38 (pI)

27 2 0
                                    

[CS]

Capítulo 38 parte 1: ¿De qué estás hablando, Cody?

Las velas encendidas eran lo único que iluminaban en la oscura habitación.

Owen intercalaba su mirada entre ellas y yo. Las comisuras de sus ojos se arrugaron al sonreír abiertamente, la luz de las velas brillaba contra su piel haciendo que recuperara su brillo natural.

Lucía tan feliz.

Ojalá pudiera detener el tiempo y que su felicidad durara para siempre.

Sopló las velas cerrando los ojos un segundo sin perder la sonrisa.

—¿Pediste un deseo? —pregunté quitando las velas de entre las galletas.

Asintió acercándome una galleta con la letra A. La mordí aprobando el sabor de ella.

—¿Ow? —pregunté viéndolo comer galletas—. ¿Podemos ir a una parte?

—¿A dónde? —inquirió curioso parándose de su lugar y acercándose a mí.

—Sorpresa —rasqué mi mandíbula nerviosa.

—Déjeme irme —río abrazándome por los hombros—. No, mejor déjame aquí.

—Te gustará —insistí girándome a verlo—. Es por tu cumpleaños.

Él me miró antes de tomar un par de galletas con una mano y entrelazar la otra con la mía.

Por favor que no pase algo que haga que me arrepienta.

[🌩️🌩️]

—¿A dónde vamos, Lor? —preguntó impaciente el rubio, yo solamente seguía conduciendo por la solitaria carretera.

—Ya casi llegamos, Ow.

Mientras nos íbamos acercando al apartamento de los chicos sentía mi corazón bombear con fuerza. Owen no habló hasta que me estacioné y llegamos a la puerta del lobby del apartamento de Cody y Janik, mi novio me miró exigiendo una explicación.

—Antes de que me taches de traidora —comencé con el dedo índice señalándolo—. No quiero que pierdas una grandiosa amistad por un mal entendido.

—Lorelai...

Lo miré suplicándole en silencio de que cooperara, con un suspiro de intermedio y empujó las grandes puertas de cristal.

—Son muchas escaleras —dijo—. ¿Segura que quieres subirlas? Todavía podemos irnos.

—Ya lo he hecho miles de veces.

Subí un par de escalones antes de detenerme por completo y mirarlo. El rubio estaba en el inicio de las escaleras con la mirada perdida.

¿Qué estoy haciendo?

Bajé los escalones llegando hasta el primero, pasé mis brazos por sus hombros al mismo tiempo que él pasaba los suyos por mi cintura.

—Si quieres podemos irnos —murmuré—. Perdón por obligarte a venir.

—Está bien —me atrajo más a él—. Solo necesito un poco de tiempo.

Nos quedamos así un tiempo hasta que me soltó y subió el primer escalón.

—Vamos —sonrió—. Subamos esos dos pisos.

[🌩️🌩️]

Sin aliento llegamos a la puerta, tomé un par de respiraciones profundas y miré al rubio.

TormentaWhere stories live. Discover now