ¿Qué pasó?

—Lo único que sé es que cuando regresé a casa, un phoenix y un seminibus estaban luchando en mi jardín. Cuando el Phoenix se vio rodeado decidió escapar y dejó al aquilae que se divertía con Oliver.

— ¿Qué? ¿Oliver estuvo aquí?

— ¿No te lo dijo tu chico? Él fue quien salvó a tu hermana— no sé qué responder. Cuando Thomas me llamó para decirme que estaban en casa de Nathaniel y que la lucha había salido mal, ni siquiera mencionó a Oliver y yo no pude imaginarme que hubiera estado envuelto en otra pelea y mucho menos que hubiera arriesgado su vida por salvar a Katherine, aunque ese es Oliver, siempre dispuesto a ayudar.

— ¿Cómo está ella?

—Los doctores ya la revisaron. Está muy malherida y también le inyectaron el veneno, pero estará bien. Ese chico, el seminibus no está tan grave como ella.

— ¿Puedo hablar con Nathaniel? —Matthew asiente.

—Subiendo las escaleras, la habitación del centro.

Sigo sus indicaciones sin poner atención a lo que hago. No puedo dejar de imaginarme lo preocupado y asustado que debió de estar Oliver, así que en cuanto abro la puerta de la habitación para encontrarme con Nathaniel, él no tarda ni dos segundos en hablar.

—Oliver está bien— parpadeo aturdido.

— ¿Tus poderes volvieron?

—No, pero no necesito leer mentes para saber que estás muy preocupado por él— su sonrisa es tenue.

Nathaniel está recostado en la cama debajo de las cobijas, el color de sus ojos y cabello se ve apagado debido al veneno y tiene algunos golpes en sus mejillas, lo que no impide que su semblante siga luciendo gentil y amable.

— ¿Qué fue lo que pasó?

—Un phoenix comenzó el ataque, mis poderes no son lo mismo que antes y no escuché al aquilae hasta que ya era muy tarde y me disparó un dardo del veneno— Nathaniel me señala la mesa junto a la ventana. Me acerco y encuentro ahí dos dardos pequeños— no pasó mucho antes de que llegaran tu hermana y el otro chico. A ella también le dispararon, pero no tuvo tanta suerte como yo. El aquilae la dejó caer, desde la azotea— siento un escalofrío, es una distancia considerable— justo en ese momento llegó Oliver. Bueno, él ya estaba aquí, estábamos tomando té cuando atacaron y yo le indiqué que se escondiera, pero creo que lo conoces mejor que yo— sonrío un poco— así que me ayudó a bajar al sótano para esconderme y él volvió a subir. Lo demás, no sé qué sucedió.

Tomo uno de los dardos y lo observo con detenimiento. ¿De dónde lo habían sacado? No estoy seguro de que ese plan sobre utilizar el veneno tenga mucho tiempo, de lo contrario las muertes hubieran aumentado al doble, así que este debe de ser un experimento, están probando qué tan efectivo puede ser.

[Libro 2] SaudadeOù les histoires vivent. Découvrez maintenant