Prólogo

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Con un nudo en la garganta abrió el grifo de la regadera, no tuvo tiempo de regular la temperatura del agua cuando sin previo aviso sus lágrimas empezaron a correr furiosamente por sus ya sonrojadas mejillas. Inclinó su cabeza hacia atrás dándole permiso a las gotas de agua helada golpear sin compasión su cara combinándose con sus lágrimas, el eco de las gotas cayendo al suelo junto con sus sollozos era lo único que se escuchaba hasta que un desgarrador grito de impotencia y dolor salió desde el fondo de su garganta.

El agua fría ya estaba haciendo de las suyas, su cuerpo empezaba a entumecerse y los fuertes escalofríos no lo dejaban; su respiración se encontraba entrecortada, pero cada vez derramaba menos lágrimas.

Con un último sollozo cerró el grifo y salió de la ducha, llevó su puño a la boca intentando silenciar sus sollozos acercándose al espejo que colgaba de la pared; por un segundo desconoció al chico que se encontraba reflejado. Intentó regular su respiración, sus ojos se encontraban irritados a causa del llanto, sus labios se habían tornado morados azulados a causa del frio y su piel estaba pálida; gotas de agua aun resbalaban por su cuerpo dejando su rastro.

Una última lagrima solitaria salió de su ojo izquierdo bajando lentamente, la cual quitó con brusquedad haciendo que un mechón de cabello cayera por su frente obstruyendo su vista. Esa acción le recordó que era momento de regresar al mundo "real", con un profundo suspiro procedió a retirar el mechón rubio de su vista dejándole ver una vez más al desconocido reflejo.

Su hoodie verde fue lo que le dio el calor reconfortante, obligándose a sí mismo de reprimir cualquier sentimiento.

La última acción que el chico realizó antes de salir del baño fue regalarle una falsa pero convincente sonrisa a su reflejo, a fin de cuentas la gente a su alrededor no sabía reconocer una falsa sonrisa cuando se la mostraban.

Sin más se alejó de ese lugar dejando atrás al reflejo familiar para él, pero desconocido para el resto.

Se encontraba destruido, pero la pregunta es: ¿qué tanto lo estaba?  

TormentaWhere stories live. Discover now