Archer | Daryl Dixon | ❤️ The Walking Dead

2.13 Judge, jury, excutioner (Part two)

2.13 Judge, jury, excutioner (Part two)

Canción: Hard sometimes - Ruel

Nelea llora un poquito sintiéndose algo sola en un tronco lejos del bullicio de la casa, sólo que ahora le hacía falta la compañía de Dale; solloza y sus hipidos son en voz baja para no llamar la atención de nadie que estuviera cerca. Regresa después de haber encontrado cinco caminantes por ahí matándolos sin miramientos, la mirada fría y severa de la doll cuando estaba en campo peleando era la misma mirada de un felino a punto de atrapar a su presa al igual que la de Daryl; sin ánimos de buscar más caminantes por ahora se regresa hacia la tienda con Daryl quien aún sigue ahí algo conmocionado por lo que acababa de pasar con la chica trabaja en su tienda para hacerla un lugar más acogedor para ambos y menos como un cuartel supersecreto de un cazador experto con su propio surtido de armas; si Nelea era honesta él es bastante ordenado con excepción de cuando llevaba prisa daba la impresión de ser todo lo opuesto pero no era así. Se levanta cuando ve a la chica caminar hacia él cubriéndose la cara con ambas manos, corre espantado con ella para saber qué fue lo que le pasó.

—Nel, ¿Qué pasó?—Dice él levantándole el mentón para que la vea, Nelea sigue sollozando un poco y el rubor le cubre las mejillas del esfuerzo y la falta de aire, no se ve sucia y no hay rastro de los caminantes que acababa de matar hacía unos minutos—Hey, pequeña, hey, mírame.

—Lori no me quiere más cerca de Carl. Dice que no debería suplantar su lugar Daryl—Dice ella desviando la mirada del menor de los Dixon, quien tiene sus bellos ojos azules (y ligeramente verdes) en los de ella y él se sonríe preso de la ternura ¿De verdad lloraba por eso?—Y yo quiero mucho a Carl.

La chica se lanza a abrazarle, él la recibe en brazos. Aún es rara la sensación de acunar a la doll entre sus brazos y sin duda era más que satisfactoria. No la calla, deja que llore a sus anchas y la toma con cuidado de la cabeza para acariciarle el cabello que tiene restos de hojas secas de árboles ¿Dónde había estado?. Él sonríe preso de su recuerdo de su primer encuentro y le quita las hojas de su cabello negro ondulado.

—Todo está bien. Sólo está nerviosa por lo de hoy ¿Bien? No le puede prohibir a su hijo nada, él ya tomará después sus decisiones. Él también te quiere Nel, lo sabes—Dice tratando de darle ánimo (cosa totalmente nueva para él y que teme cada segundo por decir algo que la pueda herir más). Nelea siente que él besa su frente y eso la pasma sintiendo una increíble sensación de felicidad. Era él el que le había dado el beso ¿verdad?; ahora siente que quiere seguir llorando pero de la felicidad. Sabía que no era sencillo para él pero lo intentaba poco a poco. Daryl Dixon siempre sería más acciones que palabras, justo lo que ella amaba. Ella asiente con una carita de puchero que derrite a Dixon por dentro—Creo que tengo algo de café que me dio Hershel hace unos días, ven a tomar uno. Iré a cazar en un rato puedes venir conmigo si quieres para no quedarte sola, es más te enseñaré a disparar la ballesta. Veamos de qué estás hecha Nelea.

Ella asiente satisfecha de lo que acaba de pasar con el reto de la ballesta en mente, se separan para que él le ponga agua en la fogata, aún resistirían las llamas para que calentara al menos esa poca de agua para el café de la doll.

—Tus flechas quedaron muy bien, me serán muy útiles Nelea. ¿Dónde aprendiste?—Él intenta hacer un poco de conversación para que ella se distraiga, le pasa un poco de papel que tenía de reserva para que se limpie la cara y se suene la nariz. Ella suspira antes de hablar esperando poder hacerlo.

—En mi otro grupo, tenía una amiga que era muy buena arquera. Me enseñó a tallar arco y flecha por si perdía mi katana un día aún recuerdo lo que me enseñó al parecer, ¿No es chistoso? Me encontré contigo que da la casualidad de que eres un arquero también—Dice ella ya guardando la calma. Está viendo al arquero que prepara su ballesta y acomoda un par de flechas más que él mismo hizo por si se perdía o se rompían las flechas si fallaba un tino y se rompían con el impacto al árbol—Me alegra que hayan quedado bien.