Soy todo un señor y el último que se desmaye, gana.

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POV Percy

Había perdido la cuenta de cuántas piedras y ladrillos había tocado, seguramente hasta he repetido varias veces, no es posible que hubiesen tantos. Aprovechaba que no hubiese guardias vigilando, estarán todos buscando al resto de nuestros amigos, aunque tampoco es como si aquí alguno de todos los presos pudiese atravesar barrotes para escapar.

-¿Me puedes decir qué coño haces de una jodida vez? - escuché a Thalia.

Mi entretenimiento durante la mitad de la noche que habíamos pasado había sido contar cuántos insultos decía, tanto los que les dirigía a los otros presos como los que soltaba hablando sola. Me rendí cuando me quedé sin números, no sabía tantos para contar todo lo que puede decir una Thalia hambrienta y enfadada con el mundo en mitad de la noche.

Cuando se echó una larga siesta, no fui el único que soltó un suspiro de alivio.

-En uno de los libros que... uh - sentí un escalofrío frenando mi voz.Thalia a pesar de estar harta del mundo siguió esperando pacientemente una explicación. - Había uno en que los malos huían de la cárcel por un pasadizo, solo hay que empujar las piedras correctas.

-Estás tratando de sacarnos de aquí copiando un libro infantil - asintió a sus propias palabras, - no me voy a extrañar, peores cosas y más raras hemos visto. Si encuentras la piedra correcta avísame.

Al menos tenía la intención de ayudarme a empujar, aunque no a buscar. Y por una parte tenía razón, nos habían pasado tantas situaciones extrañas que mover una piedra revelando un túnel hacia la libertad me parecía perfectamente normal y lógico.

Nos habían desarmado del todo luego de haber pasado una hora aquí metidos, sobretodo a Thalia que tardó unos largos cinco minutos en soltar unos cuántos cuchillo que tenía malamente camuflados, no se parecía en nada a Annabeth, a ella nunca se le notaban; la ojiazul en cambio tenía puntas de cuchillos salientes por su ropa.

Llegué a pensar que eran un señuelo pero cuando ni siquiera trajo su daga encima, deseché la idea de picar la piedra. No es que yo no tuviese planes, es que los que tenía me los fastidiaban antes incluso de ejecutarlos.

-Lo leíste en un libro que te leía tu madre ¿verdad? - preguntó con la vista en el techo así que no me vio asentir. - No sé cómo fue, no dices mucho y lo respeto, pero sabes, al menos a ti te leían algo y te querían. Cuando sientas que tienes una suerte de mierda por lo que le pasó, recuerda lo bueno, tú aunque sea tienes algo positivo para recordar.

Me volví a sentar a su lado al rendirme en mi búsqueda del pasadizo de piedra. Había escuchado poco y nada sobre el pasado de Thalia, antes de sus hermanos, y todo lo que sé se resumía a <<nadie sabe una mierda, pero no era agradable>>. Así que el que me lo confirmase, aunque no me cayese de nuevas, seguía siendo impactante.

-Lo sé, tuve suerte antes de ese día, fui muy feliz - respondí tratando de no especificar mucho. - Pero ahora es reciente, de nuevo.

-Escuché a Hades, sé que volverás a ver a tu madre - reveló dando un pequeño apretón en mi rodilla. - Vas a ser feliz en tu muerte, no la cagues en tu vida pensando mierdas.

-Antes no eras tan malhablada.

-No teníamos tanta confianza, tenía que aparentar un poco - rió secamente, - tampoco estaba hasta los cojones de la vida.

-Ya, te entiendo.

Mentiría si dijese que no quería preguntar más sobre la vida de Thalia, me causaba bastante curiosidad saber por todo lo que había pasado. No la veía molesta, parecía receptiva a contestarme, pero tampoco quería sobrepasar la línea aún cuando ella a a su modo me había aconsejado sobre mi madre sin que yo se lo pidiese. Bastante hace últimamente centrándome la cabeza.

Lost at sea: CollapseWhere stories live. Discover now