2. Sonrisa.

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Nevaeh se despertó con un fuerte estruendo procedente de la planta baja que sonó como cacerolas y sartenes cayendo sobre las tablas del suelo de madera. Después de dar vueltas y vueltas toda la noche y ver salir el sol en la mañana, pensó que solo se había quedado dormida durante una hora, pero este no fue el caso. De hecho, había dormido todo el día, el sol estaba a punto de ponerse una vez más.


Su corazón dio un vuelco y se apresuró a saltar de su cama. Le tomó más de un segundo darse cuenta de donde estaba hasta que escuchó a una mujer gritar con una voz estricta.-No permitiré nada de esto en la casa,¡Dejad de agitar esas varitas!

Miró el reloj de la pared y se quedó sin aliento al ver la hora. El tiempo no le molestó tanto, fue la cantidad de horas que durmió lo que le sorprendió. Por primera vez en tres semanas había dormido más de una hora. Aunque su estado mental no cambió mucho, su cuerpo se sintió descansado.

Con una sonrisa maliciosa en su rostro, la chica se metió en la ducha y se puso ropa limpia después. Aun así, no se molestó en deshacer las maletas sabiendo que se iría a Hogwarts más temprano que tarde. Era extraño cómo su vida estaba cambiando tanto. Ya extrañaba aún más los paisajes de Bulgaria y a sus amigos.

Desde los once años, Nevaeh había asistido al instituto de Durmstrang. A pesar de que era una escula para varones además de ella, disfrutaba cada día que pasaba allí. Con su mejor amigo, Viktor Krum, no pasaba un día sin una de sus aventuras misceláneas. Pero eso parecía haber pasado hace mucho tiempo. Es una locura cómo tu vida puede cambiar en una fracción de segundo, un segundo y CRASH, tu vida se hace añicos en un millón de pedazos.

Vacilante, Nevaeh bajó las escaleras. Se preguntó si estaría abajo. Si era así, quería prepararse mentalmente, pero aún no estaba segura de si alguna vez sería capaz de hacerlo. Su estado mental era un desastre en este momento.

Se inclinó sobre la barandilla cuando escuchó voces provenientes del piso inferior. Podía ver a varios pelirrojos, Hermione y otro chico al que no recordaba haber conocido antes, pero le parecía terriblemente familiar.

Cuando se acercó a ellos, la escalera crujió haciendo que todas sus cabezas se volvieran hacia la morena. Sus ojos brillaron a la misteriosa chica. Navaeh tenía una leve sonrisa en su rostro que todos regresaron felices. Los ojos de Navaeh se posaron en el chico de cabello azabache que parecía tener su edad. Llevaba gafas circulares y tenía una cicatriz precaria en la frente, en forma de rayo. Fue entonces cuando se dio cuenta de que era el niño famoso que vivía, Harry Potter, alias el ahijado de su padre.

Los dos compartieron una sonrisa insegura y Harry estaba a punto de decir algo cuando uno de los gemelos lo hizo callar.

-Escucha, están hablando de ti, Harry.-Susurró uno de los gemelos. Nevaeh hizo una nota mental para averiguar cuál era cuál para no avergonzarse a sí misma llamándolos con nombres equivocados.

Dejó de caminar y se paró junto a Ron. Se inclinó sobre la barandilla para ver qué estaba pasando y notó una cuerda blanca que colgaba hasta el nivel inferior. A ambos lados colgaba una oreja, una oreja real pero por supuesto estaba encantada. Podían escuchar exactamente de qué se hablaba en la habitación de abajo.

-¿Qué esta pasando?-Preguntó Nevaeh en voz muy baja. Ron sonrió al escuchar la voz de la chica por primera vez. Tenía el más mínimo acento debido a que vivió en Bulgaria durante toda su vida. La habían criado hablando ingles la mitad del tiempo, pero aún así, el acento búlgaro era evidente. Ron encontró entrañable el acento.

Ron se inclinó más cerca, sus brazos se tocaron y susurró.-La Orden está teniendo una reunión, Harry fue atacado por un par de Dementores. Estamos tratando de obtener más información usando el oído expandible.

Black -Ron Weasley ✓Where stories live. Discover now