Un disparo a mi corazón. EDITANDO

Capitulo 32: Enfrentamientos

Preciosaaass!! Aquí os dejo otro capitulo, este es mas largo que los anteriores. Estoy escribiendo en siguiente y espero poder subrilo pronto para no daros mucho que esperar. Una vez mas os doy las gracias por leer mi historia, votarla y comentarla. Espero que os siga gustando!! Muchos Besos reinas!! -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Los tres días que acontecieron a la partida de Raúl, Helena estuvo sumida en una profunda depresión. Volvió a dejar de comer, de vivir y su única forma de evadirse era quedarse en la cama durante todo el día. A penas descansaba por las noches ya que sus ojos se llenaban de lágrimas a cada instante, le recordaba con cariño todos los momentos vividos, las veces en las que le hizo reír, los sitios a los que llevo a visitar. Varias veces se pregunto si no era egoísta por querer tenerlo a su lado por no dejarle ir y ser feliz junto a alguien que le diera ese amor que ella no podía entregarle. La tarde el cuarto día él entro en la habitación…sabia que llegaría el momento de enfrentarlo pero tenía tanto miedo de volver a sufrir que no se atrevía a mirarle si quiera. Lo noto en el borde de la cama, ese aroma producido por la colonia…cerró los ojos como queriendo escapar de allí borrar los sentimientos, olvidar sus palabras sus mentiras…

-Helena –Dijo con su voz ronca. El también lo había pasado muy mal durante estos meses. Cada vez que oía a su amigo con ella, hervía de celos pero luego veía su mirada iluminada de esa forma que con él pocas veces tenía y todo ese enfado desaparecía. Como la quería…

-Que –Le respondió dándole la espalda.

-Galván quiere hablar contigo. –“Y yo también” pensó entre el. La chica se incorporo en la cama, fijaron sus ojos en los del otro y miles de sentimientos encontrados surgieron. – ¿Como estas? –Le pregunto en un susurro, ella solo alzo los hombros –Ya –Le fue a dar la mano pero la chica le rechazo, enfadado se levanto –Vamos –Sin darle tiempo a reaccionar la cogió del brazo como solía hacer y la arrastro escaleras abajo. Con ese simple gesto le rompió aun más el corazón…se dio cuenta que no había cambiado ni un poco…las lagrimas le volvían a manchar la cara. Al entrar en el despacho de Galván este no estaba. –Siéntate –Le ordeno. Se quedaron en silencio solo los acompañaba el sonido del reloj que marcaba las 7 de la tarde.

-Ah! Ya estáis aquí. No pensaba que fuera tan pronto… -Dijo Galván con una copa ancha de brandy en la mano. Se quedo de pie frente a Helena quien mantenía su cabeza agachada para ocultar sus lágrimas –Quino salte, quiero hablar con la chica a solas. –El aludido cumplió con la petición de su jefe. –Helena, sé que no has estado bien estos días. Raúl me intento convencer para que te fueras con el –Ella levanto su mirada –Pero yo no podía dejar que te fueras tu jefe me prohibió sacarte del país a no ser que te vayas con Quino o conmigo. Además durante estos días de fiestas te necesito para que cumplas con tu trabajo.

-¿Y si me niego? –Le dijo con enfado – ¿Y si no quiero seguir con esto?

-Perdona pero creo que no te he oído bien –Dijo Galván entrecerrando los ojos –No quieras jugar Helena quien pierde eres tú. No yo.

-Nunca me has dicho los verdaderos motivos por lo que haces todo esto, ni tampoco que pinta Di Matteo u Orlando, si no me lo cuentas no habrá mas informes Galván. –Le dijo con el ceño fruncido –Tampoco habrá gente a la que sacar información y lo más importante te quedaras sin el dinero de mi jefe porque cortare cualquier comunicación con él.

El hombre le miro serio, su semblante se tenso bastante. Estaba muy cabreado –Te estoy dando un buen trato no hagas que me arrepienta Helena, hasta ahora tus comportamientos han sido buenos incluso pensaba dejarte cierto tiempo con tu familia –Ella abrió la boca un poco –Pero me lo estas poniendo difícil. No olvides tu situación