Black -Ron Weasley ✓

14. Navidades.

POV DE NEVAEH

Llegaron las vacaciones de Navidad, aunque mi familia en Bulgaria me ofreció unirme a ellos durante las vacaciones, decidí que tenía que mostrar mi rostro a las personas que solían ser una gran parte de mi vida y la de mi padre.

Molly ya me había enviado varias cartas durante mi tiempo en Hogwarts, invitándome a quedarme con ellos, queriendo que me sintiera como en casa, como si fueran mi familia.

La madriguera era hermosa, su casa estaba rodeada de la belleza de la naturaleza.

Pero me resultó difícil estar cerca de ellos, intentar entablar conversaciones. No era lo mismo sin mi padre, pero realmente quería intentarlo, intentar ser parte de ellos como mi padre hubiera querido. Fue difícil cuando todos ellos me recordaban a él.

—Es gracioso, te pareces tanto a él que a veces ni siquiera se siente como si se hubiera ido.

Mi cabeza se volvió ante el sonido de Remus su voz. Él sonrió debajo de su espeso y ajetreado bigote y se sentó a mi lado en los escalones al frente de la casa. Instantáneamente pude sentir su calor cerca de mí.

—Desearía ser más como él.

—Tienes mucho más en común con él de lo que piensas. Tienes la fiereza de tu padre, luchas por lo que es correcto. Eres valiente, inteligente y posees ciertos dones que otros solo podrían desear.

—Gracias, Remus. Lo extraño.

—Como yo, pero lo hace mucho más llevadero cuando estás aquí con nosotros.

Le sonreí, una sonrisa genuina que era rara para mí. Remus tenía uno de los corazones más bondadosos. Conocía a mi padre desde hacía años y sabía lo mucho que había significado para él. Me dolía el corazón sabiendo cuánto probablemente lo extrañaba.

Entramos juntos, uniéndonos a todos los demás. Todavía no sabía cómo actuar con la mayoría de ellos, ya que no había hablado con ellos durante tanto tiempo, hice mi mejor esfuerzo. Especialmente cuando Ron estaba cerca, tenía miedo de hablar con él, miedo de lo que pudiera decir, miedo de lo que pensaba de mí. Se estaba haciendo tarde, una por una las personas empezaban a prepararse para irse a la cama. Remus y Tonks se estaban despidiendo. Remus no se sentía muy bien porque pronto habría luna llena, podía verlo en sus ojos.

Así que subí las escaleras, decidiendo que probablemente era hora de dormir un poco. Mientras admiraba la casa de madera de los Weasley, casi no me di cuenta de que alguien estaba llamando mi nombre. A mitad de camino en las escaleras me detuve, mi corazón dio un vuelco al oír su voz diciendo mi nombre.

Me di la vuelta y, de manera bastante inesperada, lo encontré solo dos pasos más abajo que yo, mis ojos mirando directamente a los suyos. Sus ojos parecían tener un color marrón aún más profundo que la última vez que los miré, tal vez porque habían pasado meses desde que los había visto de tan cerca.

—Nev, ¿podemos hablar?

—Yo- mi voz se quebró a la mitad, internamente palmeándome la garganta. Me aclaré la garganta y jugueteé nerviosamente con el dobladillo de mi camisa.— Sí. Deberíamos hablar.

Me hizo señas para que me sentara en las escaleras, así que lo hice. Se sentó a mi lado haciéndome sentir tan pequeña pero no era incómodo. Ron nunca podría hacerme sentir incómoda.

—Sé que no he sido el mejor amigo para ti últimamente y quiero disculparme por eso. Estabas pasando por-

—Ron, realmente no deberías disculparte. Si alguien debería ser el que se disculpe, esa debería ser yo.— Respondí.

—No, estabas lidiando con algo que debió haber sido muy difícil para ti y no te ayudé. Necesitabas tiempo y todo lo que hice fue empujarte para que trataras de hablar conmigo.

—Quería hablar contigo, tenía miedo de que si lo hacía terminaría perdiendo todo de nuevo. Sé lo egoísta que suena ...

—No es egoísta, eres todo menos eso.

—Yo sólo- me detuve, mirando cómo la mano de Ron ahora sostenía la mía. Casi no me había dado cuenta por lo bien que se sentía. Nunca había estado más segura de nada en la vida. Necesitaba aferrarme a eso, necesitaba aferrarme a él incluso si eso significaba que mi corazón se rompiera de nuevo en el futuro. Merecería la pena.

Miré hacia arriba, sus ojos ya buscaban mi atención. Se inclinó hacia delante. Todo en él me hizo olvidar el mundo que nos rodea, bueno, casi.

De repente, una conmoción afuera rompió la tensión y llamó nuestra atención.