Capitulo 4 Un trabajo diferente: Búsqueda [Editado]

8.7K 278 1
                                    

Bajamos las escaleras en silencio, yo iba detrás del chico y él iba pendiente de que no intentara ningún movimiento raro de escape.

Me guió hacia el despacho en donde estuve el día anterior. Él llamo a la puerta y Galván la abrió.

Pasamos y noté que olía muy fuerte a tabaco negro con mezcla de puro, un olor bastante desagradable la verdad. El aire empezó a faltarme pero me repuse enseguida, ya que no quería llamar la atención de ninguno de los dos.

—Bueno días —Saludó Galván con media sonrisa misteriosa — ¿Has descansado? —Yo asentí un poco —Me alegro —Le dio una calada al puro Habano, después soltó el humo al techo y continuó hablando —El trabajo que quiero que hagas para mi te resultara muy fácil —Volvió a sonreír poniéndome lo pelos de punta —Quiero que me ayudes a recuperar parte de mi negocio perdido por malas gestiones que hice con personas… —Hizo un gesto de asco con la boca —No gratas —Apagó el cigarro en el cenicero y prosiguió —Será fácil para ti, tengo entendido que tienes un largo historial delictivo —Abrí los ojos de la sorpresa —Se te da a las mil maravillas el robo de cuentas, sacar información confidencial y utilizarla en tu propio ¿Me equivoco? —Sonrió. No pude negar ni decir nada porque el nudo de la garganta lo hacía imposible.

—Veras —Continuó hablando haciendo aspavientos con las manos —Hay mucha gente que me debe demasiado dinero y bueno piensan que…soy tonto o algo porque no paran de inventarse excusas baratas para no pagarme siendo un claro ejemplo tu jefe — Hizo una breve pausa —Lo que realmente quiero que hagas, es que me informes de todas las cuentas, movimientos de estas, casas, familia, viajes, coches, paraísos fiscales…de las personas que no me dan lo que es mío —Dijo recalcando con posesión la última palabra.

— ¡Para eso ya tienes a tus secuaces! ¡A mí no me necesitas para eso! —Dije gritando. Me arrepentí enseguida cuando vi la cara de enfado de Galván, vaya, sí que me intimaba ese hombre.

— ¡Ellos no saben cómo funcionan los servicios informáticos de un banco, tu, en cambio sí! Y además, tengo entendido que tu jefe te mandaba mucho a los bancos a ver sus cuentas ¿no es así? —Preguntó muy serio.

-Sí, de vez en cuando me mandaba a ver cómo iban los movimientos —Dije en un susurro.

—Eso quiere decir que lo tendrás aun mucho más fácil, te conocen y basta con que digas que vas de su parte. A sí que más te vale que lo hagas bien, porque además…te voy a pagar muy bien —Dijo sacando un talón de cheque.

Esa fue la gota que colmó el vaso y sin pensarlo estallé.

-¡No quiero tu sucio dinero! ¡Puedes quedártelo! Y es mas —Dije con coraje enfrentándole —No pienso ayudarte a nada, porque… —Y tuve que callarme. No porque quisiera sino porque el chico me había cogido del pelo y me tiraba con tanta fuerza que se me saltaron las lagrimas.

Él se me acerco y me dijo

—Tú harás lo que nosotros te digamos si no quieres arrepentirte o…que toda tu familia lo pase mal…en especial tu hermana, tengo entendido que está embarazada ¿no?

Me rebelé entre sus manos intentado pegarle sin conseguir nada salvo hacerme daño en las muñecas que sujetaba con tanta fuerza que pensé que me las rompería.

—Te juro que como la toques el que se va a arrepentir vas a ser tu, hijo de puta —Le dije entrecortadamente debido a mi falta de oxigeno.

— ¡Hey! ¡Basta! —Gritó Galván —No hay porque enfadarse ni tampoco andarse con amenazas —Nos miró a ambos —solo quiero que me ayudes —Dijo serio pero sin opción a replica —Yo —Continuó después de una larga pausa —Te aseguro que no tocaré a nadie de tu familia si haces lo que pido. Además, solo será hasta que tu jefe me de lo que es mío.

Un disparo a mi corazón. EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora