3.7 Hounted

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3.7 Hounded

Canción: Always December - Citizen Soldier (Recomiendo repetir o volver a poner la canción donde se indique uwu)

Por la mañana Nelea sigue abrazada a Daryl como si él fuera una especie de oso de peluche, Dixon sintió incluso momentos en los que la chica casi pasa sus piernas sobre él para abrazarle mejor y eso se sentía jodidamente genial, su peso contra él. La chica respira profundamente y ve cómo sube y baja su pecho llenándose de oxígeno es un maldito alivio que sobreviviera aquello a ese ataque, a la otra que tuviera visitantes indeseados se aseguraría él personalmente de acabarlos. Cuando se levantan la chica se hace hacia atrás algo nerviosa y ve cómo el rubor le recorre toda la cara.

—¿Buenos días Dear?—Pregunta ella con una risilla nerviosa, estaba feliz. Se sentía tan... En paz algo que le hacía mucha falta y que al mismo tiempo se le hacía algo incorrecto el estar tan feliz cuando habían muerto tantos miembros del grupo un tercio para ser exactos. Al fin se siente en paz tanto de mente como de corazón sabe qué hace lo correcto al estar ahí con Daryl, no sólo él le tiene miedo a las relaciones o a ser vulnerable por algo como el amor pero ¿Qué no es eso lo que había aprendido en todas sus lecturas? Que al final, el amor a tu familia y a tu pareja, tus hijos era lo único que hacía que el corazón vibre incluso en los días más nublados. Daryl sonríe y se levanta, era hora de terminar de despejar las zonas de la prisión que fueron "contaminadas" recientemente—Ay por Dios tengo que dejar de agarrarte de peluche.

—No me molestas—Dice él encogiéndose de hombros para tratar de fingir que no le importa. Ella alza las cejas con sorpresa y él se pone el chaleco alado que se había quitado por la noche mirando hacia el enorme patio que pronto tendría cultivos si los planes de Hershel y Rick salían bien—De verdad, no me molestas—Nelea sabe que no le dirá directamente que siente alivio de que esté ahí pero lo entiende aceptando que le repita que no es una molestia; ella le sonríe y mira a los ventanales recordando algo aparte de los planes de agricultura y ganadería.

—¿Sabes algo?—Daryl alza el mentón en su dirección para que siga hablando—De niña, tenía una espantosa alergia a todo tipo de peluches y para mí fue muy triste porque los amaba. Más que las muñecas, bebés más que cualquier otro juguete, yo quería un peluche. Siempre quise un peluche de koala de ser posible con sus hojas de eucalipto en las manitas, era mi sueño de niña hasta que empecé con alergias, mocos, lagañas toda clase de reacciones espantosas y los peluches que mi papá me había regalado de niña los mudó a un mueble altísimo o sea mi mamá hizo que se mudaran lejos de mí para ver si dejaba de moquear. Había uno, no era un koala pero era lindo—Menciona mientras ella se levanta también, estira las piernas y los brazos. Dobla la cobija y el arquero le señala una mesa, puede dejar ahí las cosas, a ella le parece bien con que ese podría ser su pequeño lugar secreto en la prisión—Una conejita u osita no recuerdo, era blanca con nariz rosada, usaba un tutú porque era bailarina de ballet—La ironía con lo que intentaron convertirla con el peluche le parece casi chistosa, casi, pese a que intenta no dejarse ver vulnerable una sombra ensombrece su faz por un momento antes de volver a sus recuerdos dorados de la niñez—Y con un sombrerito, zapatillas, todo. Tenía una pañalera donde cargaba biberones, trastes, pañales y talco... Lo del talco no salió bien, como sea—Dice ella acordándose de la explosión del bote de talco cuando lo aplastó demás y cómo tuvo que meterse de nuevo al baño para limpiarse y lavar después la pañalera con su madre reprimiéndole por haber jugado con el talco, aunque ella intentó explicarle que no era un juego su madre no dejó de pedirle que dejara las cosas que no eran juguetes en su lugar—Que cargaba a todos lados pero por el talco y por el material de la osita me causó muchas alergias. Mamá subió el peluche a lo más alto de un mueble que estaba a un lado de mi cama, esperé a que fuera al trabajo y me subí en el mueble literalmente me trepé como un mono pequeño entre los niveles del mueble. Lancé a mi osita a la cama para que estuviera conmigo pero la lancé tan fuerte que me patiné y me raspé el costado cuando me caí del mueble directo a mi cama, eso fue lo bueno, aventé el cuerpo hacia mi cama y no hacia el suelo—al menor de los Dixon le parece una historia dulce, mucho mejor de las que él podría contarle jamás y le alegra mucho que, por fin después de meses, Nelea se atreve a hablar de su vida pasada sin ese temblor en las manos—Mi abuelita estaba muy preocupada, ella me cuidaba cuando mamá salía al trabajo prácticamente mi abuelita en realidad es mi mamá y le daba miedo que mi mamá fuera a enojarse cuando llegara a casa y me viera con el pedazo de gaza cerca de mi costilla izquierda, así que me echó una solución roja en la herida. Dolió como la mierda, no exagero—El arquero sabe que no lo hace, después de todo ella casi no dice groserías a menos que sea necesario o que de verdad sienta que lo amerita—Así que desde ese día no me quitaron todos los peluches pero sí la mayoría. La cosa aquí es, que de grande perdí la alergia y planeaba convertir mi departamento en un enorme contenedor de peluches al menos conseguir uno de koala pero nunca lo encontré... Ahora bien, ¿Qué tiene que ver esta historia con algo de lo que estamos viviendo? La respuesta es nada, sólo se me ocurrió y no sé te la quise contar por alguna razón—Dice sonrojada al darse cuenta de que no tenía con qué conectar la historia que le acababa de contar ¿Acaso esperaba que saliera de la prisión a buscarle un koala por todo Georgia? Ella desvía la mirada y se alisa la ropa apretando los labios nerviosa pues el arquero se muerde el pulgar analizando qué debería responder.

Archer | Daryl Dixon | ❤️ The Walking DeadWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu