6. ¿Quién eres?

425 58 22
                                    

Trina

¿Quieren pelea? La van a tener. Doy pasos fuertes en el pasillo y muevo mi palo de manera y hago tronar mi cuello cuando me detengo en frente del enemigo.

—Con que robándome territorio otra vez, ¿eh? —expreso fríamente.

—Conejita, tú lo pediste —se burla mi ex.

—¿Yo? —Lo señalo con mi vara—. Tú me engañaste, vas a pagar.

—Y tú pronto me rogarás.

—¡Ja! Sigue soñando ¿Vamos a pelear o qué? Gallina.

—¡El director! —grita uno—. ¡Finjan que no hacen nada!

Nos ponemos todos contra las paredes y silbamos. El hombre serio y con cara de amargado pasa sin mirarnos, luego cuando se aleja nos ponemos en posición de combate otra vez. Lo enfrentaríamos como a los profesores, pero sin él no habría escuela, hay que respetarlo.

—¿Lista, conejita? —pregunta Flex—. Vas a rogar que volvamos.

—Y tú vas a perder las bolas. —Muevo el palo y le doy a su entrepierna—. Adiós a tus crías, conejito —expreso con mi gran sonrisa de loca.

—¡Destrúyanlos! —grita adolorido en el suelo y comienza la batalla.

Le pego a uno con el palo, a otro con una patada voladora, al que sigue le doy un puñetazo, le pongo el pie a otro más y finalizo con un codazo al que me viene por atrás.

—Eso les pasa por enfrentarse a mí. —Veo a varios tirados y apoyo mi vara en mi hombro, sin dejar de sostenerla—. Yo ganaré esta guerra.

—Ostyn, ayúdame —expresa Flex mientras continúa en el suelo.

Me paralizo, alzo la vista, no lo había notado allí, realmente es una persona que anda desapercibida si no prestas atención, por ello ni sabía de su existencia y eso que es alto. Ostyn se encuentra un poco alejado del grupo, tomándose su refresco, sin importarle lo que ocurre a su alrededor, pero cuando se percata que lo llaman se acerca.

—¿Qué pasa? —pregunta el chico de cabello negro.

—Nos van a quitar esta parte de la institución, haz algo —pide mi ex.

—De acuerdo —responde sin importancia.

—¡¿Quién te crees que eres?! —le grito a Ostyn y me sobresalto cuando su mirada se impregna en mí—. ¡Bien, pelea! —Me dirijo a golpearlo, pero me esquiva todos los palazos que intento darle—. ¡Quédate quieto!

—Si me quedo quieto me vas a pegar, no tiene sentido.

¡¿Pero qué le pasa a este chico?!

Miro a mi grupo.

—¡Atáquelo! —ordeno y todos niegan con la cabeza—. ¡Cobardes! —grito y se asustan.

Bien, hagamos esto a la antigua, tiro el palo y utilizo los dos puños. Uno, hago el primer puñetazo, lo esquiva, dos, también lo evita, tres, intento una patada, pero no logro nada ¡¿Qué clase de entrenamiento tiene este chico?! El cuarto golpe es el más fuerte, me emociono por casi darle, sin embargo cambia de táctica, toma mi mano, me gira y caigo, mi espalda choca con el suelo, entonces termino adolorida justo allí.

Ostyn continúa parado y no se mueve, qué piernas largas, desde este ángulo puedo malpensar cualquier cosa. Me sonrojo al estar mi cabeza entre sus piernas y él observarme desde lo alto.

¿Por qué es tan genial? Es un experto.

—¿Estás bien? —me consulta, mientras balbuceo sin saber qué responderle, así que agrega—: No debiste hacer eso, te pudiste haber lastimado, es peligroso.

Frunzo el ceño, pero no me muevo de donde estoy tirada.

—Yo soy peligrosa.

Sonríe.

—Pelirroja peligrosa.

—¡Vámonos, Ostyn! —lo llama Flex y él lo sigue—. ¡Este lugar ya es nuestro!

¡Maldición, otro territorio perdido!

Quedo de estúpida un poco más tirada en el suelo, miro mal a mi grupo cuando se acercan, porque fueron unos cobardes, entonces al verlos retirarse, me levanto despacio y busco a Ostyn. Es que de alguna forma me intriga mucho, definitivamente es el punto fuerte de su grupo. Si no me deshago de él, nunca ganaremos.

Horas después al fin lo encuentro en la azotea de la institución.

—Así que aquí estás —declaro viéndolo sentado en el borde—. No tienes miedo a las alturas, ¿qué otros dones tienes?

—¿Qué? —Se da cuenta de mi presencia.

—¡Sí! —Salto y me siento a su lado—. ¿Quién eres? ¿Un superhombre o qué?

Se ríe.

—¿Disculpa? Yo no soy eso que dices, soy un chico normal y corriente, como todos.

—¡Encima humilde! ¿No te das cuenta de tus habilidades o cómo? No entiendo, eres todo perfecto, haces todo bien.

Vuelve a reír.

—¿Qué te pasa? Estás loca, ya veo porque salías con tu conejito, son tal para cual.

—¡No metas a Flex en esto! —me quejo.

—¿Por qué no? —Enarca una ceja—. Soy su amigo y me estás hablando.

—Por favor, ni siquiera vales para él, te usa y la prueba más grande es que nunca me ha contado de ti, si fueras tan importante yo sabría de tu existencia. Eres su subordinado y siempre lo serás, pásate al bando ganador.

—Siento decir esto, pero si él no te contó de mí, quizás la que no era importante eras tú —declara y me llega una sensación horrible, como si me hubiera clavado un puñal en el corazón—. Piénsalo, eres la jefa de los Slash ¿Por qué iba a salir contigo sino era para obtener tus dominios? Yo concluyo que a la que usaba era a ti. Por mi parte, yo estoy porque quiero, así que la invitación a tu grupo es denegada, lo lamento.

—¡Mentiras! —grito furiosa y lo empujo, no se esperaba eso, así que se cae para atrás, yo tropiezo terminando sobre él, levanto la cabeza—. ¡Él me amaba y todavía me ama! —Mis ojos se humedecen—. ¡Por eso quiere recuperarme, no por un estúpido territorio! —Zamarreo su remera.

Sus ojos grises me observan de manera intensa, parece un robot analizando lo que digo.

—Tienes razón, yo no sé lo que piensa, solo fue una suposición, me disculpo.

Las lágrimas terminan por escaparse, mojando mi rostro y cayendo algunas en el suyo, mientras él mantiene su seriedad.

—¿Quién eres? —vuelvo a preguntar, porque no puedo entender sus reacciones—. Tú...

—¿Qué está pasando aquí? —Oímos en la puerta de entrada de la terraza, entonces vemos a Flex.

—Mierda —maldice por lo bajo Ostyn.

Mi ex se acerca.

—¿Se puede saber qué están haciendo? ¿Por qué lloras? —consulta mientras nosotros quedamos petrificados.

Ni yo sé lo que estoy haciendo, no tengo idea de qué responder. Estoy destrozada, supongo que en algún momento tenía que llorar, no lo podía reprimir para siempre. 

Pelirroja PeligrosaWhere stories live. Discover now