Un disparo a mi corazón. EDITANDO

Capitulo 35: Si tú saltas, yo salto contigo

Chicas!!! Aquí os traigo un nuevo capitulo...sinceramente este me costó escribirlo...espero que lo sepáis apreciar aunque conociéndoos se que si!  Veo que cada día hay nuevas lectoras eso me sigue poniendo muy contenta!!! Nuevamente os doy la bienvenida a las nuevas, espero que os siga gustando la historia, sigo escribiendo porque esto poco a poco va tomando forma y ya queda poco pero todaviaaa no acabaaa esta preciosa historia. Sin más os dejo con estos amores… Espero que os siga gustando!! Mill Besoosss amMOREeess!!!-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

-Cielo mírame, soy Quino –Le dijo el

-No, no sé quién eres –La chica empezó a llorar e intentaba soltarse de los brazos de el –Déjame me das miedo.

-Mi niña que soy yo, estamos en casa –El chico empezó a ponerse nervioso no entendía nada de lo que le pasaba a ella –Por favor mírame –Ella tenía la mirada tan perdida que aunque veía la estancia no estaba allí –Helena.

-¿Quien es Helena?

-Tú eres Helena, yo soy Quino. Mi amor no me des estos sustos por favor dime que no.

-No sé quién eres –Sollozo y él se hundió llorando con ella, la abrazo fuerte – ¿Dónde estoy?

Él le atrapo la carita con las manos e intento tranquilizarla ya que temblaba de miedo o de frio ya que su cuerpo estaba lleno de barro. Como pudo la condujo a la habitación, ella miraba cada cosa con miedo, como si las viera por primera vez en su vida, temiendo tocar algo por si lo rompía.  –Nena –Le llamo él, ella se giro aun con la manta puesta –Tienes que ducharte ¿vale? –Le pregunto pero fue una pregunta retorica, no esperaba respuesta –Estas sucia porque… ven –Le fue a coger de la mano pero ella le rechazo. –Helena –El tenía los ojos vidriosos no sabía cómo manejar esa situación –No te voy a hacer daño, te llevo al baño. –Ella se fio y al final se la dio –Te metes, te lavas y cuando acabes te vistes con la ropa del taburete. –Le dijo no muy convencido. Ella asintió después el se salió.

“Esto no pude estar pasando…no ¡no! ¡Joder! Tengo que llamar a Galván…no, el no me va a poder solucionar nada. ¿¿¿Dios porque coño me haces esto??? Mi niña… ¿por qué no me recuerda? ¿Por qué no sabe quién es?¿ ¿Por qué le ha pasado esto? ¿Por qué?¿ Por qué?” Se paso las manos por el pelo nervioso. Decidió llamar al doctor Sánchez. Le conto todo y quedo en ir a su casa en media hora…entre tanto la chica salió vestida, pero seguía perdida muy perdida. Le miro con tristeza y él le devolvió la mirada llena de agobio.

-Helena… ¿como estas? ¿Te encuentras bien? ¿Necesitas algo? –Ella negó llorando, el chico llego a su lado y la abrazo, lloro desesperada y el hizo lo mismo. –Todo va a estar bien, ya verás cómo no es nada mi rubita preciosa. -Tuvo que separarse porque llamaron a la puerta

-¡Donde esta! –Le grito el doctor, estaba muy enfadado. Sin decirle nada paso directamente a la habitación, nada más verla supo que no estaba bien. –Quino voy a hacerle una serie de pruebas quiero que estés fuera.

-¡No! ¿Quién es este señor? –Pregunto ella de nuevo llorando –No me dejes sola, tengo miedo –Su cuerpo empezó a temblar de nuevo y su labio inferior también

-Está bien el se quedara. Yo soy el doctor Helena, ¿te acuerdas de mí? –Ella volvió a negar lo evidente –Bueno no te preocupes, lo que te voy a hacer no te va a hacer daño. Quiero que sigas la luz. Bien ahora dime ¿te duele algo? –Ella asintió –El que dímelo.