Capitulo 7: sábado por la noche (3º parte)

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La verdad es que el tenia una mera esperanza de que le dejara quitarle el vestido pero no quiso obligarla ya era bastante por todo lo que estaba pasando, así que mientras que ella se desabrochaba el vestido de la parte delantera, el se quedaba pasmado.

La luz de los focos le daba en su cuerpo y se reflejaba en el. Haciendo que las curvas de sus caderas fueran más sensuales y apetitosas, sus pechos pequeños insinuaban a tocarlos, mientras que sus piernas finas, femeninas, largas incitaban a poseerla.

La cogió de la mano y la atrajo hasta él y poco a poco se metieron en la piscina. El pelo se le puso de punta a ella porque el agua aunque era verano estaba un poco fría, el por el contrario se metió de un solo golpe pero sin soltarle la mano. Cuando el agua le llegaba por la cintura él la cogió y fue subiendo sus manos hasta sus hombros para acabar en su cuerpo, ella empezó a temblar y no sabía si era por el frio o porque él estaba tan cerca.

-Mete la cabeza y dejaras de tener frio. Hazme caso.

Ella como un autómata lo hizo y en cuando salió el se estaba riendo pero no con maldad.

-Ves ¿A que ya no tienes tanto frio?

Ella se encogió de hombros. Mientras él la llevaba hasta la otra punta de la piscina, le había puesto su mano en la espalda, cuando llegaron a un borde él se puso de espaldas y ella en frente. Le masajeaba sus caderas y su abdomen luego fue por la espalda, el noto que estaba tensa y le sonrió.

-Deberías relajarte estas muy tensa.

-¿Podías no disfrutar tanto?- le dijo

-¡Oh! Ya se te ha pasado el frio, ya puedes hablar mal asunto…

Ella le miro con cara de pocos amigos el sonrió con esa sonrisa que le parecía la más bonita del mundo.

Él le toco la cara con suavidad y le aparto un mechón de pelo después se quedaron mirándose a los ojos. Sus miradas expresaban algo más que odio o rencor, sentían algo mas el uno por el otro, con ellas la tensión se relajo y dio paso a la pasión entre ellos. Poco a poco se habían acercado hasta juntarse en un beso. Pero no un beso como el de antes sino más brusco, más caliente con más ganas.  La intensidad no paraba y mientras sus manos recorrían el cuerpo del otro, haciendo que exhalaran algún suspiro de placer, dieron rienda suelta a todos sus sentimientos y cuando paraban para descansar volvían con más fuerza. En uno de esos momentos se dieron cuenta de que estaban muy excitados y que él tenía un gran problema…

Ella le miro con la respiración agitada y él se encogió de hombros sonriendo. Como respuesta negó con la cabeza.

Quería volver al ataque y ella se dio cuenta de que tenía una de sus piernas alrededor de la cintura de él, quiso quitar pero él se la sujeto con fuerza, volvió a besarla mientras que su mano izquierda fue subiendo poco a poco por su abdomen hasta llegar a su pecho derecho. Ahí fue cuando le paro y la mano se quedo debajo.

-Tú también puedes tocar.-le dijo con gracia. Y le llevo una de sus manos a su trasero. Inmediatamente ella la quito.

-No quiero tocar y como yo te estoy respetando…quiero que tú también lo hagas.

-Odio cuando las tías empezáis con el rollo del respeto-dijo con enfado.-Pero está bien lo hare.

Después poso sus ojos sobre el tatuaje de su muñeca ¿Cómo no se habia dado cuenta antes? Se lo toco y le miro con ojos interrogatorios.

-¿Hace mucho que lo tienes?

-6 años.

-Vaya y… ¿significa algo?

Ella sonrió y se dio cuenta de que era la primera vez que lo hacía con él. Después se encogió de hombros.

-Vale no me lo vas a decir… ¿Y este?-le dijo tocándole el que tenía en la parte izquierda de la cintura muy bajo.

Un disparo a mi corazón. EDITANDOWhere stories live. Discover now