36. Tratos cumplidos

Start from the beginning
                                    

El joven bajó las escaleras y se encontró con Shad, quien había terminado de hacer el desayuno.

- Buenos días, Link. Me alegro de que te hayas despertado. Hice el desayuno, espero sea de tu agrado.

- Buenos días, Shad. Muchas gracias por tu gentileza.

Los jóvenes se sentaron en la mesa, y durante la comida empezaron a conversar.

- Ahorita que desperté me di cuenta de que Ilia me dejó el dinero. – se quejó indignado.

- Ya olvídate de eso. Total, te pertenece. – contestó el príncipe, serio.

- No quiero tenerlo, es una cuestión de honor. Mejor lo voy a donar para las obras que necesiten para integrar a los gorons, así me sentiré más tranquilo.

- Me parece razonable si eso te hace sentir mejor. Ahora, cambiando de tema, quiero que me muestres el último estado de las cuentas de tu negocio. Quiero ver que tan mal quedó este antes de que quebrara.

- Después de desayunar te lo enseño, espero todo tenga arreglo.

- Tranquilo, primero resolveremos el problema de manera interna y ya después te daré las pautas para que vuelvas a tener clientela.

Luego de que terminaron de desayunar se dirigieron al despacho de Shad a revisar los estados. Los jóvenes se tomaron toda la mañana y parte de la tarde en dichos asuntos.

...

A la llegada del ocaso los jóvenes se encontraban caminando en dirección al ayuntamiento del alcalde. Link les dijo a sus acompañantes que se queden en casa descansando, pues en lo que iba a hacer no necesitaba de su presencia. Durante el recorrido conversaron de diversos temas relacionados con el negocio.

- En serio, ¿crees que todo tenga solución? – preguntó Shad, nervioso.

- Claro que sí. Con las estrategias que te comenté lograrás hacerlo. Me tardaré un par de semanas en preparártelas, pero una vez que estén listas te aseguro que te recuperarás rápidamente. – contestó sonriente.

- ¿¡Dos semanas!? Imposible, tú tienes que seguir con tu viaje.

- No es molestia, lo hago con gusto.

- Prometo que apenas tenga ganancias, te pagaré bien.

- ¡Nada de eso! Ya te dije que no pienso cobrarte nada.

- No me voy a sentir bien si no te pago por tu asesoría. Debe haber algo que pueda hacer por ti. – comentó preocupado.

Link iba a seguir insistiendo en su negativa, pero luego a su mente vino una idea; algo que deseaba hacer desde hace poco tiempo.

- Si hay algo que puedes hacer por mí... pero en mi caso si voy a pagarte.

- ¿Se cambiaron los papeles? Ahora soy yo el que no piensa cobrarte nada. – respondió indignado.

- Shad, el dinero te será beneficioso. Talvez no tenga lo suficiente aquí, pero puedo enviar un mensajero para que me lo traiga, no importa cuál sea la cantidad, sólo debes decírmela.

- Ya te dije que no, y por lo que veo ninguno de los dos cederá. Así que creo que lo mejor que podemos hacer es un trato.

- ¿Un trato?

- Tú me ayudas a levantar mi negocio y yo te ayudo en lo que me pidas, de esa forma ninguno pagará con dinero, sólo lo haremos por medio de un desinteresado favor.

Link iba a refutar, no se le hacía justo no pagar por lo que iba a pedir, pero viendo que su amigo no iba a ceder, terminó aceptando.

- Tú ganas, ninguno de los dos nos cobraremos dinero.

Almas unidasWhere stories live. Discover now