Black -Ron Weasley ✓

15. Vuelta a casa.

Un golpe en la puerta del dormitorio despertó a Nevaeh de un profundo sueño. Dormir finalmente se había vuelto más fácil para ella ya que las pesadillas eran menos frecuentes, pero esta vez no fueron las pesadillas las que la despertaron.

Cojeó soñadoramente hacia la puerta y se frotó el sueño de los ojos antes de abrirla. Un Ron completamente despierto estaba parado en la puerta que se abría. Su rostro estaba pálido y parecía preocupado por algo. La neblina se despejó de la mente de Nevaeh y dio un paso adelante.

-Ron, ¿está todo bien?

-Es papá, él, hubo un ataque en el ministerio. Está en San Mungo en este momento, recibiendo atención médica.

-¿Qué? ¿Atacado? ¿Qué pasó?

-No lo sé exactamente, pero vamos allí ahora. Lo siento, solo quería avisarte.

-No por supuesto-

-Ron, realmente tenemos que irnos.- Dijo George, asomando la cabeza por la esquina del pasillo. Ron asintió y se volvió para irse cuando Nevaeh lo detuvo. Antes de que pudiera hacer algo, ella se apretó contra su pecho, abrazándolo con fuerza.

-No te preocupes, estará bien.- Nevaeh susurró tranquilizadoramente. Ron le dedicó una leve sonrisa y la apretó con fuerza antes de apresurarse tras sus hermanos. Todo lo que Nevaeh podía hacer es esperar y esperar el bienestar del señor Weasley.

Solo durmió una hora hasta que la despertó el baúl de Lucy cerrándose con un ruido sordo. Nevaeh miró hacia arriba y miró a su amiga completamente vestida. No quería preocupar a Lucy y se despidió con un abrazo de las vacaciones.

Cuando comenzó la mañana, Nevaeh empacó su ropa y se preparó para regresar a casa. Hermione la puso al corriente de lo sucedido en la noche y le contó cómo Harry tuvo una visión sobre lo que le sucedió al señor Weasley. Fue atacado por una serpiente, para ser más exactos, parecía ser la serpiente de Voldemort. Pero a partir de las actualizaciones recientes, descubrieron que el señor Weasley estaría bien y tal vez incluso pasaría la Navidad con ellos, por ahora tenía que pasar varios días en el hospital, sanando sus heridas.

Se sintió nerviosa al entrar a la casa por segunda vez. No solo volvería a ver a sus amigos, sino también a su padre. Habían intercambiado varias cartas, pero era muy diferente a tener una conversación en la vida real.

Se sorprendió bastante al encontrar todo el lugar decorado. Se apresuró a entrar y dejó caer su baúl en el pasillo. La puerta se abrió y Sirius asomó la cabeza hacia adentro. Dejando escapar un chillido, Nevaeh saltó hacia su padre y hundió la cara en su pecho. Nunca hubiera pensado antes que fuera posible anhelar tanto el abrazo de su padre.

Los dos entraron y Nevaeh se alegró de encontrar a sus amigos sentados a la mesa. Había llegado un día después a la casa porque se olvidó por completo de comprar regalos para todos y se tomó un día para visitar el Callejón Diagon. Fue todo un viaje, nunca antes lo había visitado.

Envió sus regalos a sus amigos por medio de búhos, algunos a sus amigos en Bulgaria, incluido uno de sus mejores amigos, Viktor Krum, envió un libro de criaturas mágicas y un brazalete encantado a Lucy Finnigan, una caja de ranas de chocolate a Neville Longbottom porque él la había ayudado varias veces a orientarse por el castillo, ella le envió un cuaderno de cuero a Hermione, una bufanda a Ginny, algunos dulces a los gemelos Weasley, delantales de cocina a juego para el Sr. y la Sra. Weasley, varios libros para Remus y Tonks, un marco para Harry con una foto del trío dorado y ella misma, a su papá le envió un traje nuevo, varias corbatas y un frasco de notas que él podría leer durante los próximos trescientos sesenta y cinco días y finalmente envió boletos de temporada para la copa mundial de quidditch para Ron y un suéter verde marino que pensó que le quedaría muy bien. Al final del día estaba exhausta pero casi se olvidó de una persona muy importante, una que la trajo a esta nueva vida, Dumbledore. Ella le escribió una carta para agradecerle personalmente y explicarle cuánto ha hecho Hogwarts por ella. También tomó una foto del hermoso castillo, en un momento en que el sol se veía perfectamente detrás de sus muros y los colores eran más vibrantes que nunca.

Su padre envolvió un brazo alrededor de su hombro, pero una vez que Ron vio a la chica, no tardó mucho en encontrarse cerca de ella, abrazándola en sus grandes brazos. Ambos dejaron escapar un suspiro que no se dieron cuenta de que habían estado conteniendo y sintieron que se calmaban con la presencia del otro.

Debemos haber estado abrazándondonos durante bastante tiempo porque para cuando se apartaron todos los miraron boquiabiertos en estado de shock.- No te preocupes, Ronniekins, está enamorado.- George bromeó, Fred le dio un choca esos cinco y los demás les sonrieron además de Ron, por supuesto, quien les dio a cada uno una ligera bofetada en la cara.

Nevaeh puso los ojos en blanco ante la sonrisa de su padre y se sentó junto a él, lista para disfrutar de la deliciosa cena.