Capitulo 14: La historia de mi vida

6K 224 3
                                    

Al despertar la luz del sol entraba por la ventana y tuvo que cubrirse con el brazo los ojos al bajar la vista la vio. Estaba de lado de cara a él sus manos descansaban en la almohada, el pelo largo esparramado por su cara encrespado debido al calor asfixiante de la habitación se enredaba en la mano de él. Se permitió el lujo de observarla con detenimiento, le encantaba hacerlo, sobre todo porque la vista era espectacular. Todo lo que se pusiera le quedaba a la perfección y solo ella podía llevar una camiseta de tirantes y unos short y ser la chica más explosiva que había visto en mucho tiempo. Desenredo los dedos de su pelo con delicadeza después le acaricio la mejilla. Se acordó de lo mal que se puso hacia solo un par de horas “¿Que te paso? ¿Por qué sufriste tanto mi…pequeña muñequita? Tú no te mereces pasarlo mal eres demasiado…”-sus pensamientos desaparecieron. Los ojos verdes de ella le miraban ente sueños.

-Buenos días rubia-le dijo con una sonrisa

-Buenos días moreno-le contesto aun con ojos dormilones-¿Cómo tienes las manos?

-Bien. –le dijo. Siguió mirándola se dio cuenta de que tenía manchas de sangre en su carita “Deben de ser mías, si cuando me beso”-pensó el. –Tienes el labio hinchado.-Y se lo toco con un gesto suave. Ella se encogió de hombros. Le cogió una de las manos a él. Tenía sangre seca en los vendajes.

-Debería curarte, por lo que se veo la sangre no te ha parada de salir.-Iba a salir de la cama pero él la sujeto.

-No. Todavía no. Quédate otro rato conmigo…luego te prometo que seré todo tuyo.

-Um… ¿Solo mío?-le pregunto picarona pero con una sonrisa. La chica se volvió a tumbar como antes. Se miraron directos a los ojos, sabía que él estaba de mucho mejor humor pero en sus ojos todavía se podía ver la tristeza y el dolor. Recordó durante un instante, la escena del baño.

-¿Qué piensas? –le pregunto el

-Nada. –mintió.

-Me estas mintiendo-dijo levantando una ceja. Poco a poco se fue acercando a ella hasta que prácticamente estuvo tan cerca que podía oler su perfume. De pronto empezó a hacerle cosquillas. Ella gritaba y reía como una loca, intentaba deshacerse de las manos del chico pero era imposible, al final fatigada le medio suplico que parara-Por favor no puedo mas-le dijo con una gran sonrisa.

El chico hizo lo que le pidió. No obstante también se divirtió torturándola a cosquillas, le encantaba verla reír porque era una risa contagiosa que provocaba que él también se riera sin parar y eso le producía una felicidad enorme. Le toco perfilo la nariz, la boca y fue subiendo hasta su frente después le hizo la pregunta que le rondaba por la cabeza aunque luego se arrepintió.

-¿Qué fue lo que paso? ¿Por qué Helena?

Ella suspiro. Sabía a que se refería, no quería contarle toda la verdad pero aun así decidió hacerlo. “Voy a confiar en el…mejor dicho “voy a intentar” confiar en el.”-se dijo

-Fueron etapas de mi vida muy complicadas en las que…lo pase fatal.

-Quiero que me lo cuentes-le imploro.

Vale. Pero…espero que no me tomes por loca…pero sobre todo que no me juzgues por mis actos.

-Nunca lo haría. De eso puedes estar segura Helena.

-Veras…-cogió aire y empezó su relato, el relato de una parte de su vida ya casi inexistente.

“Estaba en el instituto no se qué edad tendría…yo nunca he sido de meterme en problemas incluso era muy buena alumna pero el tiempo pasa y conoces a gente diferente que te atrae. La edad es así, cuando eres una adolescente que tienes de todo pero que en casa pasan de ti buscas ese reconocimiento en otros. Mis amigos si es que se podían llamar así… bebían, se metían, tomaban, vendían, robaban, incluso algunas chicas del grupo se prostituían solo por diversión. La mitad de todos ellos estaban fichados por la policía y la otra mitad estaban con un pie en un centro de menores y otro en el cementerio. En fin. Poco a poco fui entrando en ese mundo desconocido para mí pero descubrí con sorpresa que me gustaba. Por su puesto yo participaba en todo menos en lo de prostituirme eso para mí era ¡asqueroso! Venderme por un par de euros… ¡pudiendo robar en tiendas! Yo por suerte siempre me libraba de que me pillara la poli cosa que agradecía. Un día se me cruzaron los cables y…-hizo una breve pausa-empecé a autolesionarme…la gente del grupo me felicito y me contaron que ellos también lo hacían. Al principio solo eran pequeños golpes, moratones sin importancia, puñetazos en puertas o paredes, después -trago saliva- fueron a mas y sin darme cuenta decidí que el dolor era la única forma que tenia de desahogarme así que cogí una cuchilla y lo hice. Me corte las venas, pequeñas líneas insignificantes pero que con ellas mi sensación de malestar desaparecía, lo hacía cada dos por tres pero sabia esconder bien los cortes también empecé a consumir drogas que me hicieran más delgada, aunque claro eso era lo que yo me pensaba. Pobre de mí, ilusa niña adolescente. Mi vida se convirtió en una rutina, mis padres ni se percataban de que su perfecta hija lo estaba pasando mal, es cierto que en ningún caso pedí ayuda pero tampoco la necesitaba tenía el apoyo del grupo y con eso me valía, poco a poco fui cayendo en una depresión en la que no comía solo tomaba las drogas, y si lo hacia lo vomitaba al instante siempre me las ingeniaba para que no me pillaran hasta que mi madre lo hizo. Me metieron en un centro de desintoxicación deje de hablar a mis padres incluso a mis hermanos cuando ninguno de todos ellos tenía la culpa de cómo estaba yo. Para mi sorpresa todo el proceso se me paso rápido y en poco más de un año salí, convencía a mi doctora le dije que odiaba estar encerrada, me agobiaba mucho. -cogió aire.- tenía que ir todos los días a la clínica para que me hicieran pruebas y esas cosas pero no me importaba, porque estaba libre y eso era más importante. Me reconcilie con mi familia y todo fue bien. No volví a saber nada de los del grupo cosa que la que me alegre y a día de hoy lo hago. Me recupere por completo volví a ser buena estudiante me saque los cursos que me faltaban y empecé la carrera, estaba pletórica. Pero todo se fue a la mierda cuando conocía a Daniel por suerte con Víctor fue diferente pero me puso los cuernos y la jodió. Durante todo ese tiempo estuve bien pero…paso algo. –suspiro de nuevo. Las lagrimas luchaban por salir, ahora venia una parte dura.-Una de las hermanas de mi madre tuvo un accidente de tráfico…y perdió la vida. Yo…la adoraba…era especial para mí-las lágrimas salieron sin aviso, el se las limpio-cuando me entere de su muerte…no pude soportarlo de cara a la gente estaba muy serena demasiado para ser cierto. Todas las noches me torturaba con preguntas sin respuesta, con imágenes que nunca fueron reales porque no sucederían, no podía más. Un día estaba tan hecha polvo que…decidí acabar con todo, con mi vida-Ahora lloro mas.-me sentía fuera de lugar y no quería molestar a la gente que me quería solo deseaba morir y dejar de sufrir. Me corte las venas a sabiendas de que moriría en poco tiempo también el cuello y varias partes de mi cuerpo después cogí pastillas que ni sabían que existían y me las tome, me daba igual solo quería desaparecer y no me importaba de la forma que fuese. No me acuerdo de más. Cuando desperté estaba en una cama de hospital con mis padres llorando a lágrima viva y mis hermanos a su lado. Estuve en coma 3 meses, mi madre –otras poquitas lagrimas salieron de sus ojos-perdió a su hermana pero también estuvo a punto de perder a su desequilibrada hija,  fue demasiado para la pobre. Otra vez estuve en rehabilitación pero esta vez fueron dos años, mientras tanto termine la carrera y eso fue un plus porque…después de lo pasado…pensé que no podría. Me preguntaste que  significaban mis tatuajes…te mentí no los llevo desde hace 6 años, solo tienen 2. El de la muñeca derecha me lo hice porque…de alguna forma tenía que esconder los cortes mientras que la izquierda los escondo con las pulseras y el de la cintura…bueno a mi tía le encantaban las flores por eso decidí hacerme un ramo de flores. Sé que puede parecer frívola toda esta historia pero me hizo ser mas fuerte comprendí que no se puede confiar en la gente nada más conocerla que todo lleva un proceso y que si quieres algo tienes que luchar por ello porque nadie lo va a hacer por ti, también me di cuenta de que…-las lagrimas no paraban de salir-el dolor de haber perdido a un familiar querido nunca desaparece, siempre va a estar ahí. Pero he entendido que es ley de vida que…cuando alguien te importa…aunque ya no esté contigo siempre va a aparecer…en pensamientos, recuerdos o sentimientos siempre va haber algo que te va a hacer recordarle. El pasado está ahí por algo, para hacernos más fuertes, para cambiarnos, para corregir nuestros errores o volver a cometerlos, para que podamos evolucionar como personas y elegir a quienes queremos a nuestro lado pero sobre todo para aprender. Yo cambie mucho en poco tiempo Quino, y lo hice a marchas forzosas pero no me arrepiento de nada. Si volviera a nacer…lo volvería a hacer pero con algunos cambios-dijo con una triste sonrisa manchada por las lágrimas.- se que hice sufrir a la gente que quería pero yo decidí hacerlo así, decidía en todo momento que hacer con mi vida, quizás mis padres tuvieron parte de culpa…no lo sé pero no es cuestión de culpar a unos u otros solo surgió. Y con eso me conformaba.”

Un disparo a mi corazón. EDITANDOTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon