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Capítulo 10: Lograste sobrevivir al ayer.

Solo unas horas más, unas horas más y se terminaba la preparatoria.

Tomé una bocanada de aire y empujé las puertas del comedor. El olor a comida llegó a mí, así que rápidamente me uní a la fila para poder conseguir algo.

Ya con mi bandeja, busqué alguna cara familiar. En el centro localicé la cabellera pelirroja de Prairie.

—¡Último día de clases! —la escuché gritar desde la mesa donde se encontraba. Solté una carcajada mientras me dirigía hacia ella, sentándome en su derecha.

—Hola, señoritas —saludó coquetamente Cody abrazando a la pelirroja para después dirigirse a mí.

—¡Cody! —mencioné aceptando su abrazo.

—¿Emocionadas por el último día de clases? —preguntó arrugando levemente la nariz, mientras tomaba asiento enfrente de nosotras.

—¿Alguien podría no estarlo? —bromeó Prairie.

—Se de alguien que esta extremadamente emocionado por lo que pasará hoy —murmuró divertido posando su vista a mis espaldas.

—Cody... —advirtió Owen con la mandíbula apretada, llegando a nuestra mesa—. Hola, chicas.

—Hola, rubio.

—Hola —murmuré viendo cómo se sentaba a mi lado.

—Hola, hola —dijo Chloe, seguida por Janik y Avery.

Todos nos dedicamos a almorzar, mientras reíamos y hablábamos.

—¿Alguien tiene clase de geografía después? —preguntó Chloe picando su comida con el tenedor, para después llevárselo a la boca.

—Es cierto —concordó Janik asintiendo—. La refrigeración está apagada.

—Creo que no le dieron el mantenimiento adecuado —continuó Chloe—, o algo así.

—¿La refrigeración sin servir en junio? —se indignó Avery.

—Suerte que es el último día —mencionó Owen con la mirada fija en su plato.

—¡Ah! —exclamó Prairie con una sonrisa irónica—. Pero son bien buenos para cobrar las colegiaturas, ¿verdad?

Me encogí de hombros riendo entre dientes al igual que el resto.

—¡Owen, tengo otro! —exclamó de la nada el pelinegro—. ¿Por qué la luna vomitó?

—Ay no... —oí a Owen decir, haciendo que riera y lo golpeara con mi codo levemente.

Los chistes de Janik nunca eran graciosos, pero eso no quitaba el hecho de que siempre los escuchábamos.

—¿Por qué? —le siguió Cody mordiendo su labio ocultando una sonrisa.

—Porque estaba llena —terminó de contar entre risas.

—Jan... —volvió a exclamar el rubio, lo voltee a ver con el ceño fruncido. Él estaba con una mano en su cara, pero al estar yo de su lado vi que con ella ocultaba su sonrisa.

Owen notó mi mirada, haciendo que ambos sonriéramos y yo lo dejara de ver.

—¿Realmente te estas riendo de tu propio chiste? —observó el rubio incrédulo.

—Prairie, ¿no comerás? —quiso saber Avery, haciendo que todos dejáramos de reír y la miráramos.

—Desayuné en casa —se limitó a contestar, para después beber de su botella de agua.

TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora