28. Una intensa abejita

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Trina

Han pasado días desde la situación con la carta. Me intriga demasiado Ostyn, quiero saber más. Me cansa que Flex lo use, sé que es su amigo, pero me da mucha rabia.

Dibujo corazoncitos en mi hoja y escribo "Ostyn" dentro de cada uno de ellos, luego suspiro. Sí que soy intensa, me pregunto si en esa carta la palabra la pensó Ostyn. Muerdo el lápiz. Si tan solo pudiera averiguar cuál sugirió quién.

Se escuchan unas trompetas y todos dejan de copiar el pizarrón, yo no, porque no había comenzado. Mis compañeros se dirigen corriendo a la ventana para averiguar. Luego estoy yo, que me levanto de mi asiento sin mucha importancia y despacio, para después unirme a los chismosos.

¿Uh? ¿El ejército? ¿Qué mierda?

Hay unas tropas caminando detrás de un hombre en específico, parece su jefe o algo así. No conozco al señor, pero me suena de algo.

Veo a Ostyn en la entrada y ni lo pienso, me voy muy rápido del aula, corro por los pasillos, bajo las escaleras del edificio, entonces como si fuera un auto de carreras llego a toda velocidad a mi meta.

—¿Qué pasa? —consulto cuando lo alcanzo.

—Es mi padre —se limita a decir.

—¡¿Tu padre?! —chillo.

—Sí. —Puedo notar el odio en su mirada, no deja de observar a la tropa que avanza.

—Gran llegada —susurro.

Sinceramente no me importan estos militares, solo me da curiosidad por Ostyn, sobre todo su malhumor, pues en una oportunidad me dijo que no se llevaba bien con su padre y creo que su enojo no necesita presentación.

—¿A qué habrán venido? —agrego, rompiendo el silencio.

—Control —contesta inexpresivo.

Se mantiene tan frío y serio que no parece Ostyn, sin embargo ese es su lado oscuro, el cual se nota que tiene, pero que no muestra tanto.

Me da tanta curiosidad.

—¿Control? —susurro.

—No importa. —Se gira para irse y lo sigo—. Me mantendré al margen y quizás me salve de cruzarme con él.

—Te acompaño. —Sonrío.

—No quiero.

—¿Por qué no?

Se detiene y hago lo mismo, se gira a mirarme, continúa serio.

—Eres la novia de mi amigo.

Frunzo el ceño.

—Soy su ex.

—Es lo mismo, de una forma u otra estás involucrada sentimentalmente con él. —Enarca una ceja—. Me traerás problemas, Flex se enfadará conmigo, lo va a malentender todo.

—Flex te usa, déjalo.

—Flex es mi amigo, el único de hecho ¿Por qué terminaría mi amistad con la única persona que no me tiene miedo? No hay lógica en lo que me dices.

—No entiendo por qué te temen, eres muy simpático —opino y me lo pienso—. ¡¿Es por lo de la clase 22, cierto?!

—Eso es tema aparte. —Rueda los ojos.

—Bueno, me estoy cansando, es difícil tener una conversación contigo enojado, tómate un refresco y baja tus niveles de estrés, te ves fatal —aclaro, entonces se ríe y me sonrojo—. ¿Qué? ¿Qué? —repito.

—Ojalá pudiéramos ser amigos —afirma.

No sé si sentirme dolida porque me mandó directo a la friendzone o sentirme feliz porque quiere tener una relación más cercana conmigo.

Mi cerebro explotará.

—¡Pero podemos serlo! —chillo.

Y luego te enamoraré con mis encantos.

—No puedo, Flex lo malinterpretaría.

—¡¿Qué tiene Flex que no tenga yo?! —me quejo.

Aparte de algo entre las piernas, claro.

Se ríe.

—Que siempre ha estado conmigo —contesta feliz, luego suspira—. Hasta en los momentos más difíciles.

—Necesito saber. —Levanto los puños—. ¿También estuvo cuando ocurrió lo de la 22?

—Sobre todo en esa.

—¡Dime! —insisto.

—No —exclama cortante.

—No te acosaré por una semana si me cuentas sobre El monstruo de la clase 22 —tiro directo y se forma un silencio—. Por favor.

—¿Hablas en serio? —Enarca una ceja—. ¿Y por qué una semana? —Se ríe.

—Es mi límite. —Muevo el cabello—. Ni creas que te desharás de mí tan fácilmente.

—Bien, de acuerdo. —Se gira—. Acompáñame, vamos a la clase 22.

¡Oh, cielos, lo logré!

Lástima que sacrificaré a mis ojos por una semana, pues no podrán ver a Ostyn en ese tiempo y morirán de inanición, por la falta de su encanto, es que es su alimento, su néctar para vivir, por eso solo espero que valga bastante la pena el esfuerzo.

Sí, lo sé, soy bien intensa. 

Pelirroja PeligrosaKde žijí příběhy. Začni objevovat