18. Grawp.

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Después de un día sin incidentes lleno de O.W.L. Los cuatro salieron a caminar. Harry se culpaba a sí mismo por todo y estaba deprimido, con la cabeza gacha.

-Harry, esto no es tu culpa, en todo caso es nuestra.- Dijo Hermione y tanto Ron como Nevaeh asintieron con la cabeza.- Te convencimos.

-Pero acepté. Intenté con todas mis fuerzas ayudar y todo lo que hice fue empeorar las cosas. De todos modos, ya no importa porque no quiero jugar más, todo lo que hace es que te preocupes demasiado. te importa cuanto más tienes que perder, así que tal vez sea mejor-

-¿qué?

-Hacerlo solo.

-¡Psst!- el alto gigante se dio a conocer, acercándose sigilosamente a ellos pero con cautela como si tratara de no ser atrapado por Umbridge.

-¿Hagrid?

-Síganme.- fue todo lo que dijo Hagrid. Los cuatro obedecieron pero cuestionaron la sospecha de Hagrid confundidos con su misterioso comportamiento. Hagrid los condujo al oscuro bosque prohibido.

Ron apretó la mano de Nevaeh aún más fuerte que ella. El recuerdo de arañas gigantes arrastrándose por el bosque no era exactamente tranquilizar su mente.- Hagrid, ¿por qué no puedes decirnos adónde nos llevas?- Preguntó Harry, pero Hagrid ignoró su pregunta y siguió caminando.

El bosque estaba oscuro y el aire se espesaba a medida que avanzaban. Hubo un silencio incómodo hasta que de repente el suelo empezó a temblar. La cabeza de Nevaeh se animó con asombro cuando un grupo de centauros pasó corriendo, ajenos a su presencia. Había visto centauros antes, en las tierras altas de Bulgaria, criaturas salvajes y cautelosas hasta que siguió visitándolos y finalmente se ganó su confianza.

-Nunca había visto a los centauros tan alborotados, a veces son peligrosos.- Hagrid farfulló.- El ministerio restringe su territorio mucho más, van a tener un levantamiento total en sus manos.

-Hagrid, ¿qué está pasando?

-Siendo un ser tan misterioso no los molestaría en absoluto con eso, pero con Dumbledore fuera, podría estar metiéndome en un saco en cualquier momento. Simplemente no podría irme sin contarle a alguien sobre él.- El suelo empezó a temblar de nuevo, pero esta vez no eran centauros salvajes. Un gigante incluso más grande que cualquier cosa que hubieran visto jamás apareció a la vista. Dos ojos sombríos miraron a los cuatro intrusos.

-Grawp, te traje algo de compañía.- el gigante de cinco metros de altura se acercó. El trío dorado dio un paso atrás instantáneamente, pero Nevaeh se mantuvo firme. Por mucho que pudiera ser tímida con los demás, nunca lo fue con ninguna criatura mágica.

-No podía simplemente dejarlo, porque ... es mi hermano.- dijo Hagrid. Nevaeh se sintió como una hormiga en comparación con el gigante y levantó la cabeza para mirarlo a la cara. A pesar de que era gigantesco, una mirada inocente se cruzaba en sus ojos.

-Caray.

-Bueno, en realidad medio hermano. Es completamente inofensivo.- Dijo Hagrid, pero sus palabras no se parecían mucho a la verdad cuando Grawp saltó hacia adelante y envolvió sus dedos alrededor de Nevaeh. Jadeando y soltando involuntariamente su mano, Ron le gritó a Hagrid que hiciera algo.

-¡Grawp, eso no es educado!

Nevaeh, por otro lado, se limitó a mirar sus lóbregos orbes.

Aunque sus dedos casi la asfixian, ella no tenía miedo porque podía ver que él no tenía la intención de lastimar a nadie.- Grawp, hemos hablado de esto, ¡no agarras! Es Nevaeh, tu nueva amiga.- Hagrid gritó, pero Grawp seguía mirando a la pequeña niña, estudiándola con asombro.

Ron agarró rocas del suelo y, enojado, las arrojó a la cara de Grawp, gritándole que bajara a su novia. Nevaeh soltó una risa entrecortada y le indicó a Ron que se detuviera.

-Ron, está bien, deja de tirar cosas.

Ron frunció el ceño y se preparó para golpear la rama de un árbol contra la pierna de Grawp, pero el gigante no estaba dispuesto a hacerlo y pateó al pelirrojo con el pie.

-¡Grawp! ¡Suéltala!

-Está bien, Grawp, ponme en el suelo.- Dijo Nevaeh y aunque trató de usar palabras educadas, lo dijo en un tono firme. Grawp pareció entender y de mala gana la dejó en el suelo. Ella se tambaleó un poco hacia atrás, pero Ron la mantuvo de pie, colocando firmemente sus manos en sus caderas.

-Maldita sea, ¿estás bien?- preguntó en un tono profundo y Nevaeh asintió sonriendo.

-Creo que tienes un admirador.- dijo Harry, sonriendo mientras el gigante rebuscaba entre sus pertenencias y regresaba caminando con el manubrio de una bicicleta. Extendiendo su mano hacia la pequeña morena, ella agarró el manillar oxidado. Insegura pero interesada en los gigantes, tocó el timbre adjunto y sonrió ante su feliz reacción.

Finalmente, terminó interactuando con el gigante durante el resto de la noche. Le gustaba Grawp y el sentimiento parecía mutuo. A ella le resultó natural. Estaba más que dispuesta a cuidar de Grawp y pasó tiempo con él en caso de que Hagrid se viera obligado a dejar Hogwarts.

-Estás loca, ¿lo sabías?- Ron se rió entre dientes, rodeando con un brazo el hombro de la chica. Estaban sentados en su sala común.

-Por qué, gracias, Weasley. Pero ¿cómo es eso?- preguntó ella, apoyando la cabeza contra su pecho.

-Grawp casi te aplasta hasta la muerte y tú te quedaste ahí con una sonrisa en tu rostro.- Ron se rió entre dientes.

-Pero no me estaba asustando, se veía tan inocente con esos grandes ojos sombríos.- Dijo Nevaeh, haciendo pucheros con los labios pensando en Grawp de quien ella era bastante fuente.

-Tal vez deberías dejarme por él, ya que no se nos permite estar a veinte centímetros de distancia el uno del otro.

Nevaeh estaba a punto de reír cuando se enderezó y lo miró a los ojos con expresión de sorpresa.- ¿Hablas en serio? ¿Umbridge estableció esa patética regla?

Ron la miró asombrado, escuchando su adictiva voz. Las palabras que salían de su lengua con ese acento búlgaro fue una de las cosas que más le gustó.- Repitelo.- él dijo.

-¿Qué?

-Establecido.- dijo exageradamente con una evidente sonrisa en su rostro.

-No.- dijo Nevaeh, cruzando los brazos sobre el pecho y frunciendo las cejas como una niña.

-Porfavor, dilo de nuevo.- Rogó Ron, sacando el labio inferior y mirándolo con ojos de cachorro. Nevaeh soltó una risa entrecortada y juguetonamente le empujó el hombro.

¡Está bien!- ella se inclinó más cerca, sosteniéndolo mientras le susurraba al oído.- Establecido.- Ella se rió al ver su sonrisa satisfecha y se reclinó contra su pecho.- Pero en serio, ¿por qué hizo una regla tan estúpida?- Nevaeh suspiró.

-No lo sé, pero no creo que sea capaz de alejarme de ti.- Murmuró Ron. El corazón de Nevaeh dio un brinco y ella sonrió besándolo en los labios, amorosamente.

Black -Ron Weasley ✓Where stories live. Discover now