0.2 Tell me something, Rick Grimes.

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0.2 Tell me something, Rick Grimes.

Los sonidos de quejidos de caminantes ahora eran ensordecedores. Sería a penas la una de la mañana, Rick había revisado a la chica: Sin mordeduras de caminante. El intentar desabrocharle la ropa les dio pena, pues aquel vestido había sido colocado con sumo esmero. Tanto, que se notaba que incluso la horquilla enredada en su cabello había sido colocada especialmente para ella antes de quedar enredada en su cabellera café oscuro.

—Es tradicional— Menciona Daryl, quien no se ha apartado de su lado, aún le está quitando hojas secas que contrastan en su cabello color chocolate, ya tiene varias hojas en su pantalón y en el piso se empieza a motear con hojas secas— Este tipo de tela... No es de las que se comprar en una tienda corriente, le revisé la falda en busca de etiquetas o algo para ver si podíamos saber algo más de ella... Pero todo parece estar hecho a mano, hasta las cuerdas del vestido carecen de etiqueta.

—Estaba con alguien—Menciona Rick a su lado. T-Dog estaba amarrando al prisionero a uno de los postes del edificio: un edificio de cuatro plantas que antes eran de oficinas. Se veía la ciudad en completa penumbra antes Atlanta por las noches era un espectáculo de luces y sonidos de todo tipo, ahora la única luz (y bendito Dios que era tiempo) era una preciosa luna llena. Rick no dejaba de pensar en su familia, apenas los había encontrado y ahora los había dejado en el campamento para buscar las armas y ahora a Glenn— Si sumamos que el vestido es artesanal, el peinado que le hicieron y ahora también que le eché un vistazo rápido a sus cosas, la bolsa de mano es amplia y grande... De marca, trae la placa en el frente. Es imposible que ella haya hecho todo eso sólo para verse bonita en el fin del mundo.

—¿Qué clase de persona tiene que ser para que se sienta una muñeca?—Dice el cazador, quitándole la última hoja que alcanza a ver, la horquilla no puede quitársela siente que en cualquier momento se despertará al más mínimo tirón y lo que menos quiere es ver a un tipo inclinado sobre ella manchado de sangre y sucio intentando quitarle el prendedor del cabello; cada vez hay más oscuridad y la chica está recostada en un escritorio, lejos de la ventana al igual que él. Jala una silla y se recarga sobre la pared, le echaría el ojo toda la noche si hacía falta.

—Podremos preguntarle en cuanto despierte. Iré a dormir al igual que T... ¿Puedes hacerte cargo?— Pregunta el sheriff mirándolo a los ojos. Aún no confiaban el uno en el otro y se veía claramente el desdén en los ojos de Dixon. Pero asintió en afirmativa— Muy bien, toda tuya. En la primera guardia, será tú responsabilidad.

El hombre bufa, no es como que necesitara saberlo, él la había visto primero. Y sabía que era ahora su responsabilidad, él pudo haber encontrado a T y a Rick y decirles que no pasaba nada y que el ruido había sido gracias a su rabieta con el bote de basura, dejándola en el césped de Atlanta, mientras los árboles la cubrían de hojas secas.

Pero no lo hizo.

Pasan cerca de dos horas. Las tres de la mañana y todo es negro. Apenas algunos rayos de luna alcanzan a contornear el perfil de la chica que empieza a mover los ojos, como si quisiera despertar. Se arquea ligeramente, pero nada, se vuelve a su posición original y suspira. Debe sentir dolor... Ojalá tuvieran algo que darle, sus suaves quejidos son dolorosos hasta para él.

—Dime algo, Rick Grimes— Dice el cazador cuando se acerca el sheriff a punto de suplir la guardia de Daryl, el sheriff alza los brazos en señal de que puede hablar— ¿Realmente crees que esta mujer pueda sernos de ayuda?, ¿Por qué la salvaste?

—Creo que debería preguntarte eso a ti— Dixon arruga la nariz, pensando lo que le decía el ojiazul— Gracias a que golpeaste ese bote de basura y gracias a que tú la viste, nosotros llegamos ahí... Parecería que no querías dejarla sola tampoco aunque quieras aparentar lo contrario.

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