Nos convertimos en jugadores profesional de ajedrez

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POV Percy

Me parecía totalmente impresionante este barco, ahora incluso más. No me lo creía cuando Charles me había comunicado que el único desperfecto de la batalla naval que había sufrido era una pequeña abertura en la popa, por lo demás, absolutamente nada. Al parecer al apuntar, lo primero que habían hecho era derribar las bodegas del otro barco, neutralizando sus cañones para que no pudiesen atacarnos; una rapidez que solo un invento de Leo podía conseguir. No nos retrasaríamos como esperé, continuamos sin descanso.

Drew Tanaka había pasado la noche en la celda como era lógico, por fin le dábamos uso. Annabeth no se había acercado a ella desde que la dejó ahí tirada, se encerró en su habitación sin dirigirnos la palabra a nadie, ni siquiera a Thalia que aún continuaba en la enfermería. Lo sabía porque me pasaba casi todo el día con ella para entretenerla junto a Piper y Hazel a veces, incluso Zöe se pasaba alguna que otra vez a molestarla.

La única orden que había establecido Annabeth es que absolutamente nadie se acercase a ella excepto el que le trajese agua. Si, tampoco comida, estaba centrada en hacer de su estadía un infierno y sospechaba que le daba de beber para que estuviese consciente al menos hasta que la interrogase.

Me fue imposible no sonreír al ver a mi amigo casi babear por Calipso, estaban los dos solos en su descanso, alejados del resto lo máximo que podían y la chica hablaba y hablaba y Leo lo único que hacía era mirarla totalmente embobado mientras asentía. Me gustaría estar presente cuando le preguntase por su opinión o algo por el estilo, a ver qué conseguía inventar el moreno para que no le pillase. Al igual que Frank, tenían dos días libres para hacer lo que les plazca por su magnífica actuación al acabar con los dos barcos de Octavian. Lo último que me fastidiaba es que el tercero huyó, sino todos estarían sepultados en lo más profundo del Océano, lo que se merecían.

-¿Cómo va la momia? - pregunté entrando a la enfermería. - Hola bro - saludé a Jason que estaba en otra litera también dándole conversación a la ojiazul para que no se aburriese.

-¿Cuándo piensas morirte? Me urge - respondió Thalia - Y llévatelo, es un maldito coñazo - señaló a Jason.

-De nada por la compañía - respondió el rubio haciéndome sitio en la litera.

Tenía tantas vendas que me daba hasta pereza contarlas, la más graciosa era una en la cabeza que si bien no había sido un corte por la ventana que al parecer atravesó, fue al caerse por las escaleras al bajar corriendo hacia la enfermería llamando a Will, asegurándole que no le quedaba sangre en el cuerpo y le faltaban segundos para morir. El resultado fue otra herida en la cabeza.

Ya me había perdonado por aterrizar sobre ella y casi ahogarla, aunque la que todavía me guardaba un poco de rencor era Reyna pero comprendía que debe causar shock ver que algo cae justo encima de tu novia herida y moribunda hundiéndola en mar abierto.

-Le enseñe a jugar al ajedrez - me dijo Jason señalando el tablero y Thalia movió el caballo en línea recta - Bueno, casi. El caballo se mueve en L, Thals.

-¿Le vas a decir tú al caballo cómo moverse? - espetó colocándolo unas ocho casillas hacia delante - Solo un caballo imbécil se movería de lado.

-Si, le enseñaste muy bien - ironicé viendo cómo cogía una de las torres de Jason - ¡Hey! Eso es trampa.

-Son impuestos por estar en una casilla negra. El negro es mi color - dijo cogiendo otra ficha de Jason mientras este reía sin inmutarse de sus obvias trampas.

-¿Entonces puedo coger yo las tuyas que están en las blancas? - preguntó el rubio acercando su mano a un peón de Thalia pero esta le dio un manotazo con su mano vendada - ¿Por qué no?

Lost at sea: CollapseWhere stories live. Discover now