Capitulo 15: Encontronazo

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Quino se removió en la cama lo que hizo que Helena se cayera a un lado. Le miraba desde arriba con esa mirada de embobada que se le ponía a cualquier chica cuando el chico que le gustaba pasaba por su lado. No podía dejar de mirarle, de abstraer cada parte de su cuerpo de su mirada de sus ojos…se dio cuenta de las cadenas de plata que llevaba en su cuello… cogió una. Los eslabones eran finos y como único adorno un búho con destellos azul mar claro, el otro colgante era una simple cadena de textura rugosa.

-Nunca me había fijado en que…llevaras colgantes…-dijo con timidez

-Vaya. Ahora veo todo lo que me prestas atención-dijo un poco dolido.

-Eso no es cierto-“Si que me he fijado pero…no es eso. En tus manos, en tu boca, en tu cuerpo, en tu perfecta piel, en ti mismo…”-pensó ella.-Se que en la mano derecha llevas dos anillos uno en el pulgar y otro en el anular, mientras que en la mano izquierda llevas solo uno, en el índice también en que…tienes un pendiente. –Dijo.-Aunque ahora mismo…no me acuerdo en donde.

El chico rio y se acerco aun mas a ella. Le cogió la mano y se la puso en su oreja izquierda, un agujero casi inexistente.

-Ahora ya lo sabes. Que poco te has fijado Helena, si no llega a ser porque me has tenido que curar las manos no sabrías lo de los anillos y lo de los colgantes…y ya mucho menos lo del pendiente. –le miro ceñudo. –Yo en cambio sí que me he detenido a fijarme…-“En todo”-dijo. “¡Ay madre!”-se dijo ella. –Me he fijado en tu mano derecha tienes dos anillos, y en tu izquierda uno, en el cuello una cadena de plata con varios colgantes y en tu labio…-Puso el dedo índice-Justo aquí, llevabas antes un piercing. Se te nota el agujero con lo cual no lo tienes cerrado del todo y eso te delata. –le dijo con media sonrisa. Poco a poco se fue echando encima de ella le puso los brazos a los lados de la cabeza y le miro pero por poco tiempo. Le beso. Y esta vez el beso era demasiado caliente, la chica notaba la excitación del miembro de él, pero es que ella estaba igual. Las manos de ella le recorrían la espalda del chico arañándola, las bajo hasta el culo que empujo de forma que lo noto aun más cerca. El empezó a tocarla con caricias suaves por la carita luego fue bajando hasta quitarle la camiseta, deposito pequeños besos en sus pechos y fue bajando por su estomago mientras que con las manos la desabrochaba los short y se los quitaba de una manera nada complicada. Por la parte de ella se dispuso a hacer lo mismo quería sentirle tan cerca que estaba dispuesta a desnudarle y no solo con la mirada. Le quito la camiseta azul que llevaba y la tiro a un lado, recorrió con sus manos cada centímetro de su pectoral deteniéndose en sus pechos que mordió ligeramente e hizo que él exhalara de placer. Fue bajando hasta los pantalones que empezó a desabrochar después se los bajo del todo mientras que le miraba con una sonrisa prendida en fuego. Le empezó a frotar su miembro mientras que el hacía lo mismo con el de ella. No tenía ni idea de cómo las manos habían llegado hasta allí pero el placer que sentía era pleno. Las manos grandes del chico se movían con lentitud pero con apremio, le hacía sentirse viva después de mucho tiempo, trazaba círculos alrededor de su punto sensible y lograba que no parara de jadear y de apretarle aun más contra su cadera, ella hacía lo mismo con el miembro del chico. Le tocaba con precisión por todo ello, se dio cuenta de pronto, que le quería dentro de ella y lo quería ya…el chico dio un pequeño grito y se corrió en su mano mientras que ella hizo lo mismo. Entonces con una simple mirada se dijeron todo…se disponían a quitarse la ropa con decisión, con el placer llameando en sus ojos cuando el teléfono de Quino sonó. Lo ignoro e intento concentrarse pero el que llamaba era muy insistente. Se separo del cuerpo caliente de ella con un gruñido y contesto como siempre…frio como el hielo. Cualquier diría que se acababa de correr…y que tenia a una chica en su cama medio desnuda. De pronto ella que estaba totalmente abstraída de todo…se sentó de golpe en la cama…” ¿Qué acabo de hacer?  ¡JODER! Tengo que salir de aquí o de lo contrario…”-se dijo. Con urgencia se levanto para irse pero Quino se levanto y se interpuso en medio, todavía hablaba por teléfono. Le miro confuso y un poco enfadado. “Uf ¿cómo me voy a poder resistir a este hombre? ¡Con lo bueno que esta! Pero es que míralo…si hasta enfadado esta ¡como un tren! No Helena. ¡No! Pero… ¡A echo que me corra! Qué vergüenza…” dejo los pensamientos en otro momento porque Quino había colgado. Le miraba serio. Le cogió ambas manos y le atrajo con fuerza hasta su cuerpo, después le beso con pasión. Poco a poco fue llevándosela a la cama pero ella al notar en sus piernas el borde se separo de él con esfuerzo ya que le tenía muy fuerte sujetada.

Un disparo a mi corazón. EDITANDOWhere stories live. Discover now