Pelirroja Peligrosa

7. Descuidadas

Trina

Me levanto, dejando de estar encima de Ostyn, corro hasta Flex, lo empujo y me alejo lo más rápido de allí, mientras intento que mis lágrimas dejen de mojar mi rostro, pero me es imposible.

Evito a mi amiga, Sandal, la cual intenta hablarme cuando estoy ya en la salida de la institución y huyendo lo más rápido que puedo. Por suerte, no tengo que explicarle nada a nadie, pues no vivo en el dormitorio de chicas, así que no hay ni una sola persona que pueda preguntarme por mi estado.

Llego a mi casa, que no está muy lejos y como siempre la puerta se encuentra abierta, así que no tengo que poner las llaves.

Mi madre es muy descuidada, pero como pasa de mi existencia, no me preocupa, yo haré lo mismo.

Avanzo, la casa es un desastre, está todo tirado, parece que no limpian nunca aquí, aunque supongo que fue una discusión. Miro de refilón a su cuarto, pero ni loca me atrevo a entrar y descubrir si sigue con uno de sus tantos hombres. Cuando se halle lúcida será la mejor opción para hablar ¿Por qué lo digo? Ya veo cuántas botellas se tomaron esta vez, se encuentran todas desparramadas en la sala.

Apuro el paso y entro a mi habitación, la única ordenada y limpia de la casa, porque obvio, cuido mis cosas.

Abro mi armario para agarrar ropa, así poder ir a ducharme, pero me detengo mirando mi chelo, fue un regalo de papá. Cierro rápido las puertas, entonces tomo lo que vine a buscar y de forma veloz corro al baño.

Una vez termino, me tiro en la cama, pero el agua no me ayudó en nada, no me relajó, porque vuelvo a llorar. Cierro los ojos e intento dejarme perder por el sueño, aunque es casi sin suerte, no funciona, es tan triste.

~~~

Me levanto intentando lucir espléndida, peino mis bucles rojos y me visto con mi falda a cuadros y mi camiseta, unas zapatillas no muy caras, pero que están bien.

Listo ¡Hoy será un mejor día! Agarro la mochila que ayer no llevé al colegio y me dirijo a la institución. Una vez estoy en la entrada me llega la mala suerte, porque veo a Flex dirigirse hasta mí, se pone a mi lado, para caminar a mi velocidad.

—¿Qué quieres? —digo molesta.

—¿Por qué llorabas ayer? —Levanta el puño—. Si Ostyn te hizo algo, te juro que...

—¿Tú? ¿Contra el superhombre? Sí, claro —expreso con sarcasmo.

—¿Disculpa? Soy el jefe de mi pandilla.

—Ni siquiera puedes vencerme y lo quieres derrotar a él, deja de soñar.

—Conejita, por favor, me preocupo por ti.

Me detengo furiosa, entonces él hace lo mismo, pero más calmado, luego me giro a mirarlo.

—Ah, y estabas muy preocupado cuando estabas sobre los labios de esa otra, ¿no?

—¡Juro que fue un desliz! —insiste.

—Sí, claro —vuelvo a usar el sarcasmo—. Tus bolas no decían lo mismo cuando viniste a contarle a Ostyn que te golpearon otra vez ¿Qué? ¿Zury ya se vengó?

—¿Qué? No, ya la eché de la pandilla, juro que no hay nada entre ella y yo.

—No me interesa.

—¿Por qué llorabas ayer? —insiste otra vez y toma mis manos.

Me suelto, me siento rabiosa.

—¡Déjame en paz! —Alzo la voz apenas vuelvo a caminar.

Lloré por ti, estoy harta, no dormí casi nada, pero jamás lo sabrás, antes prefiero tirarme debajo de un tren.

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Un poco de trasfondo para la pelirroja, más adelante nos introduciremos más en Ostyn, pero va a tardar, porque él es el misterioso de la "relación" ahre. Muy pronto volvemos con la comedia, que me puse sería metiéndome en la vida de Trina jaja. 

Atte: Vivi.