40. Un empujoncito

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Trina

Suspiro por quinta vez y hasta el profesor que me tiene miedo me mira mal.

—Señorita, si no le gusta mi clase, retírese, por favor.

Vuelvo a suspirar sin importarme lo que dijo. La verdad tengo sentimientos cruzados. Por un lado me di cuenta que soy una tóxica y por el otro, no puedo dejar de tocarme la mejilla. Es un beso inocente y sin sentido, pero no puedo evitar sentirme como boba enamorada. Sin embargo ese podría ser mi último acercamiento con Ostyn. No puedo seguirlo más, todos mis planes fueron un éxito, pero son de muy mala calaña. Nunca debí haber escuchado a Sandal ni a Diryon, pasé de delincuente menor a persona peligrosa.

—¡Quizás estoy exagerando, pero estoy sufriendo! —chillo mis pensamientos al aire, por ser tan intensos que ya no me alcanza la cabeza para que entren—. ¡¿Ostyn, por qué es todo tan difícil?!

—¡Que se retire! —grita el profesor.

Refunfuño, pero agarro mis libros, los guardo en mi morral y me voy del aula. Aunque no avanzo mucho, pues en el pasillo me cruzo con otra pelirroja, la cual no me deja pasar.

—Quítate —digo molesta.

—¡Ay, eres hermosa! —expresa encantada.

—¿Eh? —exclamo confundida—. ¿Gracias? ¿Y tú quién eres?

—Nae, la prometida de Ostyn.

Un puñal en el corazón dolía menos.

—¿Q... ¿Qué?

—Relaja la raja, no es lo que te imaginas. —Se ríe—. Es arreglado y no hay nada sentimental en eso.

—¿Y qué haces aquí? —digo desconfiando.

—Vine a ayudarte con Ostyn.

—¡¿Qué?! —Me sonrojo—. Digo, no, mejor no, las últimas veces que me dieron planes, salieron tan bien que fueron muy malos.

Se carcajea.

—No es un plan, son consejos.

—No entiendo ¿Por qué me ayudas?

—Me cae bien Ostyn, pero como amigo. Él solo me odia porque su papi lo quiere obligar a casarse, sin embargo no tienes de qué preocuparte, pues eso no va a ocurrir. No te inquietes, te ayudaré con total sinceridad.

—Creo que tienes un pequeño problema con eso y se llama orden de restricción, no importa que tengas las mejores intenciones.

—¡Ah, pero si yo ya estoy enterada!

—Sí, bien, aconseja a Ostyn de quitarla, no creo que vaya a pasar —digo decepcionada.

—¡Puf! —Mueve la mano—. Ostyn la revocará pronto, de eso no te preocupes. Deja de estresarte, te saldrán canas.

—¿Cómo estás tan segura? —Enarco una ceja—. ¿Sabes que Ostyn es el mejor amigo de mi ex?

—Sí —pronuncia tranquila.

Frunzo el ceño.

—Dime ¿Por qué estás tan segura? —insisto.

—Tú deberías saberlo, él no es así.

Me sonrojo.

—Yo... hice algo malo y debo pagar.

—¿De verdad crees que la orden de restricción es para que tú pagues? —Se ríe—. Es obvio que quiere verte.

Mi corazón se acelera.

—Cállate, no reanudes las esperanzas que acabo de matar.

—No te alarmes, les daré sus empujoncitos y luego me iré —dice emocionada—. ¡Amo armar parejas!

—¿A dónde irás? —Parpadeo rápido.

—Tengo que tomar un avión. —Se va corriendo.

—¡¿De qué empujoncito hablas?! —chillo, entonces la sigo.

Aumento mi velocidad para perseguirla, ya ni veo hacia donde me dirijo, voy tan rápido que me choco con alguien.

—¡Ay! —Me caigo al suelo.

—¿Estás bien? —Veo a Ostyn, el cual se inclina para ayudarme a levantarme.

—Gracias. —Río nerviosa, luego reacciono—. ¡Juro que no te estoy siguiendo, fue sin querer, sé que no tenía que estar de este lado de la academia, pero...! —Me callo cuando pone su dedo en mi boca, luego lo aleja y sonríe, así que suspiro.

—Sobre eso, ya llamé a mi abogado, puede que te hayas pasado, pero yo también. No soy así, no pongo en problemas a otros, lo siento mucho.

—Ah, yo, eh...

Me muero aquí y ahora.

—¿Amigos? —Alza su mano.

—Bueno —digo tímida y la tomo.

—Me alegra.

¡Me derrito!

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Nos despedimos de Nae, que vino por estos capítulos para arreglar las cosas entre Ostyn y Trina ¿La volveremos a ver? No lo sé, pero ahora comienza la amistad entre Trina y Ostyn, se va a poner intenso 7u7

Atte: Vivi.

Pelirroja PeligrosaWhere stories live. Discover now