Lost at sea: Collapse

Clarisse se convierte en pastora asesina

POV Annabeth

Ganar. Matar.

Ahora mismo parecían sinónimos pero es lo que probablemente nos invadía la cabeza a todos. No apartaba la mirada de Prometeo, que muy a su pesar se preparó él mismo para la lucha viendo que no tenía una gran ventaja. Sabía que iba a abrirme paso a por él, la espada de Némesis iba a mancharse del icor dorado que es su sangre, iba a cobrarme la venganza que anhelaba; en nombre de todos los caídos.

El grito de Percy dando la orden nos activó a todos, el fuerte tirón del barco cuando los soldados británicos comenzaron a remar y a ajustar las velas nos hizo tomar la delantera frente a todos los barcos, siendo la primera pieza en comenzar el juego.

-¡El objetivo es cubrir el Argo! - gritó Reyna bajando a cubierta comenzando a dar órdenes, - ¡Atacad con todo! ¡Abridles paso! ¡Solo frenaréis cuando estéis muertos!

El grito al unísono de los soldados se propagó al resto de la marina británica, que como habíamos dictado en estos días, la orden es matar con todo pero cubriendo al Argo II hasta el último aliento. Prometeo no se acercaría, ni ningún monstruo, la lucha de Percy, Thalia y Nico no estaba aquí, sino más allá, en el centro de la isla frenando a Océano.

A mi izquierda el barco capitaneado por Clarisse trataba de tomar la delantera, pero giró por órdenes de La Rue yendo directamente hacia la costa, preparados para ser los primeros en desembarcar. Elevé el brazo derecho, estirándolo perpendicular a mi cuerpo en una silenciosa orden para que la mitad de barcos británicos abandonasen la retaguardia y fuesen directamente a tierra a secundar a Clarisse.

-Tenemos que acorralarle y que desembarque en tierra - le dije a Reyna mirando a Prometeo, su barco ya empezando a avanzad hacia nosotras. - No puede llegar a Argo a causar problemas.

-Destruiremos el Princesa Andrómeda de una vez - respondió acariciando distraídamente la madera del barco. - El bodega están preparados para nuestra orden, meterán los remos y dispararán cuando lo ordenemos.

-Vamos por babor, la entrada el centro de la isla está al otro lado, es un canal estrecho que el Argo no podrá pasar si tiene problemas.

La isla por el dibujo del mapa que me mostró Percy por mensaje Iris era parecido a una caracola, una única entrada en un lateral, como un pequeño conducto parecido a un golfo que avanzaba hacia el centro hueco de la isla, que salvaguardaba un gran espacio con agua estancada. De ahí surgiría Océano, donde mientras nosotros eliminábamos al ejército, tendrían que evitar nuestra destrucción.

-Tú sujeta el timón, coloca a Prometeo a tiro y yo me encargo de hacerlo pedazos.

Giré el timón del Mary Rose, el mejor barco actual de la marina real británica. Ya no estábamos en el barco comercial que habíamos secuestrado junto a sus marineros, ahora la pretora y yo dirigíamos una flota entera que ha pasado de ser la envidia naval de la tierra a la próxima pesadilla de Prometeo.

Dejé de ver el Argo II, el navío de Leo Valdez se colocó en medio, resguardándoles y comenzando a disparar a tierra sin perder la posición. Cualquiera que tratase de hundir el Argo, debía acabar primero con uno de los grandes barcos de España.

-¡Debí matarte cuando tuve oportunidad, capitana Chase! - gritó Prometeo desde el Princesa Andrómeda.

-¡Menos velocidad! - gritó Reyna y los soldados sin poner pegas, ajustaron más las velas.

Escuchaba los disparos de Prometeo, tratando de atacar por la popa del barco dándonos caza. Sonreía como un desquiciado al ver que nos ganaba terreno, gritando órdenes para avanzar cada vez más. Trataba de seguir justo enfrente, girando cada vez que él lo hacía para colocarse a cualquier franco, no lo permitiría, no tendría un enfrentamiento directo, no aún.