2. Mantenerse fuera de su distancia.

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-¿Te cortaste el pelo? ¡Casi no te reconozco!- Ginny chilló de emoción al ver a la pequeña morena.

-Sí, supongo que necesitaba un cambio.- Murmuró Nevaeh, mirando por encima de los hombros de la chica pelirroja, mientras Draco se alejaba de ellos. Su postura perfectamente recta sin la más mínima falta de confianza y arrogancia. Realmente no entendía por qué Draco actuaba de esa manera. Nunca habían interactuado así.

-¿Y bien? ¿Quieres venir?

Nevaeh fue sacada de sus pensamientos y miró a Ginny que parecía buscar la atención de Nevaeh.

-¿Ir a dónde?

-Para sentarse conmigo y los otros Gryffindors, sé que alguien se muere por verte.- Dijo Ginny con una leve sonrisa.

Un nudo instantáneo se atascó en su garganta. Una voz en su cabeza que le decía que saliera del tren lo más rápido posible y que no mirara atrás. Pero, de nuevo, la voz se sintió débil, quería ser fuerte, tenía que ser fuerte. Ya no podía permitirse resbalar.

Un pequeño asentimiento llevó a Nevaeh siguiendo a la pelirroja hasta la parte trasera del tren. La docena de estudiantes que miraban fijamente pasaron desapercibidos para la propia niña, ya que estaba demasiado atrapada en sus pensamientos.

-No puedo creer que hayas vuelto, todos han estado tan preocupados. Especialmente cuando no escuchamos, sabes qué, no importa. Me alivia que estés bien.- Ginny divagó. No es que Nevaeh oyera, estaba demasiado ocupada con sus pensamientos.

Ginny se había vuelto bastante alta, lo que hacía imposible que Nevaeh viera frente a ella. Ella simplemente siguió su ejemplo y mantuvo su varita al alcance de la mano. Se había convertido en un hábito de ella. "Mantén tu varita cerca en todo momento", su nuevo dicho favorito.

Nevaeh miró hacia arriba cuando de repente se volvió sospechosamente silencioso a su alrededor. Podrías haber oído caer un alfiler. Normalmente disfrutaba del silencio al máximo, pero ahora era insoportable, lo que le hacía querer arañarse los oídos, querer gritar para romper el silencio.

Todos tenían la boca colgando de sus pies. Mirándola como si fuera un fantasma.

Un par de ojos azules encontraron los de ella, pero faltaba algo. La mirada que compartieron como la primera vez que se vieron, una mirada de emoción y esperanza, no estaba ahí.-¿Nevaeh?- Ron cuestionó como si apenas la reconociera. Aparentemente, Nevaeh no era la única con círculos oscuros debajo de los ojos, parecía que Ron no había estado durmiendo en absoluto. Pero parecía haberse vuelto aún más alto y sus hombros eran aún más anchos.

Fue entonces cuando sus ojos encontraron el suelo, tratando de escapar de la situación. Antes todo lo que quería en ese momento era estar de regreso en Bulgaria y no tener que enfrentar estos obstáculos, no tener que enfrentar sus miedos pero ya era demasiado tarde.

-Deberías haber visto lo que pasó allí, ¿Nev ha vuelto para qué? ¿Dos segundos? Y Draco ya está siendo el idiota que siempre es.

-¿Estás bromeando? Voy a matar- comenzó Ron enojado, pero Nevaeh lo interrumpió.

-No fue nada, lo manejé.

Black -Ron Weasley ✓Where stories live. Discover now